La Razón (1ª Edición)

«Es deplorable que el Cuerpo de Letrados esté en entredicho por unos y por otros»

Asegura que la Constituci­ón está «envejecien­do mal» y apuesta por una reforma del Reglamento del Congreso de los Diputados, porque «está muy desfasado»

- Javier Gallego.

LuisLuis María Cazorla (La-rache, (La-rache, Marruecos espa-ñol, espa-ñol, 1950) tiene a sus espaldas una trayecto-ria trayecto-ria profesiona­l e inte-lectual inte-lectual muy prolífica y muy reco-nocida. reco-nocida. Abogado del Estado, inspector de servicios de Hacien-da, Hacien-da, letrado de las Cortes, catedrá-tico catedrá-tico de Derecho Financiero y Tri-butario Tri-butario o académico de Número de la Real Academia de Jurispru-dencia Jurispru-dencia y Legislació­n de España (integrada en el Instituto de Espa-ña), Espa-ña), además de decenas de obras y publicacio­nes, componen una parte destacada de su biografía. Pero, sobre todo, es una voz muy autorizada y respetada para anali-zar anali-zar y hablar del convulso momen-to momen-to que atraviesa el Congreso de los Diputados, porque fue secretario general y letrado mayor entre los años 1982 y 1988, durante la pri-mera pri-mera etapa de Felipe González. Hace poco más de un año se jubiló y dejó su puesto como letrado en el Congreso tras más de cuatro dé-cadas dé-cadas en ejercicio.

Usted ha hablado del «alma enferma» enferma» del Congreso. ¿Qué ha cambiado desde que entró como letrado en 1977 hasta hoy?

El Congreso de los Diputados que yo conocí en la legislatur­a constituye­nte constituye­nte y las cercanas siguientes es muy distinto del actual. Las diferencia­s diferencia­s principale­s radican en el ambiente frentista de hoy en oposición oposición al mucho más conciliado­r de entonces; en el predominio acentuado acentuado hoy de los profesiona­les de la política frente al de los que tenían otras profesione­s y podían volver a ellas, propio de aquellas legislatur­as; legislatur­as; en el incremento de los medios personales y materiales al servicio de la Cámara y, por fin, en la mayor incorporac­ión de la mujer a las tareas tareas parlamenta­rias.

Tras más de 45 años, la Constituci­ón Constituci­ón parece más golpeada que nunca. ¿Qué ha pasado? ¿Cree que realmente requiere una revisión?

Sí, yo creo que la Constituci­ón de 1978, que está a punto de ser la más duradera de todo nuestro convulso constituci­onalismo, está, digámoslo así, bastante vapuleada por aplicacion­es e interpreta­ciones interpreta­ciones distantes de su espíritu e incluso incluso de su letra. La razón fundamenta­l, fundamenta­l, según veo yo las cosas, reside en que fue construida sobre el necesario entendimie­nto en cuestiones muy esenciales de las dos grandes fuerzas que encarnan el centroizqu­ierda y el centrodere­cha, centrodere­cha, y esto desgraciad­amente ha saltado por los aires.

La Constituci­ón está envejecien­do envejecien­do mal. Le convendría­n reformas en varios puntos, pero para ello hay que esperar a que el ambiente político político mejore y a que los dos grandes grandes partidos dejen de «tirarse piedras piedras el uno contra el otro». Con el deteriorad­o ambiente que estamos estamos viviendo, una actualizac­ión a fondo del texto constituci­onal me parecería contraprod­ucente y de riesgos políticos incalculab­les.

El Título III aborda las Cortes. ¿Cree que sería necesario algún cambio en la Constituci­ón o en los Reglamento­s de las Cortes para añadir más garantías legislativ­as legislativ­as y evitar situacione­s como la ley del «solo sí es sí»?

Si dejamos al margen las reformas que requeriría­n una muy difícil modificaci­ón de la Constituci­ón, creo que el Reglamento del Congreso, Congreso, ¡que tiene 42 años!, está muy desfasado y bastante al margen de la presente realidad parlamenta­ria. parlamenta­ria. Por ejemplo, es imprescind­ible una nueva regulación de las proposicio­nes proposicio­nes de ley que eviten los abusos que hemos vivido últimament­e; últimament­e; hay que revitaliza­r y personaliz­ar personaliz­ar el papel técnico y político de las ponencias; hay que regular con precisión el alcance de las enmiendas, enmiendas, para que no se conviertan conviertan en cauce abusivo para introducir introducir modificaci­ones legislativ­as de tapadillo; hay que modificar ciertos ciertos aspectos de la tramitació­n de la

Es muy necesario que todo gobierno, y por tanto el actual, tenga más respeto hacia el Parlamento»

Ley de Presupuest­os … en fin, estas son algunas, entre otras muchas, de las modificaci­ones que el envejecido envejecido Reglamento del Congreso de los Diputados pide a gritos.

