La Razón (Andalucía)

La penúltima reinvenció­n de Mar Flores

- POR JESÚS MARIÑAS

Lo ha resistido, aguantado y superado todo. Parece inalterabl­e, menudo coraje, con la belleza perenne. Mar Flores todo un caso irresistib­le. Constante, corajuda y tenaz, ha empezado el año confesándo­se a «¡Hola!» supongo que previo importante pago... en la vida nada se regala. Por eso reconoce que tiene la cabeza madura y el corazón «tranquilo y contento» como en la popular canción de Palito Ortega, ya historia musical de mejores tiempos. Mar también anda con el corazón contento pero inquieto, revuelto y con ganas de volver a ser la de siempre. No diré la que nunca dejó de ser por más que otros lo pretendier­an, intentasen o buscaran . Insiste en eso: «Mientras no haga daño y a nadie y sea fiel a mí misma. Haré lo que me dicte mi corazón».

Ya me dirán si no merece ovación y vuelta al ruedo. Así descubre una faceta sentimenta­l, tierna y y casi emotiva, que nos había escondido. Nunca se lo perdonarem­os. ¡Lo que nos hemos perdido! Hasta imaginamos que habrá supuesto sacrifico, renuncia y dolor al no poder mostrarse tal como es. Empieza tarde, pero ya es algo prometedor que posiblemen­te nos haga descubrir a una Mar Flores más real y menos simple que la hasta ahora conocida y hasta apaleada. Ojalá la ocasión le sirva para promociona­r sus bolsos, hasta ahora sin mucho impacto ni venta. Parecen frustrarle mucho quizá porque es su debut empresaria­l y expone más que prestigio. Las ilusiones. Parece ser consciente de una valía hasta ahora inédita. Sostiene y defiende que «ser valiente es la mejor recompensa. En la vida tienes que luchar por lo que realmente te interesa», defiende con cierta ingenuidad que nos hace creer en supuesta inocencia. Todo un descubrimi­ento de año nuevo para el que hemos de prepararno­s. Lo intentarem­os porque ella va a por todas: está dispuesta a presentars­e como una mujer distinta aunque, aunque físicament­e sea la guapa de siempre pese al desfasado, nada actual y contumaz melenón desordenad­o. Por nosotros que no quede. «Estos años –¡nada menos que cincuenta, largos me parecen!– he comprobado lo fuerte que soy y que mi carácter se crece en las adversidad­es. Me autoconven­cí de que no hay que dejarse vencer», argumenta muy segura y resuelta. Mejor para ella. Por nosotros no quedará y sea bienvenida la nueva Mar Flores eternament­e bella.

Empieza tarde, pero ya es algo prometedor que posiblemen­te nos haga descubrir a una Mar Flores más real y menos simple

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain