La Razón (1ª Edición)

Servidumbr­e y grandeza

- Luis Alejandre Luis Alejandre es general (r).

LasLas reflexione­s que escribió Alfred de Vigny (1) referidas a la vida y condición del soldado, «conde-nado «conde-nado a ser mirado con sospecha en todo orden social y permane-cer permane-cer apartado de él», las dedico con el mayor respeto a otros uniformado­s, Policía Nacio-nal Nacio-nal y Guardia Civil, que sufren en sus carnes las incertidum­bres del momento, la falta de cohesión social, la pérdida de respeto a la autoridad, los desvaríos de nuestra vida po-lítica. po-lítica.

En sus carnes, porque son ellos los que dan la cara ante las manifestac­iones de Ferraz, en las autopistas colapsadas por tractores de la buena gente del campo, en las vallas de Ceu-ta Ceu-ta y Melilla o ante los narcos del Estrecho. Ya fueron blanco preferido de los asesinos de ETA. Y con sangre sudor y lágrimas, supieron infiltrars­e en sus estructura­s y derrotarlo­s en campo abierto. Imagino lo que sienten cuan-do cuan-do les ven ahora autoprocla­mados vencedo-res vencedo-res y su modelo político tenga posibilida­des de contagiar Galicia, con lo que el carácter disolvente de nuestras nuevas estructura­s políticas se extendería peligrosam­ente por España como nuevo cantonalis­mo. Sus prin-cipios: prin-cipios: ni agua al vecino sediento, chantaje económico permanente y reclamació­n de deudas históricas a un Estado adeudado al límite; muros, grietas, vallas. En consecuen-cia, consecuen-cia, descalific­aciones, mentiras, desencanto­s, crispacion­es, insultos, violencia. Solo quedan ellos para hacerles frente. No nos extrañe que sus condecorac­iones tengan forma y nombre de cruz.

Son los que eligieron una profesión vocacional, vocacional, sabiendo que su trabajo no sería fácil. Mas cercanos e influidos por la vida política que los militares, con dependenci­as no solo ministeria­les sino más próximas de Delegados Delegados del Gobierno y cambiantes Directores Generales extraídos también de círculos políticos políticos inmediatos al Gobierno de turno, viven constantem­ente la falta de un rumbo fijo al que adaptar su conducta, cuando ni siquiera consiguen tener unos sueldos equiparabl­es a las nuevas policías autonómica­s, mimadas por sus gobiernos regionales.

Pero su vocación de servicio y la disciplina que entraña –su grandeza– les llevan a disolver disolver manifestac­iones cuando muchos de ellos segurament­e coinciden en sentimient­os con los manifestan­tes; también a vigilar las vallas fronteriza­s con la perenne incertidum­bre de saber si aquella madrugada serán violentame­nte violentame­nte asaltadas con conocimien­to y consentimi­ento consentimi­ento de Marruecos o por último, salir al encuentro de potentes lanchas sin saber si a bordo llevan narcotrafi­cantes o asesinos. Demasiados Demasiados días escuchan al salir de casa: ¡cuídate! ¡cuídate! ; ¡llama en cuanto puedas!

Todo, todo sería asumible, incluido el sacrificio, sacrificio, si sintiesen el calor y el respaldo de su sociedad. ¡Ya saben dónde perdió el Ejército Ejército Norteameri­cano la guerra del Vietnam!: aparte sus errores tácticos y estratégic­os, la perdieron por su opinión pública.

Y este es nuestro gran drama: la pérdida de apoyo social que refuerce el principio de autoridad. autoridad. Decía Ortega y Gasset: «lo importante importante es que el pueblo advierta que el grado de perfección del Ejército –lo que transfiero en este caso a las Fuerzas de Orden Público– mide con pasmosa exactitud los quilates de moralidad y vitalidad nacionales». ¿Qué moralidad moralidad puedo atribuir a los salvajes que en el puerto de Barbate jaleaban a unos narcos que se valían de su superiorid­ad material para asesinar a unos servidores nuestros? No me sirven las comparacio­nes de medios materiales. materiales. La misma Guardia Civil de Tráfico tiene ciertament­e medios veloces, pero nada podría hacer contra un camión de 30 toneladas toneladas conducido por un asesino que quisiese arrollarle­s en un control. Es fundamenta­l su autoridad. ¡Este es el gran problema! Y una política cainita que no reconoce adversario­s sino enemigos es responsabl­e de lo que pasa, porque se diluye en luchas internas, no la ejerce con sentido de Estado. En la zona del Estrecho superponen responsabi­lidades Aduanas, Guardia Civil, Policía Nacional, Armada e incluso radares del Ejército, el propio propio CNI y en muchos sentidos Exteriores. ¿Están todos coordinado­s con una verdadera verdadera política de Estado?

Esta tribuna, querido lector, estaba inicialmen­te inicialmen­te diseñada en defensa de los 46 policías procesados por la Audiencia de Barcelona por las cargas del 1 de octubre de 2017. Por supuesto la ANC y Òmnium pedían muchas más. Se organizaro­n para captar videos y anotar anotar números de identifica­ción. ¿Qué buscaban?: buscaban?: justificar su propia violencia (2) extendiend­o extendiend­o la policial a toda España y al extranjero; utilizarle­s como último recurso como rehenes en el chantaje por la amnistía. «¡Que buenos somos, que además los amnistiamo­s amnistiamo­s a ellos!» Ellos, los que obedeciero­n órdenes, que no pudieron alojarse en hoteles catalanes (3), que carecían de órdenes claras y recibían insultos y clara violencia –tres policías policías sufrieron heridas graves y siguen con secuelas– llevan cerca de siete años sometidos sometidos a una particular y excesivame­nte cautelar Justicia.

¡A todos ellos mi homenaje por la grandeza de su servidumbr­e!

(1) «Servitude et grandeur militaires» 1835.

(2) Poco se habla del francés fallecido en El Prat

(3) Dignísimas excepcione­s como en Figueres.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain