IMPULSO A LAS ENERGÍAS RENOVABLES
IosIos recursos no contaminantes suponen más del 42 por ciento de la potencia eléctrica total de la región
La región andaluza cuenta con un entorno único en Europa para el desarrollo de las energías renovables gracias a su clima y ubicación geográfica. El desarrollo de proyectos que tienen como objetivo la sostenibilidad ambiental a partir del uso de energías no contaminantes se han multiplicado en los últimos años con el propósito de alcanzar un nuevo modelo de transición energética basado en la descarbonización de la economía. En este sentido, Andalucía ha diseñado un plan estratégico basado en un modelo energético «eficaz, sostenible, seguro y que reduce radicalmente su huella de carbono» a partir de la utilización de los recursos renovables de los que dispone, según los datos facilitados por la Agencia Andaluza de la Energía y recogidos en su publicación anual «Datos Energéticos». Para ello, la Junta de Andalucía ha creado el documento «Directrices Energéticas de Andalucía, Horizonte 2030», que orientará la política en materia de fomento de las energías renovables, ahorro, eficiencia energética y desarrollo de las infraestructuras energéticas en la comunidad autónoma en los próximos diez años.
Según el documento, se llevarán a cabo diversas líneas estratégicas que concretarán las medidas a impulsar desde la Junta de Andalucía para evolucionar hacia un modelo energético que «promueva un uso de la energía más racional y responsable, con actuaciones en ámbitos como la rehabilitación energética de los edificios, la optimización de los consumos energéticos, la utilización de fuentes de energía renovables y nuevos vectores energéticos en la industria, la descarbonización y mejora de la eficiencia energética del transporte o la formación de los profesionales» para adaptarse a la rápida evolución tecnológica y la digitalización. La bioeconomía adquiere un papel importante como herramienta para la readaptación del sistema productivo, así como la captación de inversiones industriales y empresariales para el desarrollo de proyectos energéticos. Todas estas medidas están alineadas alineadas con el Pacto Verde Europeo, la última de las estrategias comunitarias, que incluye el compromiso de reducir a cero las emisiones netas de gases de efecto invernadero en 2050.
En este contexto, según informó la Consejería de Hacienda y Financiación Europea, Andalucía ha sumado 887 megavatios de nueva potencia eléctrica instalada a través de los nuevos proyectos renovables que se han llevado a cabo en la comunidad andaluza durante 2020, que han supuesto una inversión estimada de «750 millones de euros y la creación de unos tres mil puestos de trabajo asociados a su construcción». Por otro lado, el consumo de energías renovables alcanzó en 2019 –última fecha de la que se tienen datos– su máximo histórico, de manera que supone ya el 19,5 por ciento del total de la energía consumida en la región, afianzándose su posición como tercera fuente de consumo en la matriz energética andaluza.
De esta manera, el consumo de energía renovable aumentó en el ejercicio pasado un 12,4 por ciento, hasta alcanzar los 3.725 ktep (kilotoneladas equivalentes de petróleo), la cifra más alta desde que existen registros estadísticos.
El año pasado entraron en funcionamiento nuevas centrales fotovoltaicas, más instalaciones de autoconsumo, mayor superficie solar térmica y un nuevo parque eólico, lo que se ha traducido en una potencia eléctrica renovable instalada de 8.103 megavatios. Las energías renovables supusieron a finales de 2019 el 42,98 por ciento de la potencia eléctrica total de Andalucía, situándola en posiciones de liderazgo en potencia instalada, lo que permite «evitar la emisión de más de cinco millones de toneladas de CO2 a la atmósfera», según la Junta. Los proyectos que han tenido mayor implantación durante 2020 han sido las centrales fotovoltaicas, con 14 nuevas plantas.
En total existen en Andalucía 21 instalaciones de producción de biogás (33,45 megavatios), 17 de biomasa (273 megavatios), más de 160 parques eólicos (con una potencia total de 3.472 megavatios), 94 centrales hidroeléctricas
(650 megavatios), 22 centrales termosola(siendo res la comunidad la que cuenta con mayor potencia instalada de España, con 997,40 megavatios), una red fotovoltaica con 2.662 megavatios en funcionamiento (en 2020 la tecnología fotovoltaica ha crecido un 50 por ciento respecto a la potencia fotovoltaica de final de 2019) y 10.900 instalaciones de autoconsumo, con un total de 126 megavatios.
Así las cosas, la colaboración público-privada es fundamental para logar la transición energética. La Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) ha constituido recientemente, en el seno de su Consejo Empresarial de Medio Ambiente, un grupo de trabajo especializado para formular propuestas para la mejora de la regulación ambiental y energética de la comunidad encaminada a impulsar las inversiones. Igualmente están alineados con los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec) 2021-2030. La CEA insiste en la necesaria agilización de los trámites ambientales y una colaboración creciente entre consejerías encaminadas a la aceleración de los proyectos de energías renovables en la región. La patronal andaluza subrayó que el actual es un momento clave, con la confluencia de la política energética de
Europa y los compromisos empresariales adquiridos en torno a la transición
energética. Tal proceso, según ha señalado, debe ser amparado por un marco regulatorio «ágil y
moderno, que procure seguridad jurídica a la inversión». Entidades como Endesa, Iberdrola, Cepsa o industrias con grandes producciones como CocaCola o Heineken han desarrollado a lo largo de 2020 proyectos de diversa índole relacionados con la conservación del medioambiente y la producción de energía sostenible.
En la actualidad son más de 20.000 los megavatios fotovoltaicos en tramitación en Andalucía, lo que representan una inversión de más de 17.000 millones de euros. El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, apostó recientemente en una comparecencia en el Parlamento andaluz por «una nueva política industrial con horizonte 2030» en la que se ha invitado a 160 entidades para abrir la comunidad «a la industria del presente y del futuro». «Será fundamental la inversión pública en I+D+i, que en 2021 se reforzará con una nueva línea de incentivos cercano a los 130 millones de euros», señaló.
Por otro lado, Andalucía no podrá iniciar una verdadera transición energética sin contar con sus municipios. En este sentido, la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) promueve diferentes proyectos para lograr conseguir los objetivos que tiene la región. Entre las últimas iniciativas destaca la colaboración con la Red Eléctrica para la cooperación en materia de crecimiento sostenible y la eficiencia energética en Andalucía.
El objeto de este acuerdo, según ha explicado la FAMP por medio de una nota de prensa, es establecer un marco de colaboración institucional entre la FAMP y el Grupo Red Eléctrica para llevar a cabo actividades conjuntas que contribuyan a facilitar la implantación de medidas que favorezcan la mejora de las condiciones energéticas en las corporaciones locales de Andalucía, con las que podrán establecerseconveniosespecíficosde colaboración en este marco. Así como la consecución de los retos energéticos y medioambientales recogidos tanto en la Estrategia Europea 2020, la Estrategia Energética
de Andalucía y la Estrategia FAMP 2020 en materia energética «Hacia un nuevo modelo energético en Andalucía: Gobernanza Local + Inteligente + Sostenible». La Agencia Andaluza de la Energía, entidad adscrita a la Consejería de Hacienda, Industria y Energía de la Junta, ha elaborado la publicación digital «Guía para el fomento del autoconsumo en los municipios andaluces», que brinda a los ayuntamientos y autoridades locales las claves más importantes para promover la tecnología renovable autogeneradora en sus municipios.
Según ha informado en un comunicado, entre ellas se encuentra la necesidad de simplificar trámites municipales como la obtención del permiso o licencia de obra e incluir bonificaciones de impuestos o beneficios fiscales.
Además, ha explicado que la producción de electricidad para consumo propio, sobre todo si se realiza con energías renovables –principalmente fotovoltaica–, «ofrece beneficios medioambientales a los municipios mediante la reducción de emisiones contaminantes, ahorro energético y económico en la factura eléctrica, así como el desarrollo de un tejido empresarial asociado a la misma».
En definitiva, las nuevas plantas renovables constituyen solo una parte del enorme número de proyectos que se están tramitando en Andalucía, que permitirán consolidar a la región como referente en energía limpia, conforme al alto potencial de centrales renovables, estimado por la Agencia Andaluza de la Energía en «más de 300.000 megavatios». La región mantiene una posición de liderazgo en la producción de electricidad con centrales de energía solar y con centrales de biomasa, siendo también líder en el aprovechamiento de energía térmica con instalaciones solares térmicas y con instalaciones de biomasa.