Moreno pide «paciencia» porque aguantará meses las restricciones
El presidente de la Junta admite que ya no se marca metas ante la covid, «ni primavera ni verano». Avisa de que una desescalada rápida puede llevar a «frenar en seco» después
«No soy capaz de poner ningún tipo de meta, yo ya, y creo que todos, vivimos el presente y tenemos que ir con luces largas». Con el fluir de ese cupo de palabras admitía ayer el presidente del Gobierno andaluz, Juanma Moreno, que no saben hasta cuándo durará la onda expansiva de la Covid-19 y que las restricciones que ha provocado llegaron para quedarse un tiempo. «De qué nos sirve desescalar de manera rápida, si después vamos a tener que frenar en seco», se preguntó desde Úbeda, en Jaén, hasta donde se desplazó para visitar el hospital.
El máximo dirigente del Ejecutivo autonómico aseveró que la hoja de ruta marcada pasa ahora por «ir pasito a pasito» e «intentar que las vacunas lleguen al máximo posible de personas en Andalucía». Señaló que, aunque se haya superado el pico de contagios de la tercera ola de la enfermedad, la región está aún envuelta en ella, como demuestra el que haya todavía más de 3.000 hospitalizados y más de 600 pacientes en unidades de cuidados intensivos (UCI) de la región, en definitiva, que exista «mucha tensión hospitalaria». «No estamos en circunstancias como para poder normalizar toda la actividad social y la movilidad», advirtió, para pedir a continuación «paciencia». Moreno reiteró que la Junta actuará «en función de las circunstancias», atentos a si, «a lo largo de lo que resta de este mes de febrero la tendencia sigue», y a si se van «desalojando los hospitales», para ver si «se puede hacer alguna cosa». «Pero siempre con limitaciones», matizó rápido, para dejar claro que éstas «van a estar presentes» hasta que esté «vacunado» el «70% de la población». «Tenemos que mentalizarnos», deslizó, consciente de que sus frases le acarrearán «críticas» y de la «desesperación» de una parte de la ciudadanía que dijo entender. En ese punto, el popular sostuvo que, actuar «cumpliendo» con su «obligación moral» implica intentar salvar el mayor número de vidas posible, lo que se logra gracias a las restricciones a las que ha obligado el coronavirus. «Van a seguir predemia, sentes», recalcó, porque «queda todavía un trecho importante». «Una vez que las h os pita lizac iones, los contagios y los ingresos desciendan y tengamos un respiro todos, podremos plantearnos muchas cosas, pero ya no me pongo metas, ni primavera ni verano», martilló. Y hay una razón: «El virus nos ha enseñado que da giros inesperados y que nos sorprende cuando menos lo esperamos con subidas explosivas. No quiero alentar falsas expectativas», se explicó. Moreno defendió que hay que acostumbrarse a «convivir» con la panpor panpor lo menos «los próximos meses», si bien afirmó que «hay luz al final del túnel», gracias a la vacunación. «Estoy convencido –proclamó– de que si a partir de abril tenemos alrededor de los cuatro millones que nos corresponde rían, podemos en junio llegar al 70%». Mientras, llamó a la «responsabilidad» pero también animó a tener «ilusión por el futuro y esperanza», ya que la región dejará atrás la crisis sanitaria. De momento ayer, sumó 1.788 casos, 815 más que la jornada previa, pero más de un millar menos que hacía una semana. Sevilla y Málaga acapararon el 42,5%. Hubo que lamentar también 77 muertes en 24 horas, 36 menos que el miércoles, siendo Sevilla la provincia que más notificó, 19, y detrás Granada, con 17. Respecto a los enfermos que se encontraban en hospitales del sistema sanitario autonómico, su número se redujo en 197, hasta colocarse en 3.191, de los que 643 estaban en alguna UCI, uno menos que el día anterior.