«Carmina burana», de Carl Orff.
Soprano: Elena Sancho. Contratenor:
Xavier Sabata. Barítono: Enrique Sánchez. Pianos: Jesús Campo y Sergio Espejo. Miembros de la Orquesta y Coro Nacionales. Director: David Afkham. Auditorio Nacional, 12-II-2021.
Una vez más, aquí tenemos la popularísima y siempre aclamada obra de Orff, una pera en dulce para un coro aguerrido y dispuesto y un director presto, claro y cuidadoso del ritmo. Son mimbres que afortunadamente ha tenido la interpretación que comentamos a continuación. Se ha basado en la versión para dos pianos y percusión, como sustitutivos de la gran orquesta, salida de las manos del propio compositor. Se reduce con ello la monumentalidad, pero se mantienen las características rítmicas, los «ostinati», la simplicidad de trazo, las síncopas repetitivas, los «martellati» y los contrastes monumentales. Aunque con menos decibelios y colorido. Afkham, como es su costumbre sin batuta, marcó, subrayó, modeló, dibujó y manejó tanto un gesto suave y de fino trazo como uno más amplio y conminativo en busca de las explosiones más rotundas. Tras un comienzo en el que la conjunción y la entonación fueron más bien dudosas, todo se asentó y se silabeó con propiedad. El semicoro «Veris leta facies» fue expuesto con suma sutileza. Enseguida escuchamos a Enrique Sánchez, miembro reciente del Coro, que hubo de sustituir a toda prisa al inicialmente previsto Manel Esteve; y