Los policías de Linares, acusados de lesiones agravadas con ensañamiento
Se investiga el uso de munición real en los disturbios y las asociaciones acuden a la Fiscalía
Los dos policías nacionales detenidos el viernes por agredir cuando estaban fuera de servicio a un hombre y su hija de 14 años en un bar en Linares están siendo investigados por «un presunto delito de lesiones agravadas por el empleo de métodos o formas peligrosas», en la que «ha mediado ensañamiento». El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Linares, en funciones de guardia, ordenó en la madrugada del sábado al domingo el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza de los dos agentes.
Fueron llevados hasta la prisión Jaén II, aunque anoche fueron trasladados a un módulo especial de la cárcel Sevilla I. Tanto el agente como el subinspector, a los que se les retiró la placa y la pistola tras ser detenidos el mismo día de la agresión, se negaron a declarar ante sus compañeros de la Policía en Linares, aunque sí lo hicieron ante el juez, por vídeo conferencia desde la Comisaría de Jaén, a donde fueron trasladados por motivos de seguridad al registrarse protestas ante los juzgados donde debían ser llevados.
En los disturbios generados el pasado sábado se cruzaron límites más allá de lo razonable. La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDH-A), entre otras, ha registrado una denuncia ante la Fiscalía de Jaén. Fuentes policiales reconocieron que durante la carga se produjo «un disparo» con una arma de fuego real, que hirió con perdigones a un hombre y una mujer. Ambas víctimas fueron atendidas en el hospital San Agustín de la localidad. Las mismas fuentes califican el suceso de «lamentable error». Según explican, dentro de la investigación abierta, se baraja que un agente cogió «por error» de unos de los vehículos policiales una escopeta tipo «franchi» que en ese momento estaba cargada con munición real.
La líder de Anticapitalistas Teresa Rodríguez calificó este hecho de «absolutamente inaceptable». «Aún no he escuchado la condena de las fuerzas políticas andaluzas a la actuación de la Policía en Linares, tanto en la agresión como en los disparos con munición real durante los disturbios. Tampoco del Ministerio del Interior», aseguró en Twitter. Rodríguez y los diez diputados expulsados del grupo de Adelante Andalucía anunciaron que instarán a la Cámara a la aprobación de una declaración institucional que condene condene la violencia policial. Por su parte, cinco sindicatos de la Policía Nacional difundieron un comunicado conjunto en el que condenan «sin matices» la agresión de los agentes, «un hecho puntual» para el que piden respetar la presunción de inocencia hasta que haya sentencia firme, cuestionando por «desproporcionada» la decisión del juzgado de dictar la prisión provisional. En el texto secundado por Jupol, SUP, CEP, UFP y SPP, los sindicatos de Policía Nacional representativos de la comisaría Provincial de Jaén, se califica el comportamiento de los dos policías como «injustificable» y lamentan que el rechazo social por estos hechos derivara en escenas de violencia que ven también «injustificada», al considerarla «igualmente rechazable» por las lesiones provocadas en policías y los daños causados en el mobiliario urbano.
De otro lado, José Luis, cuñado del agredido por los dos agentes, relató al programa Espejo Público de Antena 3 su versión. Contó que ambos iban a salir del bar cuando el policía más corpulento chocó con su cuñado con el hombro. Ambos intercambiaron un comentario simpático pero sin ninguna violencia, según apuntó. El agente que estaba fuera entró en el bar y le preguntó a su compañero: «¿Qué le pasa a este gilipollas?». Hubo un cruce de insultos y comenzó la pelea. Uno de los policías se encaró contra él: «Empezó a decirme que hasta que no sangrara no iba a parar».
Ante estos hechos, la delegada del Gobierno en Andalucía, Sandra García, pidió «sensatez y calma» a la ciudadanía de Linares, al tiempo que valoró el «magnífico servicio público» que realiza este cuerpo policial.