Sólo dos prioridades
No parece que la Semana Santa vaya a servir para bajar la temperatura del clima político. Es muy difícil encontrar un poco de sosiego en esta pascua florida otra vez anormal y perimetrada, con una precampaña electoral en pleno apogeo y unas candidaturas disparando a diestro y siniestro tuits, videos de Youtube o fotos en Instagram. Y eso que la renuncia al mitin de toda la vida, por necesidades del guión sanitario o al agitprop callejero, harían presagiar campañas menos presentes en los medios de comunicación.
La campaña madrileña se proyecta más allá de la sierra de Guadarrama y del corredor del Henares, y sus eslóganes llegan a toda España, en una muestra de la imponente presencia e influencia de la vida política madrileña en el conjunto del país. Sin embargo, Ayuso, Gabilondo o Iglesias tienen que resignarse a compartir espacio con la fallida investidura de Pere Aragonés o el revés judicial sufrido por el ministro Marlaska con el cese del coronel Pérez de los Cobos.
El que caso es que con tanta campaña, con tanta confrontación, unas veces justificada y en otras exagerada e innecesaria, parece que se olvida lo más importante o, mejor dicho, lo único importante en estos momentos. Una vez más los árboles no dejan ver el bosque, pero lo malo en esta ocasión es que perder el tiempo en contemplar los árboles, puede retrasar la salida de una pandemia y una crisis económica que cada día aprieta más el cinturón de una ciudadanía exhausta.
Las dos principales prioridades que en este momento deberían tener tanto el gobierno de España como los gobiernos autonómicos, son la vacunación urgente y masiva de la población, y la aplicación de los fondos europeos para intentar poner en marcha una economía maltrecha y renqueante como consecuencia de la brutalidad pandémica.
Vacunar, vacunar y vacunar, esa es la principal misión de todas las autoridades sanitaras en todos los niveles, porque sólo alcanzando un nivel suficiente de población vacunada podremos recuperar normalidad vital y una razonable actividad laboral y económica. Y conseguir que los fondos aprobados por las instituciones europeas financien los miles de proyectos empresariales que ya se han expuesto en las muestras de interés abiertas por los diferentes ministerios, debería ser también una prioridad nacional. Todo lo demás es menos importante.
Con tanta campaña parece que se olvida lo más importante. Perder el tiempo puede retrasar la salida de la pandemia
La prioridad del Gobierno y de las comunidades son la vacunación urgente y masiva y la aplicación de los fondos europeos
La campaña llega a toda España, en una muestra de la imponente influencia de la vida política madrileña en el conjunto del país