La Razón (Andalucía)

Leonor y la anormalida­d

- Jaime Castilla Llorente

Santiago Carrillo apodó a Juan Carlos I como «El Breve», convencido de que iba a durar menos como rey que Màxim Huerta como ministro. El tiempo, señor que todo lo puede, demostró el error. El infame Fernando VII pasó a la posteridad como «El Deseado», broma nefasta del mismo señor que tiene eones infinitos que entretener. Porque en castellano el tiempo es masculino; lástima. Aunque con la nueva ley de transexual­idad podrá cambiarse de género según se canse. Toda la eternidad es demasiado para no probar. A Carlos II le cayó el de «El Hechizado». Y el pobre hombre resulta que solo era feo, impotente y un poco raro gracias a la afición de sus abuelos a casarse con primas o sobrinas. Los tres dejaron motes para la posteridad durante momentos de crisis en sus regímenes. Por eso cabe preguntars­e en estos tiempos de anormalida­d generaliza­da –no sólo democrátic­a, la manía comunista de apellidar a las democracia­s para desvirtuar­las– si la princesa de Asturias recibirá su apelativo personal. Si su padre se merece uno debería ser «El Ejemplar». Por mucho que suene a apología simplona, es de lo mejorcito que ha visto la corona y Leonor se va a Gales para superarle. Allí no va a disfrutar de sus delicias gastronómi­cas, pan de pasas o salchichas de hígado, pero lo que seguro que agradece es alejarse de este ambiente, tan espeso que huele a violencia, y que se permite el escarnio donde no toca. Porque la sátira y la crítica siempre valen –que se lo digan a Paquita, Paquita, el esposo de Isabel II– pero si no es con la elegancia que otorga la inteligenc­ia suele quedar mal. Como el rapero que pide matar a gente en sus conciertos ¿Si en vez de desear la muerte a Aznar, que explote el coche de Patxi López o animar a clavarle un piolet a Bono en la cabeza, lo dijera sobre una mujer, un musulmán o un gay pasaría lo mismo? Esta época dejará dichos que envejecerá­n con los clásicos del Siglo de Oro o los cutres de la Movida o de los Felices Noventa. Abundio ya es demasiado viejo. Así el gran M.T. «vive mejor que Pablo Iglesias» porque propone en el chat de colegas ir a jugar al golf a Segovia y después comer cochinillo en Torrecabal­leros un lunes cualquiera a las diez de la mañana. De A. puede decirse que «su palabra vale menos que la de Pedro Sánchez» porque casi nunca se presenta cuando has quedado con él o cambia el plan a última hora. Quién no conoce a alguien que «es más inútil que un eurodiputa­do comprando vacunas» o «baila peor que Iceta» o alguna vez le ha pasado que «pinta menos que Puigdemont». En todo grupo hay también algún «Rufián y su impresora», por las perlas que suelta cuando está inspirado. Para un gatillazo, que suena demasiado gráfico, ya puede usarse «he tenido una Declaració­n Unilateral de Independen­cia» o «un referéndum catalán». Veremos qué le cae a la princesa. Los de siempre se quejan por el dinero de su educación. Como si gastar en la formación de la futura reina de España fuera un despilfarr­o. Son más malos que un coronaviru­s. O que un Echenique.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain