La Razón (Andalucía)

El «efecto Ayuso» coloca al PP a 1,8 puntos de Sánchez

Casado crece en el clima electoral de Madrid y ante la OPA a Ciudadanos que sigue en caída. El centrodere­cha sumaría 170 escaños hoy

- Carmen Morodo -

El PSOE se deja más de medio millón de votos en la abstención y Podemos mejora respecto a febrero tras dejar Iglesias el Gobierno

El PSOE y Unidas Podemos caen 1,4 puntos cada uno, pero los socialista­s pierden más escaños

El clima electoral en Madrid, la fuerza de la candidatur­a de Isabel Díaz Ayuso y la guerra con Ciudadanos (Cs) parece que está impulsando también hacia arriba la marca del PP a nivel nacional. La encuesta de NC Report del mes de marzo, realizada entre los días 26 y 31 de ese mes, coloca al PP a tan sólo 1,6 puntos de distancia del PSOE en la carrera hacia unas elecciones generales.

Los socialista­s se mueven en el 26,6 por ciento del voto frente al 24,8 por ciento del PP. Esto, en escaños, implica que Pablo Casado estaría aproximánd­ose a una posición de casi empate técnico con Pedro Sánchez. La horquilla para los populares es de 105/107 diputados. Y la de los socialista­s se mueve entre los 108/110.

Por bloques, el fracaso de la moción de censura en Murcia y la aceleració­n del proceso de descomposi­ción de Ciudadanos provocan importante­s movimiento­s en el centro-derecha, que llevan a que la suma de escaños de PP, Cs y Vox alcance los 170 escaños. La mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados se sitúa en los 176. La suma del bloque de la derecha podría llegar a los 179 escaños, siempre que el 50 por ciento del electorado residual de Cs votara al PP, y el 25 por ciento, a Vox.

Precisamen­te, éste es uno de los interrogan­tes a despejar en la estrategia de absorción por parte de Génova de las siglas naranjas por la vía de captar a cargos nacionales, regionales y locales. Los dirigentes y los cargos pueden cambiar de partido por ideología o simplement­e para continuar viviendo de la política, pero la pelea se juega en si este movimiento sísmico de carácter orgánico va acompañado de un trasvase de votantes de igual fuerza desde Ciudadanos al PP.

La demoscopia apunta a que puede variar según la comunidad autónoma, aunque la inercia es que en líneas generales esos votantes de Albert Rivera se inclinen hoy más por Casado

que por la opción de un Gobierno de coalición con Podemos y apoyo además independen­tista. En Madrid, por ejemplo, el electorado de Ciudadanos tiene un perfil más de derechas que el de otras autonomías, como Andalucía, donde en sí el votante del PP es más de centro.

En cualquier caso, el golpe en Murcia, que ha llevado a elecciones en Madrid y que ha hecho saltar por los aires la relación entre el PP y Ciudadanos, se traduce en que el conjunto de las derechas crece en porcentaje de voto y número de votantes con respecto a 2019. Pasan del 43,1 por ciento al 46,6 por ciento. Y de 10,4 millones a 10,8 millones de votos. La Ley D´Hont permite a este bloque ganar 17 escaños: suben de 153 a 170.

El crecimient­o se concentra en el PP, y desciende en Vox y, sobre todo, en Ciudadanos. Hay un interrogan­te que puede ser decisivo en la evolución de esta concentrac­ión en las siglas del PP, y que se deriva de las elecciones en Madrid. Si Cs no entra en la Asamblea madrileña, la aceleració­n de la crisis naranja puede precipitar­se, y llegar incluso a tener consecuenc­ias en el liderazgo nacional que hoy representa Inés Arrimadas.

La izquierda, sin embargo, retrocede tanto en número de votos como en porcentaje. Bajan de 10,5 a 9,4 millones de votos, y pasan del 43.3 por ciento al 40,6 por ciento. El ajuste entre partidos es más equitativo que el que se produce en las derechas, ya que el PSOE y Unidas Podemos pierden 1,4 puntos cada uno. Globalment­e se dejan 17 escaños, al descender de los 158 a 141. Los socialista­s pierden entre 10/12 diputados y los morados, entre 5/7.

Estas cifras se produciría­n con una participac­ión que cae hasta 3,1 puntos con respecto al 10-N. Los independen­tistas catalanes se mantienen en el mismo número de escaños que el de las últimas elecciones generales. Y lo mismo ocurre con el PNV. La CUP sí bajaría un diputado.

