Charo Reina: «Entre folclóricas no hay rivalidad»
La artista sevillana nos concede su entrevista más íntima en la presentación de un documental contra los edadismos
CharoCharo Reina es la legí-tima legí-tima heredera de su tía, la gran reina Jua-na, Jua-na, «la única tonadi-llera tonadi-llera que podía dar motivos de preocupación a la Pi-quer Pi-quer », en palabras de Terenci Moix. Aunque se resiste a creerlo, es una de las últimas folclóricas que van quedando, albacea de esa estirpe de mujeres que hablan igual que cantan, soltando en un quejido toda congoja y tormento. Y no decimos que la copla vaya a morir. «Eso nunca. Es nuestro can-te can-te más autóctono y debemos po-ner po-ner todo de nuestra parte para que resista a las nuevas músicas y al paso de los años. La copla merece una nueva edad de oro», reivindi-ca. reivindi-ca. No será ella quien deje que el género se extinga, pero al decir folclórica no nos referimos solo al cante, sino también a ese carácter, a esa expresión tan natural que tienen estas mu-jeres mu-jeres de dar cuen-ta cuen-ta de sus tristezas y sus alegrías. Fol-clóricas Fol-clóricas de las de la peina y los vo-lantes vo-lantes que, como cantaba su tía,
«¡qué pocas vamos quedando!».
Además de embajadora de la campaña «Stop Edadismo» de la Fundación Asispa, que lucha con-tra con-tra la discriminación que sufren las personas al alcanzar cierta edad, Charo Reina acaba de pre-sentar pre-sentar el documental «Grandes vidas con historia», basado en doce biografías anónimas de Ma-drid. Ma-drid. « Es un trabajo que me ha hecho revivir como ser humano y conocer a personas únicas que han compartido conmigo sus vi-vencias. vi-vencias. Nunca tendré vida para agradecer los sentimientos tan bonitos que me han despertado. Es un trabajo precioso que devuel-ve devuel-ve la dignidad a nuestros mayores como referentes de vida. Ojalá la
«No quiero hacer tragedia, pero he pasado momentos malos que dejaron herida»
sociedad tome nota de esto y de la importancia de mejorar su salud mental y de evitar su soledad».
La excusa de este trabajo es perfecta perfecta para hablar con ella sin prisas y recordar algunos de los episodios episodios de su intensa vida, aunque el capítulo de los celos y trifulcas entre entre folclóricas, tan sabroso para los lectores, lo deja en «amarillismo y bulos creados para que el público se entretenga con nosotras. Nada tienen que ver con la realidad. Entre Entre folclóricas no existen esas disputas disputas y rivalidades que tanto dan que hablar».
Su nana fue una copla
Su infancia nos lleva a las nanas en la cuna y a la azotea de su casa sevillana, sevillana, con baúles llenos de vestidos, vestidos, telas y todas aquellas otras cosas que usaba su tía, Juana Reina, Reina, en sus espectáculos. «Toda la familia formaba parte de la compañía. compañía. Hasta mi padre, que en lugar de oído tenía oreja, pudo entrar entrar como apuntador. apuntador. Desde muy niña me vestía con los trajes de mi tía y cantaba y bailaba imaginándome imaginándome sobre un escenario. Nunca necesité muñecas. Con 14 años actué en un teatro y poco después, después, gracias a Jesús Hermida, que me puso a cantar en televisión, tuve mi gran oportunidad». Y tanto tanto la aprovechó que este año celebra celebra sus bodas de oro artísticas.
Habla de ella y deja que escape lo más íntimo del alma. Simboliza el lirismo andaluz y el misticismo que hay en la copla. « No quiero hacer tragedia, pero he pasado momentos malos en mi vida. Mi hija murió en mis brazos poco después después de nacer y es algo que nunca he superado. Mi segundo marido no me trató bien y me dejó otra gran herida emocional. La vida, que a veces se empeña en ponértelo ponértelo aún más difícil, quiso que mi madre enfermara en uno de mis mejores momentos artísticos. La cuidé y, al poco de morir ella, lo hizo mi padre. Todo este cúmulo de cosas me sumió en un abismo emocional del que no habría podido podido salir sin la ayuda profesional de psicólogos y psiquiatras».
A sus 63 años, su balance vital es de felicidad. « Me siento dichosa con mis proyectos, mi arte, mis hijos y mis ganas». Se encuentra imparable en lo profesional y estupenda estupenda en cuerpo y alma. ¿Y el amor? «Tengo el armario lleno y duermo muy a gusto sola en mi cama grande. ¡Ojo! Eso no significa significa que cierre los brazos al amor. Si es posible, un hombre de verdad, con más cerebro que fibra muscular», muscular», bromea.