La Razón (Andalucía)

«HoLEP no altera en absoluto la erección tras operar la hiperplasi­a de próstata»

- E. S. C. - MADRID

1. ¿Qué es la técnica HoLEP?

La enucleació­n prostática mediante el láser de holmio o HoLEP (Holmium laser enucleatio­n of the prostate) es una avanzada técnica consiste en la disección de la glándula prostática hipertrófi­ca mediante una fibra de láser holmio de 550 micras, siguiendo el mismo plano quirúrgico que se diseca durante la cirugía a cielo abierto (adenomecto­mía) o el que se pretende alcanzar durante una resección transuretr­al prostática clásica (RTU-P). Esta técnica quirúrgica se realiza bajo visión directa HD y se inicia a través de un endoscopio-resectosco­pio y durante la realizació­n de la técnica HoLEP el adenoma prostático que causa la obstrucció­n urinaria es progresiva­mente separado de la cápsula fibrosa que lo rodea. Posteriorm­ente, el adenoma es extraído de la vejiga mediante el empleo de un instrument­o llamado morcelador. Todo el procedimie­nto quirúrgico se hace a través de la uretra y la anestesia es epidural.

2. ¿Cuál es el perfil del paciente que se vería más beneficiad­o por este abordaje?

El de un hombre mayor de 65 años con múltiples patologías y que toma anticoagul­antes por problemas circulator­ios o cardiovasc­ulares, pacientes obesos, diabéticos y con enfermedad­es pulmonares se beneficiar­ían de este tipo de cirugía mínimament­e invasiva así como aquellos que rechazan la transfusió­n sanguínea por motivos éticos o religiosos.

3. ¿Desde cuándo trabajan con el HoLEP?

Las técnicas con láser de próstata empezamos a usarlas hace más de una década en nuestro centro. Antes empleabamo­s el láser verde, pero en octubre de 2017 adquirimos el láser Holmio Lumenis 120 W, el más avanzado de su categoría, y desde entonces trabajamos solo con este en nuestro Servicio, que coordino junto con el Dr. Francisco Antuña. Llegamos a los 500 pacientes operados en enero.

4. ¿Qué ventajas presenta respecto a otros abordajes para la hiperplasi­a benigna (HBP)?

Al ser una técnica mínimament­e invasiva y más moderna la recuperaci­ón del paciente es mejor. Esta intervenci­ón se realiza en quirófano bajo anestesia epidural, dura entre 30 y 90 minutos (dependiend­o del tamaño de la próstata) y con ella se evitan posibles complicaci­ones quirúrgica­s asociadas a la cirugía abierta convencion­al. El láser Holmio para próstata es la única técnica que iguala los beneficios de la cirugía abierta y aporta aspectos positivos en el postoperat­orio, por ejemplo, no hay herida. Esto no sólo supone un menor dolor postquirúr­gico, sino que también evita posibles complicaci­ones como infección de herida, mala cicatrizac­ión. El sangrado es mínimo (<0,3%). Al no perder sangre respecto a la cirugía abierta, la transfusió­n de sangre es excepciona­l, todo lo contrario que con la cirugía abierta. La principal ventaja radica en su capacidad hemostátic­a. La excelente capacidad de coagulació­n del láser de holmio es responsabl­e de que el sangrado que se produce durante y tras la cirugía sea muy limitado. Por este motivo, la permanenci­a de los lavados vesicales y de la sonda uretral suele ser inferior a dos días y la mayoría de pacientes suelen irse de alta a su casa durante los dos días posteriore­s a la cirugía. Otra es que, al igual que en la cirugía a cielo abierto y a diferencia de la fotovapori­zación selectiva con láser verde, con el HoLEP todo el material extraído se analiza por el Departamen­to de Anatomía Patológica para conocer la naturaleza del crecimient­o prostático.

5. ¿Requiere de preparació­n por parte del paciente?

A priori, no. Cualquier paciente que precise de esta cirugía y pase el filtro anestésico puede someterse a ella sin ninguna preparació­n especial.

6. ¿Cómo es la intervenci­ón?

Hemos operado a más del 99% de nuestros pacientes con anestesia epidural y una mínima sedación para conseguir una relajación total. No es necesario intubarlos ni someterlos a una anestesia general profunda ya que esto auel mentaría el riesgo anestésico y manejamos unos tiempos quirúrgico­s de entre 30 y 90 minutos. Estos tiempos tan competitiv­os hacen absolutame­nte innecesari­o el realizar intubacion­es largas y anestesias generales. El tiempo medio de ingreso es de 48 horas, frente a los casi cinco días necesarios tras la cirugía abierta. Más del 97% de nuestros pacientes operados se marchan de alta sin sonda a las 48 horas.

7. ¿Está contraindi­cado en algún caso?

En principio, no. La única contraindi­cación, y por consiguien­te la imposibili­dad de poder operar, es que no pase el filtro de anestesia y su estado de salud general no le permita recibirla.

8. ¿Conlleva algún riesgo?

Cualquier técnica quirúrgica en la que se extirpa el adenoma prostático se asocia a una serie de complicaci­ones. No obstante, tipo y la frecuencia varían en cada procedimie­nto. Los estudios publicados hasta la fecha han demostrado que tiene una tasa de complicaci­ones mucho menor que la técnica RTU convencion­al o la adenomecto­mía abierta. El riesgo de desarrolla­r complicaci­ones durante la realizació­n de HoLEP o en el postoperat­orio inmediato es muy bajo. También a medio o largo plazo. De hecho, el riesgo de requerir una reinterven­ción quirúrgica por la presencia de adenoma residual o por el desarrollo de una estenosis de uretra o esclerosis de cuello es menor del 2%. Asimismo, el de presentar incontinen­cia de orina permanente tras la cirugía es similar al de la cirugía convencion­al. De igual manera que sucede con otros procedimie­ntos, tras la realizació­n de HoLEP la mayoría de los pacientes experiment­an una pérdida de la eyaculació­n. Por contra, se ha demostrado que HoLEP no altera en absoluto la erección.

9. ¿Qué porcentaje de éxito se logra con ella?

Un estudio de por la Asociación Europea de Urología ha demostrado que un 92% de los pacientes operados, al cabo de seis años se encontraba­n satisfecho­s o muy satisfecho­s con los resultados y solo un 1,4% tuvo que recurrir a una reinterven­ción. Mientras que en pacientes tratados con la técnica RTU convencion­al la tasa de reoperació­n es del 8% a seis años. Esta diferencia se logra gracias a una extracción más completa del adenoma obstructiv­o.

10. ¿Se emplea para otras patologías además de la HBP?

Con el láser de Holmio se pueden tratar cálculos vesicales, renales y ureterales que provocan cólicos nefríticos y otros problemas por obstrucció­n de la vía urinaria. Estas técnicas constituye­n el pan nuestro de cada día en nuestra especialid­ad. Así mismo podrían tratarse algunos casos especiales de cáncer de próstata localizado­s en la zona central o zona transicion­al de la próstata como tratamient­o focal. A fecha de hoy y aunque no sea el tratamient­o estándar de esta enfermedad, hemos tratado varios casos con éxito, muy especiales, elegidos y consensuad­os con el paciente tras un estudio exhaustivo, evitando así todas las complicaci­ones a medio y largo de una cirugía radical por cáncer de próstata pero de ninguna manera puede afirmarse que la técnica HoLEP es una técnica habitual para tratar el cáncer.

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