«Gibrexit»: Exteriores cede los poderes a Picardo
Las concesiones del Gobierno alejan a España de sus reivindicaciones
Tras filtrarse el contenido del preacuerdo de Nochevieja con Reino Unido sobre Gibraltar han saltado las alarmas por lo abultado de las concesiones, la ausencia de contraprestaciones por parte de Londres y la opacidad en las comunicaciones del Gobierno. España consolidaría así el estatus de la colonia y se quedaría sin herramientas para hacer valer su soberanía.
A medida que van conociéndose más detalles del principio de acuerdo anunciado por la ministra de Exteriores en Nochevieja, la preocupación va convirtiéndose en alarma al constatarse que, si finalmente se llega a firmar un tratado, uno de los paraísos fiscales más opacos del planeta, la colonia británica de Gibraltar, podrá desarrollar sus tortuosas actividades financieras y ampliar aún más su régimen fiscal privilegiado con menos cortapisas que hasta la fecha y sin que, además, España cuente con herramientas objetivas para hacer valer la reivindicación de soberanía sobre la última colonia que queda en Europa.
Pero no solo es preocupante el fondo: también lo son las formas. 24 horas después del acuerdo comercial de Nochebuena entre Reino Unido y Bruselas las 1.500 páginas de su articulado estaban publicadas online en las 26 lenguas oficiales de la Unión. Doce días han pasado del «principio de acuerdo» respecto a Gibraltar y ni la opinión pública ni los partidos políticos han recibido información cabal sobre su contenido más allá de las breves explicaciones de la ministra González Laya en su apresurada rueda de prensa de Nochevieja.
Prueba de la improvisación y de la escasa claridad de los términos sobre los que se ha construido este «principio de acuerdo» es que cada vez que el Gobierno hace público algo de su contenido a través del diario «El País», las autoridades locales de Gibraltar contestan con un desmentido que contradice punto por punto la que, es de suponer, es la postura del Gobier
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