Las explotaciones ganaderas sufren 3.558 ataques de lobos, un 16% más
► La organización agraria Asaja vuelve a reclamar que deje de ser una especie de protección especial al norte del Duero, «porque está muy lejos de extinguirse»
LosLos ataques de los lobos siguen siendo uno de los principales proble-mas proble-mas que sufren los ga-naderos ga-naderos de Castilla y León. El dañino efecto de la prohi-bición prohi-bición total de la caza del lobo al norte del Duero, aprobada en sep-tiembre sep-tiembre de 2021, no se detiene en su escalada, a juzgar por los datos de 2023 que acaban de conocerse.
Así lo demuestra un estudio pu-blicado pu-blicado por Asaja Palencia que señala que las explotaciones de Castilla y León sufrieron un total de 3.558 ataques de estos anima-les, anima-les, lo que supone un aumento del 16 por ciento con respecto al año anterior y del 33 por ciento con respecto a 2021.
Igualmente, el número de cabe-zas cabe-zas afectadas creció en 2023 el 9 por ciento con respecto a las de 2022, pero ya son el 30 por ciento más que en 2021. Es decir, a nivel regional los ataques y los daños han crecido un tercio con respecto respecto a los existentes antes de la prohibición, prohibición, aun cuando en parte del territorio no ha variado el régimen, porque ya estaba prohibida la caza al sur del Duero.
En esas provincias de Castilla y León situadas —sea total o parcialmente— parcialmente— al sur del río que vertebra la comunidad, las subidas han sido relativamente menores. Pero en León ha pasado de unos 160 ataques anuales antes de la nueva norma a superar los 330 ataques en 2023, más del doble; y en Burgos, Burgos, provincia que no llegó al centenar centenar de ataques (97) entre todo el trienio 2019-2021, sólo el pasado año contabilizó nada menos que 240 ataques del lobo a la ganadería, ganadería, con cerca de setecientas cabezas cabezas dañadas, fundamentalmente de ganado ovino.
Por la localización del lobo y el paulatino descenso del ovino extensivo extensivo Asaja-Palencia señala que en esta provincia, «no es tan acusado acusado el daño en Palencia, con 28 ataques y medio centenar de animales animales dañados en 2023. Pero el aumento relativo es importante, porque el promedio anual anterior al cambio de norma en el trienio 2019-2021 era de unos ocho ataques ataques anuales y dieciocho animales dañados. No hay que olvidar los 28 ataques del lobo al ganado caprino en 2023 en Palencia, con treinta y tres cabezas muertas».
Además, la organización agraria informa de que «el pasado año se saldó con veinticinco ataques del lobo al mes en la provincia de Palencia, Palencia, frente a los seis ataques mensuales que se registraron en 2019 (y apenas 3,5 ataques/mes en 2020)». Es decir, la cifra de ataques de esta especie ya se ha multiplicado multiplicado al menos por cuatro desde que
En Palencia se contabilizaron 304 ag resiones, más que las que se produjeron entre 2020 y 2022
el Ministerio de Transición Ecológica Ecológica prohibiera su caza en esta provincia.
Por este motivo, Asaja-Palencia reitera, una vez más, su reclamación reclamación al Gobierno de España «para que el lobo deje de ser una especie de protección especial al norte del Duero, porque está muy lejos de extinguirse». En este sentido, reiteran reiteran que «los crecientes daños a la ganadería provincial se acentúan y sólo el pasado año se contabilizaron 304 ataques, más que el total del trienio 2020-2022, que sumaron 295 casos. No conviene perder de vista que otros muchos no se comunican, comunican, bien porque no aparece el animal, bien por el propio hartazgo del ganadero, desanimado a denunciar denunciar al ponerse en duda que la causa del ataque sea del lobo. El número de cabezas dañadas también también va en progresión ascendente, como es lógico. «Lamentablemente, «Lamentablemente, se cumple el vaticinio que hizo Asaja-Palencia sobre el perjuicio a la ganadería extensiva que traería la decisión ministerial», subraya.