La Razón (1ª Edición)

Buenos Aires, impecable conquista del viajero gourmet

La capital argentina vive un momento dulce tras seducir a la Guía Michelin con su espectacul­ar cocina

- Maica Rivera.

HaceHace ya tres meses que Buenos Aires brilla con una nueva y seductora luz que proviene, literal-mente, literal-mente, de sus estrellas. Y no son las de su cielo, pues la reputada Guía Michelin desembarcó el pasado mes de noviembre en Argentina dejando en la capital sus indicado-res indicado-res universale­s de destino gastronó-mico gastronó-mico excepciona­l: las estrellas y reconocimi­entos Michelin.

Lo cierto es que la gastronomí­a argentina siempre se ha destacado en lo más alto de los rankings mun-diales, mun-diales, pero con la llegada de la Guía Michelin ha dado un paso más: ha gestado en estos meses un movimiento culinario en sus coci-nas coci-nas altamente creativo, innovador y, ante todo, emprendedo­r. Sí, es algo que está sucediendo en las cocinas argentinas, y en la ciudad de Buenos Aires esta corriente no solo se come, sino que también se respira. Nuevas aperturas, enrique-cedoras enrique-cedoras sinergias entre chefs que se reflejan en numerosos eventos gastronómi­cos y una investigac­ión continua para llevar la gastronomí­a a la máxima excelencia son algunas de las pruebas irrefutabl­es. Los fo-gones fo-gones de Buenos Aires están a su máxima potencia y el calor que des-prenden des-prenden se siente en cada estable-cimiento estable-cimiento de la urbe. Un calor que quema y despierta el apetito.

La «buena vida»

Buenos Aires siempre ha sido valorada valorada por el viajero como un destino apasionant­e, un lugar en el que disfrutar de la «buena vida». Ahora lo es aún más con las acreditaci­ones acreditaci­ones concedidas por la Guía Michelin: Michelin: un restaurant­e con dos estrellas Michelin, dos restaurant­es con una, cuatro restaurant­es Estrella Verde Michelin, siete restaurant­es Bib Gourmand y 42 restaurant­es recomendad­os en la guía por la calidad de su cocina. Sin duda, es muy tentador coger un avión y sumergirse sumergirse en este momento de plenitud plenitud culinaria que vive Buenos Aires, ¿verdad?

Para dar unas pinceladas a su variada oferta nada mejor que comenzar comenzar por la principal postal de la gastronomí­a argentina: el asado. Una de las recomendac­iones de la Guía Michelin ha sido para un restaurant­e restaurant­e que lidera la lista de Tripadviso­r: Tripadviso­r: el Fogón Asado, una experienci­a experienci­a gastronómi­ca por pasos y a puerta cerrada con capacidad máxima de 25 comensales.

El asado artesanal elevado a nuevas nuevas alturas. Probar la parrilla del Fogón Asado solo es posible con reserva previa. Se trata de una experienci­a experienci­a muy didáctica acerca del asado argentino; un menú degustació­n degustació­n perfectame­nte maridado con vinos de las más antiguas bodegas bodegas argentinas en el que tanto el chef como el personal de cocina van explicando a cada comensal todo lo relativo a cada platillo. Se prepara íntegramen­te frente a los comensales, quienes ven, sienten y experiment­an de manera cercana e íntima. Las parrillas del Fogón Asado destacan por explorar nuevas nuevas formas de servir los cortes de carnes típicos del asado. Un top en Buenos Aires.

Por otro lado, si la cocina es un viaje, la Guía Michelin reconoce que Kona Corner es un vuelo directo directo para descubrir la comida nipona por la calidad y autenticid­ad de sabores sabores japoneses en sus platos. Este es otro de los restaurant­es que recomienda. recomienda. Kona Corner es una mida. Están elaborados con tanta perfección y cariño que resulta obligado tomar alguno.

Y ahora, uno de los reconocimi­entos reconocimi­entos que más valoran los inspectore­s inspectore­s de la Guía Michelin, el Bib Gourmand, la mejor relación calidad calidad precio. Sin duda, restaurant­e Mengano lleva este premio a su máxima expresión. Mengano tiene una bonita estética tipo bistró con ambiente de antiguo bodegón porteño. porteño. El salón está ambientado como una casa: retratos de familia de Facundo Kelemen, chef y dueño del establecim­iento, sillones de cuero, pisos de baldosa y techos altos. Su cocina son clásicos porteños porteños con un guiño de modernidad que se rinde siempre al sabor de productos frescos. Todos los platos en Mengano están pensados para compartir. Es recomendab­le comenzar comenzar sí o sí por las empanadas de carne picantes, de un bocado, su interior es todo jugo. Imprescind­ible Imprescind­ible su sándwich de milanesa; el pan es como un suspiro, etéreo, y la carne (tapa de asado de wagyu cocida al vacío durante diez horas, luego empanada en pando y frita) tiernísima. Toda su carta resulta una experienci­a sensorial genuina y honesta, sin sobreactua­ciones.

El final perfecto

En este punto hay que presentar una propuesta gastronómi­ca que abrió sus puertas pocos días antes de la gala Michelin. Por ello no está en la guía, aunque méritos tiene. Oculto en un histórico y hermoso jardín repleto de plantas, enreda

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