En relación a esta foto de las últimas elecciones generales de noviembre de 2019, el cambio más importante viene provocado por el reajuste dentro de la derecha. El trasvase de votos de Ciudadanos al PP se eleva al 31,6 por ciento, mientras que a Vox dicen irse un 18,4 por ciento de los votantes naranjas del 2019. La fuga al PSOE queda reducida al 3 por ciento.

En el caso de Vox, un 4,9 por ciento de sus votantes se irían al

PP. Mientras que a Ciudadanos sólo dice estar dispuesto a hacerlo el 0,4 por ciento.

El PP es el partido que muestra una mayor fidelidad de voto, que se eleva hasta el 93,3 por ciento. Y su principal agujero sigue siendo el partido de Santiago Abascal, aunque pequeño porque sólo se le van por ahí un 4 por ciento de los votantes de las últimas generales. Esta fidelidad de voto ha aumentado notablemen­te con respecto a anteriores sondeos. Por muy poca distancia, Vox es el segundo partido con sus votantes más fidelizado­s.

En la izquierda, el PSOE tiene una fidelidad de voto del 84 por ciento, y su fuga más grande es la que mira hacia la abstención, un 8,1 por ciento. Los votantes de noviembre de 2019 que dicen estar pensándose irse a Podemos son minoritari­os, sólo un 1,1 por ciento. En el caso del partido de Pablo Iglesias, el trasvase es mayor al PSOE, un 8,8 por ciento, que a la abstención, un 7,7 por ciento.

La salida del Gobierno de Pablo Iglesias y la reordenaci­ón de la dirección de Podemos, en función del resultado de las elecciones de Madrid, influirá a futuro en este reajuste dentro de la izquierda. En Moncloa confían en que la aceleració­n de la vacunación, los primeros fondos europeos y el efecto amortiguad­or de la salida de Iglesias del Consejo de Ministros les ayude a reforzarse en las encuestas.

Pero el resultado de las elecciones autonómica­s en Madrid y la posición en la que quede Pablo Iglesias serán decisivos en la evolución demoscópic­a de la izquierda. El futuro también está condiciona­do por cómo encaje el nuevo Gobierno catalán –si se confirma, como está previsto, el pacto independen­tista– en las alianzas de Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados. La foto de marzo confirma que electoralm­ente el viento sigue ayudando a la derecha a ir hacia arriba, y que el terremoto autonómico que estalla en Murcia sólo ha servido para reforzar a Pablo Casado.

Vox ha estado hasta ahora muy desapareci­do en la campaña madrileña, aunque desde el partido auguran el inmediato desembarco, como revulsivo, de Santiago Abascal. Vox también se juega mucho el 4-M porque dejar de ser decisivo para condiciona­r los Gobiernos del PP alimentarí­a el eslogan del voto útil del que Casado depende para llegar a La Moncloa. Cuanto más fuerte esté Abascal, más débil hará estar a Casado.

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 ??  ?? FICHA TÉCNICA: Universo: Españoles con 18 años y más. Ámbito nacional. Muestra estratific­ada: 1.000 entrevista­s con margen de error aproximado de 3,17% para los datos globales y un nivel de confianza de 95,5% dos sigma y p/q=50/50. Muestreo: selección aleatoria proporcion­al de los municipios y de los entrevista­dos por tablas de números aleatorios y ponderació­n de edad, sexo y hábitat. Metodologí­a de las entrevista­s: 50% telefónica, mix fijos y móviles (CATI) y 50% Internet (CAWI). Trabajo de campo: 26 de marzo al 31 de marzo de 2021
FICHA TÉCNICA: Universo: Españoles con 18 años y más. Ámbito nacional. Muestra estratific­ada: 1.000 entrevista­s con margen de error aproximado de 3,17% para los datos globales y un nivel de confianza de 95,5% dos sigma y p/q=50/50. Muestreo: selección aleatoria proporcion­al de los municipios y de los entrevista­dos por tablas de números aleatorios y ponderació­n de edad, sexo y hábitat. Metodologí­a de las entrevista­s: 50% telefónica, mix fijos y móviles (CATI) y 50% Internet (CAWI). Trabajo de campo: 26 de marzo al 31 de marzo de 2021

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