La Razón (1ª Edición)

Putin aumenta la represión en una campaña electoral fantasma

► Con los líderes opositores exiliados, en prisión o muertos, el presidente ruso afronta sin rivales serios su reelección para un quinto mandato en el Kremlin

- Natalia Duarte.

La Comisión Electoral no aceptó a dos candidatos que pedían el fin de la guerra de Ucrania

A seis días de las elecciones presidenci­ales presidenci­ales rusas, la inexistent­e campaña electoral demuestra la falta de incertidum­bre del resultado. resultado. El eterno Vladimir Putin seguirá seguirá dirigiendo el país hasta que la salud se lo permita, en períodos de seis años, sin opciones alternativ­as alternativ­as y compitiend­o este año en las urnas contra tres rivales que ejercen ejercen el papel de meros figurantes. Durante las últimas semanas, las aparicione­s televisiva­s del presidente presidente se han multiplica­do, eclipsando eclipsando a los demás candidatos, mientras los medios callan sobre la muerte de Alexei Navalni.

El disidente, muerto el 16 de febrero, febrero, era el único político que podía plantarle cara a Putin y, tras su desaparici­ón, ese espacio ha quedado huérfano, con el resto de opositores encarcelad­os, fuera del país o enterrados. Su viuda, Yulia Navalnaya, decidida a seguir el legado de su marido, reside fuera de Rusia y no se plantea volver por miedo a una posible detención.

Vladimir Kara-murza, otra figura figura destacada de la oposición al Kremlin, fue condenado en abril del año pasado a 25 años de prisión prisión por alta traición, cooperació­n con los países de la OTAN y difusión difusión de informació­n falsa sobre el Ejército ruso. El político y periodista periodista de 42 años, había fundado en 2004, junto a Boris Nemtsov y Garry Garry Kasparov, el Comité 2008, un grupo de oposición a Putin que más tarde se convertirí­a en la fundación fundación Rusia Abierta, bajo el patrocinio patrocinio del exmagnate y enemigo de Putin Mijail Jodorkovsk­i.

Sus socios no salieron mejor parados. parados. Boris Nemtsov fue acribillad­o acribillad­o a tiros la medianoche del 27 de febrero de 2015, mientras caminaba caminaba cerca del Kremlin y Garry Kaspárov, Kaspárov, exiliado en EE UU desde 2013, ha seguido denunciand­o los abusos del poder en su país. En 2022 fue designado «agente extranjero», extranjero», una etiqueta que se utiliza utiliza contra los oponentes de forma masiva, en general periodista­s y activistas, que se ven sometidos a unos tediosos procedimie­ntos administra­tivos administra­tivos en Rusia.

La semana pasada, el Kremlin dio jaque mate al excampeón mundial de ajedrez al incluirlo en su lista de personas declaradas «terrorista­s y extremista­s», haciendo haciendo desaparece­r cualquier deseo del ajedrecist­a de volver a Rusia.

El registro de candidatos a la presidenci­a empezó con un soplo de esperanza llamado Boris Nadezhdin. Nadezhdin. Este político de 60 años se convirtió en un fenómeno social social al prometer poner fin a la guerra guerra en Ucrania en el momento de ser elegido, presentand­o ante la comisión electoral más de 100.000 firmas de apoyo, trámite obligatori­o obligatori­o para validar su candidatur­a. Semanas más tarde, la misma comisión comisión tumbó su proyecto tras alegar «irregulari­dades» en más de 4.000 firmas aportadas.

Meses antes, una desconocid­a periodista de 40 años llamada Ekaterina Duntsova se había postulado postulado como candidata desde la ciudad de Rzhev, una pequeña población de 60.000 habitantes al oeste de Moscú. Duntsova contaba contaba con el apoyo de un grupo llamado llamado Nuestra Sede, creado por varios activistas rusos para ayudar a sus compatriot­as que decidieron huir del país a establecer­se en el extranjero. Su discurso se basaba en la reconcilia­ción y el primer punto de su programa también era el de terminar con la guerra de Ucrania. Además, su proyecto exigía exigía restringir el poder acumulado por la figura del presidente y había prometido excarcelar a los opositores opositores a Putin privados de libertad. Tampoco pasó el corte.

Los tres candidatos bendecidos por la comisión electoral son viejos viejos conocidos de la política rusa y no van a plantearle ningún problema problema a Putin. Nikolai Jaritonov, del Partido Comunista, ya participó en las presidenci­ales de 2004, quedando quedando en segundo lugar. A sus 75 años, ya ha confesado que lo suyo es una revancha contra Putin y tiene todas las papeletas para repetir repetir los resultados obtenidos hace veinte años. Se encuentra entre los políticos sancionado­s por Reino Unido y Estados Unidos por su expreso apoyo a la invasión de Ucrania.

Leonid Slutski, el segundo de los elegidos, es el heredero del polémico polémico Vladimir Zhirinovsk­i, fallecido en abril de 2022. Su formación, formación, el Partido Liberal Demócrata Demócrata de Rusia ( LDPR), se ha caracteriz­ado por sus ideas ultraconse­rvadoras. ultraconse­rvadoras. Slutski fue acusado acusado por varias periodista­s en 2018 de acoso sexual, protagoniz­ando uno de los escándalos más sonados sonados de la historia política reciente. Ese mismo año, el desapareci­do Navalni publicó un informe en el que daba cuenta de los chanchullo­s chanchullo­s y corruptela­s del político ultranacio­nalista.

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AP Un cartel electoral anima a votar en San Petersburg­o

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