Con el campo
PorPor el futuro de todos, apoyamos y respalda-mos respalda-mos a nuestros agri-cultores agri-cultores y ganaderos. Los trabajadores del campo se rebelan y, ciertamente, son los que tienen la sartén por el mango porque nos afecta a todos. ¿Qué haríamos sin alimentos? ¡Sin la materia prima! Protestas, huel-gas, huel-gas, barricadas, bloqueos… para gritar que el campo no es rentable. Los agricultores ven con impoten-cia impoten-cia y dolor sus cosechas malograr-se. malograr-se. No quieren saber nada de sin-dicatos. sin-dicatos. Se organizan por grupos de redes sociales. Están hartos de la competencia desleal y de que ha-blen ha-blen por ellos. No quieren que na-die na-die les manipule.
Mi amiga, apodada «la Maris-meña», Maris-meña», María Sol Baixauli Borja, empresaria del mundo arrocero agroalimentario nacional e inter-nacional, inter-nacional, creadora del movimien-to movimien-to «Del Origen al Propósito», opina que hay un gran olvido del sector primario a todos los niveles y muy poco trabajo de conciencia hidro-gráfica hidro-gráfica nacional para poder abas-tecer, abas-tecer, desalar y regar toda nuestra red productora nacional. En con-secuencia con-secuencia se fomentan las impor-taciones. impor-taciones. « Fue algo imprescindi-ble imprescindi-ble que ya mi tío Julián Borja empezó a liderar en los años 80, sin embargo, resulta increíble que no se haya previsto sostener y ca-nalizar ca-nalizar agua salada por un agua más dulce, equitativamente com-partida. com-partida. Fomentamos la importa-ción, importa-ción, en nuestro caso del arroz no tenemos agua para sembrar y por lo tanto no tenemos producto, no fomentamos los puestos de traba-jo... traba-jo... todo va en declive. Si en Isla Mayor no hay arroz, significa que el 40% de la producción nacional queda desabastecida. Perdemos clientes fidelizados, tanto nacio-nales nacio-nales como internacionales. Es un problema sistémico. La sociedad termina consumiendo alimentos que a veces no conocen siquiera su procedencia ni sus cánones de calidad como los que sí tenemos en España».
Parece que nos hemos olvidado de lo importante que fue este sec-tor sec-tor en plena pandemia. Y además del problema generacional, con la triste certeza de que ya nadie quie-re quie-re trabajar la tierra, está la España vaciada. Urge una solución.