Creo en mí
HoyHoy quizá cientos de personas se mani f e starán « por la situación estructural de violencia machista y la vulnera-ción vulnera-ción constante de los derechos humanos». Es justo reconocer que, pese a que hay hombres vio-lentos, vio-lentos, que no controlan sus emo-ciones emo-ciones ni saben gestionar su frus-tración frus-tración (como también les ocurre a algunas mujeres), no es algo, ni mucho menos, que defina a todos los hombres. Se juzga a todos y, precisamente hoy, queremos de-cirles de-cirles que contamos con ellos para luchar juntos contra la violencia y las injusticias. La mayoría de los hombres también ansía el fin de la violencia contra las mujeres. Mu-chos Mu-chos son padres, hermanos, hijos de mujeres a las que aman y res-petan. res-petan. Ellos también quieren una sociedad más igualitaria porque en ella, ambos sexos salimos for-talecidos: for-talecidos: nos complementamos. Por ende, nos necesitamos.
Nuestra lucha es valorarnos, creer en nosotras y darnos nuestro lugar. Conviene no olvidar, como reza el emotivo documental, que «no estás sola». Nos limita lo que habita en nuestro interior de for-ma for-ma inconsciente. Hasta que no visibilizamos nuestras creencias limitantes no las superaremos. Las principales barreras que nos au-toimponemos au-toimponemos tienen que ver con tres premisas a transformar: no me quiero, me quiero pero no me acepto o el miedo al abandono.
A pesar del dolor, a pesar de los daños, tanto hombres como mu-jeres, mu-jeres, pero especialmente noso-tras noso-tras ya que hoy es nuestro día y porque somos las primeras en ha-cernos ha-cernos autoboicot (¡a nadie trata-ríamos trata-ríamos como a veces nos tratamos a nosotras mismas!), hemos de hablarnos con cariño y amabili-dad. amabili-dad. Y siempre con la certeza de que, poniendo de nuestra parte, evolucionando y rompiendo las cadenas que aniquilan nuestra esencia, cumpliremos nuestros sueños.
Como dice la canción de Natalia Jiménez «Creo en mí»: «Todos so-mos so-mos tan desiguales/ Únicos, origi-nales/si origi-nales/si no te gusta, a mí me da igual/de lo peor he pasado/y, lo mejor está por llegar».
Pues dicho queda.