Cultura no descarta un concierto en sala, si se comprueba que el de Barcelona funcionó
No será un calco pero hay una idea en ebullición. El pasado sábado 27 de marzo el Palau Sant Jordi de Barcelona acogió una prueba piloto ligada a la seguridad en conciertos de gran formato formato en tiempos de pandemia. Alrededor de la música de Love of Lesbian se congregaron 5.000 entusiastas que no tuvieron que guardar distancia de seguridad y pudieron saltar y disfrutar apretujados estirando el tiempo, como si ya no existiera el coronavirus.
El espectáculo, que se ha convertido en la esperanza de promotores y público de cara al verano, se celebró sin incidencias significativas, con mascarillas y después de someter a todos los asistentes a un test de antígenos, aunque ahora habrá que hacer un seguimiento a los participantes para garantizar que no fue, en efecto, un foco de contagios covid.
Preguntada por esa iniciativa en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno de ayer, la consejera de Cultura y Patrimonio Histórico, Patricia del Pozo, respondió que, si no se avisa de «lo contrario», parece que el experimento barcelonés «ha funcionado». Y aseveró que no descartan «llevar a cabo un proyecto parecido en Andalucía», aunque «no con tantas personas», es decir, con menos público, pero sí, contando con «el apoyo de la Consejería de Salud» para afinar protocolos basados «en esas pruebas anteriores», que se pueda «entrar en la sala para disfrutar del concierto». Del Pozo desveló que su departamento lo «venía trabajando» desde hace «algún tiempo» y agregó que «todo lo que ayude a disfrutar en vivo y en directo de la cultura» que, a su juicio, es como hay que hacerlo, «pues tanto mejor».