Almería, la diversidad convertida en destino
► Con más de 3.000 horas de sol al año, la provincia invita al viajero a perderse entre desiertos, pueblos blancos y parajes naturales
AbiertaAbierta al mundo, aco-gedora aco-gedora y llena de con-trastes. con-trastes. Así se presen-ta presen-ta Almería. Desde playas vírgenes baña-das baña-das por aguas cristalinas, pasando por el único desierto de Europa hasta imponentes acantilados que desafían al mar. Sin duda alguna, la provincia de Almería ofrece un sin-fín sin-fín de razones para visitarla.
Este rincón andaluz de encanta-dora encanta-dora capital y pintorescos pueble-citos pueble-citos impregnados de historia y tradición resulta un enclave ideal para una escapada improvisada en cualquier momento; sin ir más le-jos, le-jos, en dos días comienzan sus car-navales car-navales (del 18 al 28 de febrero) una excusa perfecta para los viajeros que aún no la conocen. Buen clima, deliciosa gastronomía y entrañable hospitalidad se suman a la belleza singular y diversa de este destino.
La primera parada, como no po-dría po-dría ser de otra manera, es su capi-tal capi-tal homónima. Ubicada junto al hermoso golfo que lleva su nombre y abrazada por las sierras de Gádor y Alhamilla, se encuentra esta ciu-dad ciu-dad que, aunque pequeña, rebosa historia y magnetismo.
Su monumento más destacado, la Alcazaba, con sus 1.430 metros de perímetro amurallado, se alza como la segunda construcción musulmana más grande de todo el país, solo superada por la Alham-bra. Alham-bra. Además del impactante atrac-tivo atrac-tivo de sus diferentes salas y bellos jardines, sus miradores ofrecen una vista privilegiada de Almería, su puerto y el mar Mediterráneo. Visitarla resulta algo «obligado».
A la Alcazaba le sigue la Catedral de la Encarnación, que se sitúa como una auténtica fortaleza a orillas orillas del mar. De edificación gótica y portadas renacentistas, es un edificio edificio único en su género, puesto que fue construida tanto para el culto como para la defensa de los ataques que realizaban a la ciudad los piratas berberiscos, de ahí la robustez de sus muros, sus torreones torreones almenados y sus característicos contrafuertes. Todo ello sirve como espectacular fondo frente a la Plaza de la Catedral, con multitud de palmeras palmeras que ponen el contrapunto a la sobriedad de la construcción.
Otros lugares de interés turístico son, por ejemplo, los refugios de la Guerra Civil y la Plaza Vieja o de la Constitución, donde se encuentra el ayuntamiento y el Real Monasterio Monasterio de la Encarnación, así como una columna corintia que embellece embellece el centro de la plaza. A escasos metros del parque de las Almadrabillas Almadrabillas se encuentra el Cable Inglés, una estructura construida por un miembro de la escuela de Gustave Eiffel para cargar los barcos de mineral mineral en la Playa de las Almadrabillas, Almadrabillas, y que ahora se conserva como muestra de patrimonio industrial.
Para terminar el recorrido por la urbe, lo idóneo es pasear por la avenida avenida Federico García Lorca. Al final de este paseo lleno de árboles y tiendas se halla el cartel «I love Almería», Almería», un lugar fantástico para sacarse una fotografía y conservarla conservarla de recuerdo.
La provincia de Almería está llena de parajes espectaculares que bien merecen una visita, como el Parque Natural Marítimo-terrestre de Cabo de Gata-níjar en el que se funden funden desierto y mar, y los «pueblos blancos». A poco más de media hora de la capital almeriense se encuentra encuentra Níjar. Se trata del municipio más extenso de toda la provincia. Además de lo especial de su casco antiguo, en su entorno está el mencionado mencionado Parque Natural de GataNíjar. GataNíjar. Aquí se encuentra una bella muestra de la diversidad paisajística paisajística almeriense: playas tan bonitas como la de Los Genoveses y la de Mónsul; los campos de cultivo que están cubiertos por ese llamado «mar de plástico»; y el Paraje Natural Natural Sierra Alhamilla, un área de media media montaña situado entre el Desierto Desierto de Tabernas (excursión que puede hacer también) y la Bahía de Almería. El entorno de Níjar se convierte convierte en el refugio perfecto para los amantes de la naturaleza.
Siguiendo con la ruta, y enclavado enclavado majestuosamente sobre una colina, Mojácar es parada imprescindible. imprescindible. Sus casas blancas parecen fusionarse con el cielo azul y el mar Mediterráneo de fondo, mientras que las estrechas y empedradas calles de su casco antiguo son una invitación a perderse entre tiendas de artesanía y cafeterías. Algunos puntos de interés son la Estatua de la Mojaquera, frente a la Iglesia de Santa Lucía; el Arrabal, un antiguo barrio judío; y la Torre del Pirulico, también conocida como Atalaya del Peñón o Torre de los Diablos. A esta puede llegar por un camino que parte desde el Castillo de Macenas Macenas y es excelente para quienes les gusta la naturaleza. La serenidad serenidad reina en este lugar.
Tras Níjar y Mojácar, una buena opción es ir a Vélez-blanco, donde la historia cobra vida a través de las paredes de su imponente castillo renacentista, su atractivo más destacado. destacado. Declarado en 1931 Monumento Monumento Nacional, sus orígenes se remontan a época medieval, aunque aunque la reconstrucción del siglo XVI casi acabó con la fortaleza anterior. Debe saber que para verlo completo completo es necesario viajar a Nueva York, sí, a ¡Nueva York! Y es que el Patio de Honor, una joya escultórica del Renacimiento con algunos elementos elementos mudéjares y del gótico tardío, tardío, fue vendido en 1904 y tras pasar por varias manos acabó en el Museo Museo Metropolitano de Arte de Nueva Nueva York. Otros agradables planes son recorrer las callejuelas del pueblecito pueblecito y, si se es amante de la naturaleza, naturaleza, hacer senderismo en el maravilloso Parque Natural de Sierra Sierra María-los Vélez.