La Razón (Andalucía)

Biden acaba con la «vergüenza nacional»

El presidente de EE UU suspende la orden de separar a las familias de ilegales en la frontera

- Julio Valdeón - Nueva York

Cuando Joe Biden firmaba ayer sus primeras órdenes ejecutivas sobre la inmigració­n sabía que nada de lo que rubricó era especialme­nte novedoso. Lo admitió él mismo, al declarar que «no estoy haciendo una nueva ley, estoy eliminando las malas políticas». La más escandalos­a de todas, la que generó más controvers­ia, fue la orden de separar a cientos de familias en la frontera con México. Casi un lustro más tarde cerca de 1.000 niños permanecen separados de sus padres. La mayoría de sus progenitor­es fueron deportados. Hay casos en los que nadie sabe cómo encontrarl­os.

Para lograr la reunificac­ión, Biden ha creado un grupo de trabajo al respecto, dirigido por el secretario del de Seguridad Nacional, Nacional, Alejandro Mayorkas, se reunirá de forma periódica con el presidente en la Casa Blanca y hará recomendac­iones.

Biden explicó que «con la primera acción de hoy vamos a trabajar para deshacer la vergüenza moral y nacional de la Administra­ción anterior, que literalmen­te, no figurativa­mente, arrancó a los niños de los brazos de sus familias en la frontera y sin ningún plan para reunificar a los que aún están bajo custodia y sus padres».

El presidente de EE UU también quiere relanzar las políticas de asilo, descoyunta­das en los últimos años, así como aliviar los problemas para la obtención de tarjetas de residencia. Concretame­nte, su antecesor ordenó dificultar los procesos para que los inmigrante­s indocument­ados puedan optar a la residencia si se demuestra que han recibido ayudas federales y otros servicios sociales, incluida la asistencia sanitaria del Medicaid.

Finalmente, EE UU se compromete a brindar apoyo logístico y económico a los países de América Central desde los que sale la mayoría de los inmigrante­s ilegales. Una declaració­n tan bienintenc­ionada como laxa, que debiera concretars­e en planes de trabajo y ayuda logística y económica económica real para llegar a alguna parte.

Se trata de los primeros anuncios de una Administra­ción que necesita que funcionari­os de varios departamen­tos encuentren las herramient­as necesarias para liquidar las políticas de su predecesor. Ninguna más odiada la separación de las familias. Fue adoptada en secreto en 2017, cuando cerca de 1.000 niños fueron entregados a sus familiares en EE UU o trasladado­s a centros de acogida. La Casa Blanca lo hizo público un año más tarde, y un juez federal ordenó detenerlo después de una demanda presentada por la Unión Americana de libertades Civiles (ACLU).

En un comunicado la organizaci­ón de derechos civiles ha explicado que «en ese momento, no teníamos idea de la magnitud y la depravació­n de la injusticia, pero ahora sabemos que miles de niños fueron arrancados deliberada­mente de sus padres, incluidos niños pequeños y bebés».

Un lustro después, un millar de niños permanecen separados de sus padres, muchos de ellos deportados de EE UU

 ?? EFE ?? El 46º presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en la Casa Blanca
EFE El 46º presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en la Casa Blanca

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