Vergüenza propia
ElEl exministro Ábalos dice sufrir de popu-lismo popu-lismo justiciero por la expulsión exprés de 24 horas que emitió su pro-pio pro-pio expartido y sus propios ex-compañeros. ex-compañeros. Su vida se ha con-vertido con-vertido en un auténtico ex mientras toma, no a cuchara-das, cuchara-das, sino a cucharones, la pro-pia pro-pia medicina que él usó en la moción de censura a Mariano Rajoy. ¿No quieres caldo? Pues toma dos tazas, dice el refrán.
Cuando en la entrevista de ayer con Carlos Alsina, el exmi-nistro exmi-nistro apelaba a establecer un límite a la responsabilidad po-lítica, po-lítica, se me pusieron los ojos como platos. ¿Estaba oyendo bien? ¿Ábalos hablando de lí-mites lí-mites a la responsabilidad po-lítica? po-lítica? ¿Era un límite acusar al PP de corrupción, cuando la sentencia del Supremo eximía al PP de corrupción?
¿Era un límite a la responsa-bilidad responsa-bilidad política, buen uso de la presunción de inocencia, acu-sar acu-sar de corrupción a las alcalde-sas alcalde-sas del PP de Valencia y Carta-gena, Carta-gena, Rita Barberá y Pilar Barreiro, casos que posterior-mente posterior-mente fueron archivados por los tribunales?
Tras participar y defender la moción de censura contra un Gobierno sin ningún caso de corrupción, y contra un partido exento de practicarla, ¿viene Ábalos a decirnos que el acoso y acuso que está sufriendo obe-dece obe-dece a razón de oportunidad?
Los que está claro es que ha habido corrupción, llámese « caso Koldo » , « Ábalos » o « PSOE». Lo que está claro es que en este caso están presun-tamente presun-tamente implicados miembros y exmiembros del Gobierno y la presidenta del Congreso de los Diputados. Lo que no está claro es la posición del PNV, ese posicionamiento de perfil que está manteniendo y no mantu-vo mantu-vo en la moción de censura.
Cuando uno no toma una postura contra la corrupción, la está apoyando tácitamente. El « me da vergüenza ajena » , máxima valoración hecha por el nuevo candidato del PNV, acabará siendo «me da ver-güenza ver-güenza propia».