Una rebelión venida a menos

HaHa pasado la Semana Santa, estamos en el Lunes de Aguas y la mayoría absoluta del Atlético cada vez está más amenazada. La Liga de los rojiblancos está siendo la rebelión de Espartaco a falta de las crucifixiones. La cuenta atrás, la hora de la verdad para Luis Aragonés, ha empezado torcida para los rojiblancos en el Sánchez Pizjuán y podía haber sido mucho peor. Los milagros de Oblak se mezclan con las miradas a la acera de enfrente y con las oraciones pensando en el Clásico de Valdebebas del sábado. En un Wanda Metropolitano convertido en «vacunómetro», algunos se planteaban: «¿Qué nos conviene más: un empate, una victoria del Madrid o que gane el Barça y así nos olvidamos del vecino?». La hinchada apunta al Madrid-Barça sin olvidar que su equipo vuelve la próxima jornada a una Sevilla huérfana de Feria. Espera el Betis, otra legión de romanos. Al Villamarín llegará el líder sin Luis Suárez ni Marcos Llorente, los otros dos fabricantes de milagros entre los rojiblancos.

A la espera de comprobar cómo se despereza el Barça del parón de selecciones, el Madrid resolvió lo del Eibar sin desgaste. Una vacuna sin molestias. El 4M de los de Zidane va a ser una miniserie de tres capítulos que se resuelve en nueve días. El Liverpool de Klopp es un equipo tan fiable y tan temible como el actual Real Madrid. O sea, fiabilidad la justa. Son dos leyendas que se mueven en la incertidumbre y que pueden despegar o estrellarse. La única candidatura fiable a estas alturas de temporada parece que es la de Isabel Díaz Ayuso a las elecciones del 4-M o al menos eso es lo que apuntan las encuestas.