La Razón (1ª Edición)

El valor de la firma notarial

- José Ángel Martínez Sanchiz José Ángel Martínez Sanchiz es presidente del Consejo General del Notariado

ElEl valor de la firma notarial consis-te consis-te en que pone término al instru-mento instru-mento público, al tiempo que da vida y refleja los pensamient­os y sentimient­os de la persona a los que dota de efectos jurídicos.

La firma es el fin de un proceso que acaba con la autorizaci­ón por el notario del ins-trumento ins-trumento público. Pero esa firma no es en ningún caso una pegatina, un simple sello, sino que implica la asunción por el notario de la responsabi­lidad en lo que atañe a la verdad de lo narrado y la legalidad del acto jurídico de que se trate. El instrument­o público público refleja así la « verdad oficial», como consecuenc­ia de la condición funcionari­al del notario, investido de la fe pública notarial, notarial, que trae como consecuenc­ia la autenticid­ad autenticid­ad del documento.

Ahora bien, la importanci­a de la firma notarial no se limita a la autenticid­ad, sino que trasciende, pues al notario muchas veces veces no se va a firmar, sino a preguntar.

No es infrecuent­e que comparezca una persona para contarte sus desvelos y preocupaci­ones. preocupaci­ones. A veces, para compartir su soledad. Incluso, en alguna ocasión, tras contar sus cuitas y ordenar los hechos, ocurre ocurre que se levanta y te da las gracias por el simple hecho de haberla escuchado. Escuchar Escuchar es un principio cardinal de la actuación actuación notarial. Tampoco faltan las ocasiones en las que se pide consejo, con la angustia de «qué hacer » o asesoramie­nto sobre «cómo proceder».

Pero lo importante es que quien comparece comparece en un documento notarial gana con la firma del notario tranquilid­ad, fruto de la confianza que la sociedad ha depositado en nosotros.

La seguridad jurídica es un concepto abstracto, abstracto, un macro concepto, pero la tranquilid­ad tranquilid­ad es un sentimient­o que no tiene precio. Esto no quita que nuestra función, desde una perspectiv­a global, sea fundamenta­l para la seguridad jurídica, y que la seguridad jurídica sea el basamento de todo Estado que se precie, como apoyo imprescind­ible para la convivenci­a social, el desarrollo empresaria­l empresaria­l y económico, y sustento de un espacio espacio de libertad y justicia.

Puede ocurrir, es lógico, que alguien piense piense que eso de ir al notario es un trámite formal, formal, un atraso burocrátic­o. Pero la lógica se desmiente con los hechos, con las ventajas que reporta la actuación notarial, acompasada acompasada a las nuevas tecnología­s.

No es malo ir al notario, incluso dos veces para una misma operación. Así ocurre en la firma de un préstamo hipotecari­o para la adquisició­n de vivienda. Hay una visita anterior anterior a solas con el notario, para que este revise y explique toda la informació­n precontrac­tual. precontrac­tual. Acudiendo al símil de la medicina, medicina, no hay operación importante sin preoperato­rio; en el caso de los notarios que, desde luego, no somos cirujanos, no hay diagnóstic­o sin pruebas clínicas realizadas realizadas con antelación.

Por eso, al ir al notario, hay que saber que, incluso aquello que pudiera parecer muy fácil o evidente, lo que a veces no es más que un espejismo, con la intervenci­ón notarial, con la firma del notario, adquiere firmeza y goza de una eficacia especial, para la tranquilid­ad tranquilid­ad de todos.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain