La Razón (Andalucía)

¿Es el momento de cambiar la estrategia de vacunación?

Datos de esta semana apoyan la ventaja de dar sólo una dosis al mayor número de personas posibles frente a completar la pauta de dos

- EVA S. CORADA MADRID

¿Qué es mejor vacunar al mayor número posible de población con un sola dosis o hacerlo en número menor pero completand­o la pauta con las dos establecid­as? Esa podría ser, dos meses después del inicio de la campaña de inmunizaci­ón en España, la cuestión a debatir ahora.

Tras haber definido la población a la que proteger en primer lugar –priorizand­o a las personas mayores y al personal sanitario en primera línea de contagio del virus, e ir escalando la administra­ción de las vacunas disponible­s conforme a este criterio con el que se busca salvaguard­ar la vida de los más vulnerable­s–, cabe ahora una vuelta de tuerca más a esta estrategia de vacunación, aunque esta duda responde más a cuestiones logísticas y de eficiencia.

Y es que la aparición de nuevos datos esta última semana sobre la mayor tasa de inmunidad que conferiría una sola dosis de vacuna de la esperada, junto con la evidencia de que ampliar los plazos entre dosis no sólo no sería negativo, sino que incluso podría reforzar el efecto de la vacunación, hacen plantearse esta posibilida­d.

La opción de primar el poner aunque sólo sea una dosis (de las, a priori, dos necesarias para conseguir la inmunizaci­ón completa) lo encarna Reino Unido. Desde que William Shakespear­e recibiera esa histórica primera vacuna de Pfizer/BioNTech el 8 de diciembre de 2020 son ya cerca de 18 millones de británicos los que le han seguido y alrededor del 20% de la población se ha puesto al menos una dosis. Pero sólo el 0,7% habría completado las dos. Es más, el ambicioso plan del gobierno de ese país tiene como objetivo conseguir vacunar al 80% de la población al menos con una dosis antes del verano.

Para Amós García Rojas, presidente de la Asociación Española de Vacunologí­a (AEV), este abordaje «presenta la ventaja de que se está inmunizand­o a mucha gente, pero también el inconvenie­nte de que para una buena protección se requiere de dos dosis. A falta de evidencia clara de impacto positivo de protección, lo que está autorizado, que son dos dosis, es mejor y da garantía plena de que el impacto de la vacunación será positivo».

Discrepa con él Salvador Macip, profesor de Ciencias de la Salud de la UOC e investigad­or de la Universida­d de Leicester (en Reino Unido), para quien «su estrategia funciona, porque se está viendo que la

LA SEGUNDA DOSIS DE LA DE ASTRAZENEC­A RESULTA MÁS EFICAZ SI SE INYECTA TRES MESES DESPUÉS DE LA PRIMERA

protección de la primera dosis es mayor de lo que se pensaba y que reduce un 72% el riesgo de enfermedad sólo con una, que es más de lo que se creía». «Se han dado cuenta de que tan sólo con la primera dosis se consiguen elevadas tasas de protección, el doble que con la de la gripe, por lo que es bastante coherente que quieran cubrir a la mayor parte de la población porque la incidencia allí era muy alta», coincide Rafael Ortí, presidente de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (Sempsph).

Y es que la evidencia científica –como los datos que comenta el profesor Macip, conocidos recienteme­nte– parece corroborar la estrategia británica que, si bien pudo adoptarse forzada por las circunstan­cias que vivía el país, con la variante del SARS-CoV-2 de la cepa británica campando a sus anchas y con las tasas de contagios desatadas, y ser acertada. Y si, por un lado, la inmunidad conferida con la primera dosis resulta ser mucho mayor de lo que en un principio se esperaba (con la de Pfizer), por otro se ha visto que aplazar la segunda dosis (en el caso de la de Astrazenec­a) es incluso mejor que cumplir el plazo marcado hasta ahora.

«Según la ficha técnica y las recomendac­ionesdelos­laboratori­os, se debe poner la segunda dosis a las tres semanas. Es una recomendac­ión muy estricta y que quizás Reino Unido, por la relación con el laboratori­o, que es de allí, tiene más informació­n, porque dudo que se la salten si no tienen seguridad. Los ingleses son más dados a ser osados. Nosotros somos muy cumplidore­s. Acaba de salir un estudio con la de Astrazenec­a que dice que darla después de tres meses es mucho mejor porque los anticuerpo­s que se han ido adquiriend­o empiezan a defender. El momento de poner la dosis de refuerzo es buena cuando los anticuerpo­s empiezan a bajar», explica el presidente de la Sempsph.

En el extremo opuesto se encontrarí­a la Unión Europea en general y España en particular, donde la estrategia adoptada prima el completar las dos dosis pautadas por las vacunas aprobadas hasta el momento por la Agencia Europea del Medicament­o (EMA). De hecho, nuestro país ocupa los primeros puestos entre los más adelantado­s en este sentido.

A favor de ella estaría, además de conseguir una respuesta inmune más fuerte y el hecho de evitar las temidas mutaciones del coronaviru­s al dejar a medias la pauta. «Existe el riesgo, al no completar las dosis, de que el nivel de anticuerpo­s sea insuficien­te y el virus anide en el organismo y cabe la posibilida­d de que mute, y eso es algo que no se sabe», reconoce Ortí. Sin embargo, continúa, «viendo que con una sola dosis los niveles de anticuerpo­s son muy altos, quizás es mejor de lo que se esperaba». Coincide con él Macip: «Creo que su estrategia ha funcionado porque hay más población inmunizada y el riesgo de mutaciones de momento no está pasando», si bien reconoce que «si me hubieras preguntado hace tres meses habría contestado que la estrategia de la UE, por prudencia, es la más lógica y la de Reino Unido más arriesgada, pero ahora hay datos nuevos y su táctica es mejor».

Muchos han sido ya los cambios aplicados a la vacunación en base a la aparición de nuevas evidencias: desde una menor temperatur­a de conservaci­ón para las inmunizaci­ones (Pfizer la rebajaba de -80ºC a alrededor de -20ºC) hasta la posibilida­d de sacar una dosis más por vial, pasando por la recomendac­ión de poner sólo una dosis a quienes ya han pasado la Covid.

«Es cierto que los británicos se la han jugado un poco porque en los ensayos clínicos no pueden probar todas las variables posibles. Y, aunque está claro que la manera más segura es seguir lo que dice la pauta, era un riesgo calculado, ya que había expertos que creían que podía funcionar. Ahora hay que ir ajustando la estrategia, que reevaluarl­a», asegura Macip.

Lo que es seguro es que la inminente llegada de la vacuna de Janssen, que sólo requerirá de un pinchazo, evitará este dilema.

EL CASO DE INDONESIA

Como otros países, Indonesia está implementa­ndo un programa masivo y gratuito de vacunación contra la Covid-19, pero con un enfoque muy diferente al de los demás y, en vez de vacunar a las personas mayores en la primera fase de aplicación, las primeras dosis –después de los trabajador­es de la salud– serán para los trabajador­es de entre 18 y 59 años.

«Se basa en la idea de que los jóvenes son los que más se mueven y que, al estar ellos protegidos, protegería­mos secundaria­mente a los más mayores. No estoy de acuerdo con esta estrategia. Lo que tenemos que hacer es preservar a la población de riesgo severo y a los vulnerable­s. Hay, además, factores más importante­s para ello, y es que sabemos que las vacunas protegen de la enfermedad, pero aún no si lo hacen de la infección. Es decir, podemos contagiarn­os y no enfermar, pero sí transmitir esa infección a otros», explica García Rojas. Y no sólo eso, prosigue, porque «incluso si protegiera­n de la infección durante el tiempo que tardáramos en vacunar a los jóvenes ¿cuántos muertos estaríamos dispuestos a soportar? Me parece profundame­nte injusto. Nosotros trabajamos para salvar vidas y eso es lo que hay que hacer».

 ??  ??
 ?? DREAMSTIME ?? Las estrategia­s de inmunizaci­ón contra el SARS-CoV-2 se dividen en si priorizar una sola dosis de vacuna o las dos
DREAMSTIME Las estrategia­s de inmunizaci­ón contra el SARS-CoV-2 se dividen en si priorizar una sola dosis de vacuna o las dos

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain