«He descubierto que ayudando a los demás me ayudo a mi mismo»
Juan Luis Muñoz Escassi lleva cada año al máximo nivel diferentes retos deportivos para reaudar fondos
sevillano Juan Luis Muñoz Escassi, padre de tres hijos y «un trabajador normal», como se define él mismo, lleva desde el 2011 realizando los más exigentes retos deportivos para ayudar a recaudar fondos para una ONG.
Su vocación por ayudar nace en su infancia cuando veía que sus padres ayudaban «a las personas» y, especialmente, su madre, de la que asegura que «se descuidaba ella misma por ayudar a los demás». Fue jugador de baloncesto hasta los 22 años. Después tuvo un accidente de tráfico y tuvo que nadar para la rehabilitación. Fue en este momento cuando conoció a una persona que le introdujo en el mundo del triatlón. Más adelante, cuando participó en una prueba deportiva para recaudar fondos, se dio cuenta de que podía unir el deporte y la solidaridad para luchar por una causa.
Así las cosas, en 2011 nace el «Reto Pichón». Cada año elije una causa social por la que luchar y un reto deportivo muy exigente que le sirve como altavoz. «Es muy importante lo recaudado, pero aún más visibilizar la causa por la que lucho», asegura. Por otro lado, una de las cosas más llamativas es la transparencia con la que siempre ha llevado a cabo su proyecto. Muñoz Escassi asegura que no da pie «a que la gente piense si soy honrado porque el dineEl ro va directamente a la ONG, yo nunca lo toco». Desde hace diez años ha ayudado ha conseguido comprar bombas de agua para África, ayudar a mujer con VIH en la India, personas con Alzheimer, niños con Leucemia o, entre otros, enfermos de ELA. El año pasado recaudó 37.000 euros para una asociación local que ayudaba a personas sordociegas.
El deportista, que tiene 48 años, tiene claro que este año recorrerá el estrecho nadando y cruzará el desierto del Sáhara para ayudar a 304 familias con Piel de Mariposa de la ONG Debra.
El deportista sevillano seguirá luchando por los demás, renunciando «a parte importante de mi vida, de mi tiempo y de recursos», pero con la certeza de hacer las cosas bien porque esto se ha convertido en la razón por la que vive. «He descubierto que ayudando a los demás me ayudo a mi mismo», concluye emocionado.