Cráneos deformados como signo identitario
Esta alteración corporal la practicaban los hunos, pero no es algo privativo de la estepa euroasiática, ya que se conocen ejemplos desde el Paleolítico y en diversas culturas
QuizáQuizá la población de la antigüedad más vilipendiada y de peor fama en la cul-tura cul-tura popular sea la vándala y, muy par-ticularmente, par-ticularmente, por el resignificado mo-derno mo-derno que se le dio a su nombre aunque no respondiese a su trayectoria histórica. A la par po-dría po-dría citarse también a los hunos, cuya imagen ha que-dado que-dado asociada con la más descarnada barbarie y sal-vajismo sal-vajismo por su aparición fulgurante en el último siglo del imperio romano de Occidente, su importantísimo rol político y militar fundamentalmente bajo el subli-me subli-me liderazgo de Atila y, en especial, por el retrato in-misericorde in-misericorde de las fuentes. Uno de los máximos res-ponsables res-ponsables de esta maledicencia fue el retrato paradigmático sobre la dialéctica barbarie versus ci-vilización ci-vilización que el historiador del siglo IV Amiano Mar-celino Mar-celino les dedicó. Así, sobre su nomadismo arguye que «rechazan las viviendas como si se trataran de sepul-cros sepul-cros inútiles para su vida», mientras que, para su ho-rror, ho-rror, «llevan una vida tan agreste que no precisan fuego, ni alimentos sabrosos, sino tan solo raíces de hierbas salvajes. Se alimentan con carne de cualquier animal casi cru-da» cru-da» y, aunque les concede «aspec-to «aspec-to humano a pesar de su rudeza», advierte que «son extraordinaria-mente extraordinaria-mente deformes». Aparte de su ausencia de barba, uno de los ma-yores ma-yores signos de deformidad fue la de su cráneo reflejado por diversas fuentes literarias y ampliamente corroborado por la arqueología.
Un cráneo alargado obtenido me-diante me-diante la aplicación de vendajes compresivos en la cabeza de los recién nacidos durante sus prime-ros prime-ros años de vida hasta que sus hue-sos hue-sos craneales se fijaban de forma definitiva. Aunque otras poblacio-nes poblacio-nes contemporáneas a los hunos, como los sármatas o los alanos, también practicasen la deforma-ción deforma-ción craneal, un análisis reciente sobre restos humanos hallados en la necrópolis del Barbaricum de Europa central y oriental parece evidenciar que se promovió su adopción merced al poderío po-lítico, po-lítico, militar y social del recién llegado huno.
Esta forma de modificación corporal, cuya extensión y uso se explican por su valor social y es-tético es-tético al igual que otras tantas transformaciones como los ta-tuajes, ta-tuajes, las escarificaciones, los piercings o las alteraciones den-tales, den-tales, por citar algunas conocidas, no es, desde luego, privativa ni de Europa ni de la estepa euroasiá-tica, euroasiá-tica, de donde procedían los hu-nos. hu-nos. Por el contrario, se conocen ejemplos desde el paleolítico en culturas de todos los continentes hasta nuestro presente que justifican justifican esa práctica tanto como una forma de homenajear homenajear a su héroe mítico Ambat como por sus valores valores estéticos y prácticos, pues estiman que proporciona una mayor inteligencia.
La naciente jerarquización social
La bibliografía reciente sobre la deformación craneal es inmensa y destaca un fascinante artículo publicado en 2020 titulado «Earliest-known intentionally deformed deformed human cranium from Asia» en la revista « Archaeological Archaeological and Anthropological Sciences» y escrito por un equipo de investigadores chinos. Analizan el descubrimiento del cráneo deformado más antiguo de Asia: el Hombre de Songhuajiang, un individuo que vivió entre los años 12.027–11.747 antes del presente presente y encontrado en el yacimiento de Houtaomuga, ribereño al río Songhuajiang y en la provincia del noreste noreste de China de Heilongjiang. Se trata del cráneo de un hombre joven cuya dieta, conforme el análisis del colágeno de sus huesos, se fundamentada en el consumo consumo de pescado y que experimentó experimentó durante su infancia la compresión compresión de su cráneo por una superficie dura posibilitando, de este modo, su deformación craneal. Resulta fascinante la interpretación. A tenor tenor de la escasez de paralelos de la misma época, el comienzo del holoceno, holoceno, o la fase geológica que define define al tiempo posterior al fin de la última glaciación salvo en el Próximo Próximo Oriente, en la cueva de Shanidar Shanidar (Irak) y Jericó, y en Nacurrie en Australia, los investigadores estiman estiman que es una muestra evidente de la naciente jerarquización social que comenzó a desarrollarse en las sociedades de cazadores-recolectores cazadores-recolectores previas al neolítico y conforme conforme al desarrollo demográfico constatado constatado en este período de unas comunidades que buscaban las ventajas del desarrollo de la estratificación estratificación social.
Ciertamente, insisten, conforme conforme su dificultad, planificación y visible resultado, no es una práctica práctica casual sino intergeneracional y ritual realizada intencionadamente intencionadamente de padres a hijos y que respondía respondía a unas «creencias culturales y a una identidad social específica» enfocada tanto al conocimiento social del resto de miembros del grupo donde se insertaban los individuos individuos así modificados como para el conocimiento del resto de grupos que residiesen en sus inmediaciones. inmediaciones. De este modo, «los factores naturales y sociales que llevaron a la práctica» la deformación deformación «son críticos para la comprensión comprensión de la evolución temprana de la complejidad social».