«LAS VOCES EN TU CABEZA SIEMPRE VAN A ESTAR»

FLAMANTE CAMPEÓN DEL MUNDO, HABLA DE LOS MIEDOS DEL DEPORTISTA Y DE CÓMO SALIR ADELANTE EN MOMENTOS MALOS. LO DICE UNO DE SUS TATUAJES: «HAY QUE SEGUIR». ÉL LO HIZO Y EL PREMIO LE HA LLEGADO

«Vamos,«Vamos, hermano. Por fin... Lo bueno se hace esperar», dice Nico Eguibar viendo por televisión a su hermano Lucas (San Sebastián, 27 años) proclamarse campeón del mundo de snowboard cross. El vídeo se hizo viral. Nico tuvo un accidente hace tiempo que casi fue letal y más o menos se prometieron algo así: yo me recupero y tú eres el mejor en tu deporte. Ahí está. Dos semanas después del oro, Lucas sigue volando.

–Terminó la final y no sabía ni qué decir. ¿Se lo cree ya? -Pues sí, poco a poco. En el momento era pues eso: que no me lo creo. He estado tanto tiempo trabajando para esto y soñando con esto que ahora que lo estoy viviendo, no sé si sigo en el sueño o qué está pasando.

–Tras la carrera, la ceremonia, baja la adrenalina, se acuesta...

–No hubo mucha celebración. Acabé bastante dolorido de la espalda y no me salía, yo qué sé, estar tomando unas cervezas. Sólo quería estar tumbado en la cama y descansar. Encima, tenía veinte mil mensajes de todo el mundo y quería hablar con mi familia porque apenas pude.

–¿Se duerme bien tras algo así?

–Hombre, yo soy de buen dormir, pero te digo que me dormí a las doce y me levanté a las cinco de la mañana porque el cuerpo... No

sé. Y la cabeza: si dos semanas después sigo así, el día siguiente imagínate. Seguí con los mensajes, volví a ver la carrera...

–¿Se ve diferente en vídeo a como la vivió desde dentro?

–Suele pasar. La semifinal la pasé de milagro, cometí algún error. A veces hasta me pongo nervioso, lo veo y «¡uy, uy, uy!». No es nervioso porque sé el resultado, pero hay cosas que hubiese hecho de otra manera y si yo al verlo tenía tensión, imagínate mi familia.

–Días antes del Mundial sufrió un bajón. ¿Por qué?

–No sé, no me sentía muy bien. Son cosas de competición, es normal en nosotros. Mucha gente piensa que vamos con mentalidad ganadora y ya está. Hay veces que sí, pero muchas otras tenemos nuestras dudas.

–Nadal, por ejemplo, afirma que siempre tiene dudas...

–Eso es. Ayer me decían que después de ganar es como una mochila que te quitas, pero esa mochila no la quitas nunca, esas voces de tu cabeza no te las quitas. Otra cosa es que lo vayas haciendo y tu autoestima y tu motivación suban, pero son voces que siempre van a estar y hay que acostumbrarse a ellas.

–¿Cómo está de la espalda?

–Tiene pinta de que dentro de la gravedad está controlado y gracias al entrenamiento que hago, la musculatura está bien trabajada y parece que no puede empeorar. Tengo dos discos vertebrales aplastados... El otro día vimos la resonancia y eso hay que tenerlo en cuenta. Es por la acumulación de caídas, por la de los saltos... Es un deporte duro, lesivo. Tenía una protrusión ya y esta pretemporada me encontraron otra. Estaba bien, pero tenía que esforzarme mucho en cada día, estirar, calentar muy bien... Todo el día pensando en eso. Llegamos al Mundial y ha dicho basta.

–Pero a tiempo.

–La verdad es que sí, porque me hice daño en cuartos de final.

–¿Qué le dijo su familia cuando logró hablar con ellos?

–Que estaban súper felices, que vaya carrerón, que se habían ido por ahí a celebrarlo y que tenían muchas ganas de verme.

–¿Qué siente al ver la narración que Nico hizo de su carrera?

–Ver a tu familia ahí cómo se ponen como locos, joder... Son imágenes súper bonitas que vamos a guardar para siempre.

–¿Cómo es su entrenamiento, aparte de la tabla?

–Físico, sobre todo. El circuito del otro día era físicamente exigente, entonces para tener la fuerza para estar ahí es de lo que más entreno, y después el tema mental... En la final, por ejemplo, mi estrategia era quedarme atrás, pero a veces te puede el ansia y otras lo pagas porque no es fácil adelantar. No vamos uno contra uno, vamos cuatro y mientras tú tienes una estrategia, los rivales tienen otra. Tienes que estar atento para improvisar en milésimas.

–¿Se va a hacer un tatuaje nuevo (tiene el cuerpo lleno)?

–Sí, pero todavía... Yo no he cogido el covid y por la situación llevo bastante tiempo sin ver a algunos amigos ni hacer algunas cosas porque si lo cojo me quedo sin competir.

–¿Algún tatuaje es especial?

–Muchos, los nombres de mis hermanos, los de mis abuelos... Tengo un mensaje que dice que hay que seguir. Seguir y seguir pase lo que pase. Me lo hice en 2018, tras un año malo. Tienes que darte cuenta de que es un deporte que va para largo, que forma parte de un proceso y hay momentos de bajón. Ese mensaje significó mucho para mí: seguir, creer en ti... Y años más tarde, pues llegó.

–Lo tiene ahí delante escrito, por si se olvida...

–Sí, en el pecho, bien marcado.

–Le iba a preguntar por los Juegos Olímpicos... –Todavía queda, mira en un año lo que nos ha cambiado la vida... Esperemos que esto no vaya a más, porque no sé qué nos queda. Yo voy a seguir trabajando igual y espero estar en los Juegos peleando por las medallas.

Queda mucho para los Juegos, mira en un año lo que nos ha cambiado la vida... Voy a trabajar para pelear allí por las medallas»

Tengo dos discos vertebrales aplastados y en el Mundial dijo basta, me hice daño en cuartos»

Ver a tu familia que se ponen como locos, joder... Son imágenes para toda la vida»

EFE