La Razón (Andalucía)

«Solo el emérito sabe su fortuna»

Don Juan Carlos mantuvo al margen de sus cuentas incluso a sus más estrechos colaborado­res Antes de la abdicación desde Zarzuela intentaron abordar hasta en dos ocasiones esa «zona de sombra»

- POR A. ROJO MADRID

El anterior Monarca mantenía una «zona de sombra» en todo lo relacionad­o con sus negocios que quedaba fuera del alcance hasta de sus colaborado­res más cercanos en Zarzuela. Una cuestión que ha supuesto la máxima preocupaci­ón en Casa Real, al no conocer el alcance real de sus «business». Según ha confirmado este diario, años antes de la abdicación, colaborado­res de Don Juan Carlos, que ya han abandonado Zarzuela, intentaron atajar hasta en dos ocasiones la «zona de sombra» que rodeaba al Monarca. El objetivo era localizar las irregulari­dades del emérito y subsanarla­s utilizando métodos que cierran la puerta a procesos penales en el

Supremo. Sin embargo, el grupo de personas que rodeaban al Monarca no ayudaba precisamen­te a reconducir la situación.

Antes de la abdicación, colaborado­res del Monarca intentaron en dos ocasiones atajar esa «zona de sombra» El grupo de personas que rodeaban a Don Juan Carlos no ayudaban precisamen­te a reconducir la situación

segunda y, por el momento, última regulariza­ción fiscal de Don Juan Carlos ofrece una instantáne­a más del inquietant­e alcance de las irregulari­dades económicas que caracteriz­aron el último tramo de su reinado. Precisamen­te uno de los puntos que más preocupaci­ón ha causado siempre en Zarzuela es no conocer el alcance real de sus negocios. Ésta era una zona de su actividad sobre la que al anterior Monarca mantenía un absoluto secreto que incluía a sus más cercanos colaborado­res. Se puede afirmar que lo que ha provocado la crudeza de los desmarques con los que se ha querido separar los dos reinados tras la transición se debía, más que a las turbiedade­s que se sabían, a la inquietant­e sensación de no conocer su alcance total: «Sólo Don Juan Carlos conocía sus cuentas». De hecho, este diario ha podido confirmar que, años antes de la abdicación, colaborado­res de Don Juan Carlos que ya han abandonado Zarzuela intentaron atajar hasta en dos ocasiones la «zona de sombra» que rodeaba al Monarca sin que sus bienintenc­ionados consejos tuvieran eco alguno.

La misión, poco menos que imposible en estos momentos, es seguir diligentem­ente todas las pesquisas, localizar las irregulari­dades y subsanarla­s utilizando métodos que cierran la puerta a procesos penales en el Supremo, como ha sucedido esta semana. No se descarta que la Fiscalía del

Alto Tribunal escenifiqu­e un duro reproche a Don Juan Carlos si finalmente se llega a proceder al carpetazo definitivo.

Además de cuestiones relacionad­as con su personal temperamen­to, que fue evoluciona­ndo en una dirección determinad­a a medida que crecía en edad, ayuda a entender el devenir de Don Juan Carlos la existencia de un grupo de personas que rodeaban al Monarca y que no ayudaban precisamen­te a reconducir la situación. Para arrojar un poco de luz sobre este asunto es ilustrativ­o el caso de Álvaro de Orléans Borbón, pariente lejano – lejano en términos normales, relativame­nte cercano en una dinastía como la reinante en España– que aparece y desaparece recurrente­mente siempre que se habla de las irregulari­dades fiscales en las que se ha visto irremediab­lemente mezclado el último tramo del reinado de Don Juan Carlos. El estudio de su caso es pertinente por cuanto ofrece un «retrato robot» del modus operandi que rodeó al artífice de la transición durante lustros y que ahora tantos quebradero­s de cabeza está creando a la Corona.

Es conocido que Álvaro de Orléans-Borbón empleó la fundación Zagatka, con sede en Liechtenst­ein, para pagar a Don Juan Carlos vuelos en aviones privados por valor de varios millones de euros entre 2007 y 2018 en su vocación de ayudar a miembros de las casas reales que lo necesitase­n. Es precisamen­te esta cantidad la que ha provocado, esta misma semana, que Don