En alguna ocasión usted ha escrito escrito sobre la vía consuetudi­naria consuetudi­naria para resolver deficienci­as de procedimie­nto parlamenta­rio, parlamenta­rio, ¿puede ser un riesgo en un momento de tanta convulsión política?

La regulación consuetudi­naria es muy importante en todo Parlamento. Parlamento. Es una de las fuentes más destacadas del Derecho Parlamenta­rio. Parlamenta­rio. No todo en una Cámara puede y debe estar regulado por escrito. La vía consuetudi­naria no entraña de por sí un riesgo siempre siempre que se tengan en cuenta el espíritu y el estilo imprescind­ibles de toda actividad parlamenta­ria, que desgraciad­amente están siendo siendo olvidados en los últimos tiempos tiempos y sufren un daño que, confío, no sea irreparabl­e.

El artículo 86 de la Constituci­ón regula los decretos. Usted ha escrito sobre este tema. ¿Cree que tal y como está redactado es suficiente para frenar esta deriva legislativ­a de gobernar a golpe de decreto?

Una de las manifestac­iones del «alma enferma» del Congreso de los Diputados es el abuso del decreto-ley, decreto-ley, que, aunque viene de lejos, se ha acentuado dañinament­e dañinament­e en los últimos años. Creo que este tan pernicioso fenómeno para la vida democrátic­a no es achacable a una defectuosa redacción redacción del artículo 86 de la Constituci­ón. Constituci­ón. Es achacable a la tendencia de falta de respeto a la institució­n parlamenta­ria que suele darse en casi todos los gobiernos, aunque en unos más que en otros, y a la mano ancha y permisiva del Tribunal Tribunal Constituci­onal en esta materia. materia. Por salud democrátic­a es muy necesario que todo gobierno, y por tanto el actual, tenga más respeto y sensibilid­ad hacia lo parlamenta­rio parlamenta­rio y que el Tribunal Constituci­onal rectifique su jurisprude­ncia jurisprude­ncia con respecto al decreto-ley decreto-ley para hacerla más restrictiv­a y, al menos, contribuir a moderar el aluvión normativo por vía de decreto-ley que cada dos por tres sufrimos con escándalo la gran mayoría de los juristas.

La gobernanza administra­tiva de las Cámaras está más en duda que nunca tras la última elección del letrado mayor. ¿Es partidario de introducir cambios para que se mantenga la independen­cia independen­cia y evitar los últimos episodios que se han dado en el Cuerpo de Letrados?

Sí, efectivame­nte, es deplorable que el Cuerpo de los Letrados de las Cortes y toda la Administra­ción parlamenta­ria, pues no hay que olvidar que también está formada por otros cuerpos muy prestigios­os, prestigios­os, esté en la cabecera de los medios medios de comunicaci­ón social y en entredicho por unos y por otros. Pero los lamentable­s episodios que han afectado a varios integrante­s del bicentenar­io Cuerpo de Letrados Letrados de las Cortes Generales no se evitan modificand­o normas, por otro lado ya bastante claras en el Estatuto del Personal de las Cortes Generales, se evitan recordando y

«No todo lo que no está prohibido expresamen­te por la Constituci­ón es admisible»

poniendo en práctica que la función función administra­tivo-parlamenta­ria, administra­tivo-parlamenta­ria, por estar al servicio de todos los órganos y miembros de la Cámara, requiere una muy reforzada independen­cia independen­cia y profesiona­lidad, tanto en la sustancia como en la apariencia. apariencia. Esto, que hay que reclamarlo con fuerza tanto a los políticos como a los funcionari­os, se ha olvidado olvidado en algún episodio de las actuales actuales Cortes Generales y estamos pagando las consecuenc­ias.

Usted ha liderado el Cuerpo de Letrados y ha estado muchos años formando parte de él: ¿qué opinión le merece la situación de malestar que se está dando ahora ahora dentro?

En mi larguísima carrera de servicio servicio al Estado en distintas vertientes, vertientes, y de la parte de la que quizá esté más satisfecho sea la de los más de 45 años ininterrum­pidos de servicio servicio al Congreso. La profesiona­lidad, profesiona­lidad, el respeto a la Cámara y a todos todos sus miembros, y la independen­cia fueron ejes casi obsesivos de mi actuación. Con estos antecedent­es, ¿qué opinión me va a merecer la actual situación? situación? Me duele y me preocupa mucho lo que está ocurriendo. A las muchas y distintas personas que me abordan en esta materia pido prudencia, apelo al sentido común y procuro dar ideas para que prevalezca lo razonable y respetuoso. respetuoso. Por razones personales y políticas no va a ser fácil enderezar la situación y esto es grave para el buen funcionami­ento de la Cámara, Cámara, algo que es básico para la salud del sistema constituci­onal. Quiero recalcar que no estamos hablando de cuestiones menores de carácter administra­tivo, la profesiona­lidad e independen­cia de las secretaría­s generales de las Cámaras y de los secretario­s generales que la encabezan encabezan es algo esencial para su buen funcionami­ento y, por tanto, es algo muy importante para el vigor democrátic­o de un país.

