La brecha estética
Sabino Méndez ► Si existe hoy en día un terreno abonado para la sátira costumbrista es el de la vida política catalana
SiSi existe hoy en día un terreno abonado para la sátira costumbrista ese es sin duda el de la vida política catalana. Las insensatas iniciativas de los grupos políticos de la región en los últimos años han creado un pai-saje pai-saje de decisiones incongruentes y estrategias incoherentes que solo produce confusión e inope-rancia. inope-rancia. De una manera inespera-da, inespera-da, la matemática que arrojaron las últimas elecciones a nivel esta-tal esta-tal ha contribuido, además, a que todas esas dinámicas sin pies ni cabeza adquirieran un peso deter-minante deter-minante en la supervivencia del gobierno central.
Si nos ponemos en la piel de un joven catalán que acceda ahora al despertar, clásico de la edad, y a la incorporación a la vida política y proyecto cívico del país, entende-remos entende-remos que tenga motivos de sobra para quedarse pasmado. El pri-mer pri-mer motivo será puramente esté-tico. esté-tico. Es enorme la distancia que existe entre su cotidianidad de «influencers», pop urbano, pandi-llas pandi-llas de amigos y redes sociales frente a las escenificaciones retó-ricas retó-ricas absolutamente estereotipadas estereotipadas de los políticos. No debería extrañarnos que vean cualquier tipo de vida parlamentaria como una sesión de cine mudo.
Mirado satíricamente, la derecha derecha nacionalista de Junts desprecia desprecia y connota a los conservadores mesetarios, pero luego se visten y comportan como si su máxima aspiración fuera ser integrantes de Taburete. Como contrapartida, muchas de las diputadas de ERC tienen una apariencia similar a la de un bajista de un grupo de heavy heavy metal. Y que decir de las CUP: sus desalentados representantes masculinos, aparte de votar ocasionalmente ocasionalmente con fervor en pro de Junts (la derecha), dan la sensación sensación de tener solo dos pantalones de pana en el armario y, de puro idealistas, más de un lustro sin conocimiento conocimiento carnal. Maravilla pensar pensar lo que hubieran podido escribir escribir grandes caricaturistas como Mark Twain o Dickens con todo este teatro costumbrista.
No poseo el talento de esos grandes grandes genios, pero eso no me impide detectar como esa brecha estética se ha contagiado ya también al gobierno gobierno central. A cualquier civil de
Al pasar a la brecha ética, el abismo aumenta: se proponen leyes con la excusa de reconciliar
a pie le llama la atención la chocante chocante (cuando no inquietante) mirada gélida de niña telequinésica telequinésica de Belarra. Si nos aproximamos al círculo más cercano al presidente presidente del gobierno nos encontramos con que Santos Cerdán y Óscar Puente tendrán –sin ningún tipo de duda– grandes capacidades y mentes excepcionalmente dotadas dotadas para la política. Pero, a la hora de manifestarse y moverse, lo hacen hacen con un porte (¿cómo podría decirlo sin ser ofensivo?) de cierto aire simiesco. Incluso con las mejores mejores intenciones, transmiten la misma placidez que la guardia pretoriana de Calígula. La aceleración aceleración nerviosa con que siempre se muestra la vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, Montero, no ayuda: parece precisamente la feroz madre de la niña telequinésica telequinésica en «¿Qué he hecho yo para merecer esto?» de Almodóvar.
Si de la brecha estética pasamos a observar la brecha ética, el abismo abismo aumenta. Se nos proponen leyes con la excusa ociosa de supuestamente supuestamente reconciliar a una población que curiosamente no está peleada. Da la sensación de que la amnistía se hace más bien para reconciliarse entre ellos, los políticos. Pero no se reconcilian y ni siquiera son capaces de ponerse de acuerdo para sacar adelante unos presupuestos que la población población necesita. Se enfadan unos partidos con otros y adelantan las elecciones regionales. ¿Para este viaje hacían falta tantas alforjas? ¿No tienen la desasosegante sensación sensación de estar presenciando un desfile de fenómenos de feria?
Hay quien dice que el adelanto es toda una operación calculada conjuntamente para impedir que se presente como candidato un Puigdemont al que han inflado más de lo que pensaban con sus desesperadas iniciativas legislativas. legislativas. Hasta me tranquilizaría algo poder creerlo, porque eso significaría significaría que hay alguien calculando. Pero no me lo parece. Contra lo que se pueda pensar, no creo que Pedro Sánchez sea ese psicópata frío que se dice. Me parece más bien un hombre desbordado, empeñado empeñado en la táctica nefasta para un país de ir tirando según se presenta presenta el día. Embarcado en esa dinámica ha contagiado a toda la política que le rodea de ese funcionamiento, funcionamiento, como el empuje de unas fichas de dominó cayendo. Y, ahora, toda la política, hasta en la última autonomía, condicionada condicionada por ese centro, tomará sus decisiones decisiones así.