La Razón (Andalucía)

Peterhanse­l es el amo del desierto

Conquistó su decimocuar­ta victoria en el raid más duro. Ha ganado en África, Suramérica y Arabia Saudí

- POR FRAN CASTRO MADRID

Tiene 55 años, ha participad­o en el Dakar en 33 ocasiones y su primer triunfo llegó en 1991. Ayer conquistó su décimo cuarta victoria, la octava en la categoría de coches porque antes ya tenía en su mochila otras seis coronas más en motos, que fue donde empezó a destacar. El francés Stéphane Peterhanse­l es conocido como «Monsieur Dakar» y desde luego hace honor a este apodo. Es el único piloto que ha ganado en los tres continente­s en los que se ha disputado este raid: África, Suramérica y Arabia Saudí.

Peterhanse­l siempre es el piloto a batir y, esta vez, ni Carlos Sainz ni Nasser Al-Attiyah pudieron con él. Con su tremenda experienci­a demostró que fue el mejor en adaptarse a la nueva navegación, algo a lo que contribuyó de forma notable su copiloto, Edouard Boulanger, otro expiloto de motos y un experto navegante, que ejerció funciones de rastreador de mapas para los equipos oficiales de KTM en motos y Toyota en coches en anteriores ediciones. Un auténtico señor del desierto lleno de intuición y capaz siempre de mantener el rumbo. Los dos lograron el triunfo para el equipo Mini, cuyos buggies le ganaron la partida, otra vez, a los Toyota oficiales. «Cada carrera es igual de difícil de ganar. Siempre hay que darlo todo, hay que dominarlo todo, hay que tener un buen coche, un buen equipo... Y, al final, el error es humano y, aunque consigamos todo lo demás, es fácil cometer un error», concluyó el galo.

La segunda plaza fue para el qatarí Nasser Al-Attiyah y su copiloto Mathieu Baumel mientras que la tercera fue para Carlos Sainz y Lucas Cruz, una posición brillante a pesar de no revalidar el título conseguido el pasado año: «Estoy contento a medias. Contento por el podio, pero creo que no hemos hecho la carrera que nos gustaría. No podemos estar cien por cien satisfecho­s. Nos costó mucho entender este sistema del libro de ruta, pagamos por ello y perdimos dos veces media hora. Al final, el Dakar no puedes ganarlo así», se sinceró Sainz. En cualquier caso, el madrileño se mostró «contento por el equipo y contento por Stéphane». «Merece ganar este Dakar, lo ha hecho fantástico. Creo que a nivel de ritmo y velocidad lo hemos tenido todo, toda la carrera, pero nos ha faltado entender un poco mejor el libro de ruta», reiteró.

El otro gran protagonis­ta español fue Nani Roma, que acabó quinto en la clasificac­ión general en la categoría de coche con un nuevo proyecto de Prodrive al volante del BRX Hunter. Hay que recordar que Roma es uno de los tres pilotos en el mundo que han ganado el Dakar tanto en coches como en motos, un honor que comparte con el propio Peterhanse­l y Auriol, fallecido la pasada semana tras una larga enfermedad.

En motos, el triunfo fue para el argentino Kevin Benavides a los mandos de una Honda por delante de Brabec y Sunderland. El salmantino Lorenzo Santolino alcanzó la meta en sexto lugar de la general. Él es el futuro del Dakar en esta categoría. Laia Sanz volvió a terminar la prueba, once de once ediciones, y lo hizo en la décimo séptima plaza después de un año muy complicado para ella.

Carlos Sainz, con 58 años, y Lucas Cruz acabaron terceros, en una edición en la que nunca se sintieron a gusto

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REUTERS Después de 12 duras etapas, el piloto francés de Mini logró el triunfo con 14 minutos de ventaja

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