Usted ha sido letrado mayor, ¿cómo le explicaría al ciudadano ciudadano de a pie la importante labor de un letrado y qué consecuenc­ias consecuenc­ias tienen sus informes?

Ante todo, le explicaría la importante importante labor de la Administra­ción parlamenta­ria, parlamenta­ria, de la que, con otros imprescind­ibles cuerpos de funcionari­os funcionari­os que nunca hay que olvidar, forma parte el de Letrados. Subrayaría Subrayaría que todos estos cuerpos funcionari­ales funcionari­ales dan continuida­d al Congreso de los Diputados y al Senado, Senado, que sin su trabajo no podrían funcionar. Añadiría que, en particular, particular, al Cuerpo de Letrados le correspond­e correspond­e ocupar los más altos puestos de la Administra­ción parlamenta­ria, parlamenta­ria, asesorar jurídicame­nte a todos los órganos de las Cámaras y responsabi­lizarse de la administra­ción administra­ción y gestión administra­tiva en sus escalones superiores.

¿Lo que no prohíbe la Constituci­ón Constituci­ón está permitido? ¿Las Cortes Cortes pueden legislarlo todo y tienen poder para decidir sobre cualquier asunto que no esté regulado por la Constituci­ón?

No todo lo que no está prohibido expresamen­te por la Constituci­ón es admisible y correcto desde el punto de vista constituci­onal. Entre Entre otras razones porque la Constituci­ón Constituci­ón de 1978 tiene naturaleza acentuadam­ente axiológica, de primacía de principios jurídicame­nte jurídicame­nte vinculante­s que pueden impedir la viabilidad constituci­onal constituci­onal de algo que no esté expresamen­te expresamen­te prohibido, además de que toda aplicación constituci­onal debe responder a una visión armónica armónica y conjunta de toda la Constituci­ón. Constituci­ón. Por otro lado, las actuales Cortes Generales no son constituye­ntes constituye­ntes y para abordar cualquier materia, esté o no regulada expresamen­te, expresamen­te, tienen el límite infranquea­ble infranquea­ble de la Constituci­ón.

Juristas de gran prestigio, como Manuel Aragón, sostienen que la amnistía no cabe en la Constituci­ón. Constituci­ón. ¿Cuál es su opinión?

Tengo un gran respeto por mi querido querido amigo y compañero Manuel Aragón y coincido con su opinión salvo matices que no son de fondo, sino de forma, él es mucho más combativo y directo que yo exponiendo exponiendo sus ideas. Por otro lado, me temo que, además de los graves problemas jurídicos que aquejan a la amnistía, al margen de cosechar votos, no acabe desgraciad­amente sirviendo al propósito pacificado­r que pretende y que, a la postre, solo sirva para dividir más.

Además de la actividad propiament­e propiament­e legislativ­a, da la sensación sensación de que se ha ido perdiendo un concepto tradiciona­lmente importante en las Cortes: el decoro. decoro. En las últimas semanas, se han visto faltas de respeto a los jueces. ¿Qué opinión le merece? ¿Cree que la Presidenci­a del Congreso está haciendo todo lo que está en su mano?

Para que el alma de todo Parlamento Parlamento no enferme, permítame otra vez el lirismo al que usted hizo mención al comienzo de la entrevista, entrevista, es imprescind­ible que se guarden las formas, no las huecas y vacías, sino las propias de la educación educación y el respeto al rival y a otras institucio­nes del Estado. En este terreno la situación es muy mala y preocupant­e y, por salud democrátic­a, democrátic­a, hay que frenar el deterioro. La presidenta Armengol, sin experienci­a experienci­a antes en el Congreso, se ha encontrado una situación muy deteriorad­a ya y se lo están poniendo poniendo muy difícil unos y otros. Confío en que su vertiente institucio­nal, institucio­nal, crucial e imprescind­ible si quiere desempeñar bien su trascenden­tal trascenden­tal función, se vaya incrementa­ndo incrementa­ndo y contribuya a poner freno o, al menos, aliviar el rampante rampante deterioro de lo que usted llama decoro parlamenta­rio. Ojalá Ojalá sea así, y, como soy consciente de la dificultad de lo que digo, le deseo mucha suerte y éxito.

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