LA ECONOMÍA EMBARRANCA
Ignacio Rodríguez Burgos
LaLa recuperación económica se ha quedado varada como el barco de contenedores que embarrancaba esta semana en el Canal de Suez. El gigantesco buque ha generado el caos en la arteria egipcia provocando un atasco en el tráfico marítimo. Y así se encuentra la reactivación de nuestra economía, encallada en los bajíos de la incompetencia y desidia del proceso de vacunación. La única V que puede salvar a Europa y a España de una mayor miseria no es la de la recuperación en V, no. Esa esperanza marchitó con las sucesivas olas del coronavirus. La única V válida es la V de vacuna. El capitán del portacontenedores «Ever Given» perdió el control por una tormenta de arena con vientos de más de 70 kilómetros por hora. El polvo ocultó el horizonte y escamoteó las orillas. Los márgenes del Canal de Suez son estrechos como los que nos deja el virus. La ministra portavoz y titular de Hacienda, María Jesús Montero, rechaza modificar las previsiones económicas del Gobierno plasmadas en los presupuestos. ¡Cómo si esos papeles no hubieran ya volado con el simún de la crisis!
Apenas 24 horas después, el responsable de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, reconocía lo que llevan unos días anunciando diversas instituciones, que la economía española ha vuelto a retroceder en el primer trimestre. El Banco de España prevé, en el peor escenario, un descenso del PIB del 0,9% y en cualquiera de los supuestos una cosa es segura: se destruye empleo. Y este año no tenemos Semana Santa que nos rescate.
«La única V que puede salvar a Europa y a España es la V de la vacuna»