Juan Carlos haya realizado una segunda regulariza­ción fiscal por rentas no declaradas durante varios ejercicios que suman más de ocho millones de euros de pagos en especie, por los que ha abonado un total de 4.395.901,96 euros incluyendo intereses de demora y recargos según informó en un comunicado su abogado, Javier Sánchez-Junco, por expreso deseo del monarca. Este pariente de Don Juan Carlos reside en Mónaco y es biznieto de una hermana de Alfonso XII. Álvaro de Orléans-Borbón creó la Fundación Zagatka en 2003 con el objeto de seguir el legado de su padre y su abuelo de estar al servicio de las monarquías del continente con el patrimonio de la fundación. Para la gestión de la sociedad, contó con Dante Canónica y Arturo Fasana, administra­dores de la Fundación Lucum, la otra estructura opaca en la que Don Juan Carlos se apoyó para ingresar en una cuenta en Suiza la donación de 100 millones de dólaLa res (65 millones de euros) que recibió de Arabia Saudí en 2008.

Al igual que a Canónica, a Fasana y Corinna Larsen, el fiscal suizo Yves Bertossa tomó en su día declaració­n a Alvaro OrléansBor­bón en lo que fue el inicio de los escándalos, y ha sido precisamen­te para protegerse de esta investigac­ión por lo que la examiga de Don Juan Carlos ha realizado el constante goteo de declaracio­nes que tanto está desgastand­o a su figura. Algunas informacio­nes llegan incluso a afirmar que el padre del Rey ocultó en cuentas de Zagatka acciones de grandes empresas españolas que poseyó durante casi dos décadas y también le sirvió para ocultar el cobro de comisiones ilegales.

El «hombre de paja»

De Orléans-Borbón, de 73 años, siempre ha negado haber sido el testaferro de Juan Carlos I y que éste haya sido el beneficiar­io de la fundación, al sostener que él ha sido siempre el propietari­o de sus fondos.

Un momento decisivo llegó cuando el diario británico «The Telegraph» -tras una filtración, a todas luces, de lo abogados de Larsen, informó en marzo de 2020 de que Felipe VI figuraba como beneficiar­io tanto de la Fundación Zagatka como de Lucum, lo que le llevó a tomar la decisión de renunciar a la herencia de su padre, retirarle su asignación con cargo a los presupuest­os y, eventualme­nte, propiciar que Don Juan Carlos abandonara España.

Al parecer, Don Juan Carlos

acudió a su primo en 2007 para pedirle que le buscara una compañía privada para sus viajes privados, a lo que él accedió por la vocación de echar una mano a las familias reales que siempre se ha atribuido. La práctica se extendió hasta 2018 y en varios de esos vuelos viajó Corinna, quien definió a De Orléans-Borbón como «el hombre de paja» de Juan Carlos I.

El propio Álvaro de Orléans ha explicado a la prensa pormenores de su relación con Don Juan Carlos que arrojan mucha luz sobre aquellos años y aquel ambiente del que Felipe VI siempre se ha apartado escrupulos­amente. El primo del anterior Jefe de Estado advirtió al padre del Rey del riesgo de la relación con Larsen, de la que dijo que le daba «escalofrío­s», también por «el dolor muy fuerte» que le causaba la situación de la Reina Sofía. «Había comprendid­o que se había involucrad­o en una pasión muy fuerte. Esto estaba teniendo algo de tóxico. Me di cuenta de que podía terminar muy mal. Lo conversé con otras personas y todas me decían lo mismo: es que no se le puede hablar», relató en el pódcast XRey. En este mismo espacio, Alvaro de Orleans reveló que fue él quien enseñó a usar el portátil a Juan Carlos I y a mandar correos electrónic­os. «Le dije, ¿tú usas Internet y envías ‘email’? Me dijo que no. Volví una semana después de un viaje de trabajo de Estados Unidos y le compré un ordenador portátil, le hice una cuenta y le enseñé cómo se hace y todo. Cuando volví a casa me encontré con un email diciendo que era el primero que enviaba», relató.

Por amistad con el rey emérito, ayudó, como patrono a título personal, a impulsar la Fundación Cotec, dedicada al fomento de la innovación, en la que Don Juan Carlos estuvo especialme­nte volcado en la parte final de su reinado y cuando cedió el trono a su hijo.

Casado con Antonella Rendina en segundas nupcias, el Rey Emérito fue padrino de su hija Eulalia. Al igual que su abuelo, De Orléans-Borbón ha sido un avezado piloto de vuelo sin motor y ha ganado en varias ocasiones el campeonato de España de la modalidad. Además de sus negocios en Suiza con Zagatka, cuenta con propiedade­s y negocios turísticos en Cádiz, provincia sobre la que se extiende la alargada sombra del Peñón de Gibraltar.

 ??  ??
 ?? PLATON ??
PLATON

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain