España crecería un 6,7% más si mejora la capacidad digital de los trabajadores
Fomentar las habilidades tecnológicas en los empleados impulsará el empleo en todos los sectores, sobre todo en consumo e industria
Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) pueden contribuir a acelerar el cumplimiento de cada uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ODS). El pasado mes de septiembre, se cumplieron cinco años de la entrada en vigor de la Agenda 2030 ratificada por 193 países y que define una hoja de ruta, una estrategia y unos objetivos compartidos de forma universal para abordar los grandes retos globales de la humanidad. Pero, ¿cómo se recoge en esta guía global la lucha contra la brecha digital? Son varios los objetivos relacionados con este asunto. Por ejemplo, el ODS 8 sobre «empleo digno y crecimiento económico» se relaciona con el requisito de tener habilidades tecnológicas para aspirar a mejores posiciones dentro del mercado laboral o a esquemas de emprendimiento. Mientras que el objetivo número 10, la «reducción de las desigualdades entre países», se relaciona directamente con acortar la brecha digital. Por su parte, el ODS 9, centrado en «construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación», incluye entre sus metas «aumentar significativamente el acceso a la tecnología de la información y las comunicaciones y esforzarse por proporcionar acceso universal y asequible a Internet».
Queda camino por recorrer. Mientras que casi el 40% de la población mundial vive en países de bajos ingresos, alrededor de mil millones de personas no tienen acceso a las TIC. En el caso concreto de España, un informe elaborado por PwC y el World Economic Forum, recoge que nuestro país crecería un 6,7% más y generaría 220.000 empleos en 2030, si acomete la falta de capacidades digitales del mercado laboral. España sería el país de la UE –y el cuarto de la OCDE– más favorecido, en términos de crecimiento económico y de empleo, si consiguiera cerrar el gap de capacidades digitales de su mercado laboral. En el mundo, la inyección de la economía global alcanzaría los 6,5 billones de dólares y supondría la creación de 5,3 millones de empleos netos nuevos.
El estudio, que fue presentado el pasado enero en el Davos Agenda 2021, analiza cómo el auge de la automatización y de la digitalización ha transformado el mercado laboral, impulsando la eficiencia y la productividad, pero también está creando un gran problema en todo el mundo: la falta de empleados con las capacidades digitales necesarias para los puestos de trabajo disponibles. En términos absolutos, el incremento de las competencias digitales de la fuerza laboral incrementaría el PIB español en unos 132.000 millones de dólares en 2030.
Incremento de empleos
Los nuevos puestos de trabajo generados supondrían un incremento del empleo del 1,2% y la productividad aumentaría un 9,5%. El sector más beneficiado en nuestro país sería el de Servicios a Empresas –incluye desde los servicios profesionales hasta la externalización de cuestiones como la limpieza o la seguridad– que en la actualidad supone el 22% del PIB español y que crecería un 7,3%, en torno a los 32.000 millones de dólares, seguido de la Industria (+7% y unos 17.000 millones de dólares) y el de Consumo (+6,5% y 22.000 millones de dólares), aunque todos los sectores experimentarían crecimientos de la actividad relevantes.
Por otro lado, el documento resalta la importancia de una mayor colaboración público y privada entre los gobiernos y los responsables empresariales, para impulsar las iniciativas de capacitación digital de los empleados en todo el mundo e incluye, además, otras conclusiones interesantes: China (1.986 millones de dólares), Estados Unidos (902.000 millones de dólares, India (571.000 millones ), España (132.000 millones de dólares) y Reino Unido (119.000 millones de dólares) son los países que obtendrían más ganancias en términos absolutos. Si hacemos el análisis en porcentaje del PIB, China (+7,5%), India (+6,8%), España (+6,7%) y Australia (+5,9%) liderarían la clasificación. Por sectores, más de la mitad del incremento del PIB mundial en 2030 vendrá de los segmentos de Servicios a Empresas, Consumo e Industrial. Otros sectores que, tradicionalmente, han experimentado crecimientos menores durante décadas, como los de Salud y Cuidados Sociales, pueden beneficiarse también significativamente de las políticas de capacitación del personal.
Alemania o Japón serán algunas de las economías desarrolladas con menos incrementos en términos de crecimiento económico –un 0,3% y un 0,2%, respectivamente–, como consecuencia de su alta productividad y de la buena capacitación de sus profesionales.
Dotar a los empleados de todo el mundo de las capacidades digitales necesarias en los próximos años transformaría la economía mundial para hacerla más intensiva en conocimiento: las máquinas y las tecnologías se ocuparían de las labores más rutinarias y las personas de las de mayor valor añadido.
El informe recomienda poner en marcha programas de capacitación digital de los mercados laborales de todo el mundo. Gobiernos, empresas y el sector de la educación deberían trabajar conjuntamente y los Estados impulsar con agilidad y rapidez las distintas iniciativas nacionales, en colaboración también con las ONG, y que las empresas incrementen sustancialmente sus inversiones en la formación de sus profesionales.