El Atlético está hecho un lío
Tras una primera vuelta de récord jugando con tres centrales, ha perdido su ventaja
«Cuando haces un cambio en el minuto treinta quiere decir que el entrenador se ha equivocado», decía Simeone después de perder contra el Sevilla. No suele eludir responsabilidades el técnico argentino, también como estrategia para que las miradas se centren en él. Se mostró firme el entrenador, lo mismo que Tomás Reñones, el nuevo portavoz; o los jugadores, al menos de puertas afuera, pese a que la derrota supone dejar la ventaja con sus perseguidores en mínima. Ha perdido chispa el Atlético por más vueltas que le da el Cholo. Comenzó este extraño curso marcado por un arranque tardío y por seguir sin público a revoluciones bajas, con dos empates en las tres primeras jornadas y con un sistema más tradicional: el 4-4-2 cambiado a veces a un 4-3-3. Pasado un mes y medio encontró el dibujo que parecía definitivo con tres centrales. Voló el equipo para igualar la mejor primera vuelta de su historia con 50 puntos, sólo derrotado en un partido, por el Real Madrid. Pero el conjunto de Zidane era muy irregular, lo mismo que el Barcelona, y las ventajas se dispararon hasta los diez puntos. Se hablaba de los rojiblancos casi como campeones, aunque estaba claro que tenía que llegarle un bache. Pero este está siendo demasiado profundo. De los últimos diez partidos de Liga sólo ha ganado cuatro, mientras que ha sufrido cuatro empates (Getafe, Real Madrid, Celta y Levante) y dos derrotas (Levante y Sevilla), lo que unido a la racha positiva de sus perseguidores ha vuelto a apretar el campeonato. En medio, la eliminación en la Champions ante el Chelsea, al que apenas inquietó.
El Cholo ya no está tan convencido de la forma de jugar, el equipo ha vuelto a los orígenes, aunque sea sin querer, de estar más retrasado y no ser tan atrevido y protagonista como en otras fases de la temporada. Las bajas también le están afectando, ya sean por lesión o por culpa del covid, que ha golpeado en el Metropolitano más que en otros sitios. Contra el Sevilla no jugó Joao Félix, aunque ahora tampoco es indiscutible; ni Savic, el defensa más solvente del curso; ni Carrasco, que está siendo un futbolista importantísimo por su velocidad arriba y por su capacidad de sacrificio en las ayudas.
Contra el Sevilla, el Atlético remató la mitad de veces que su rival (9, por las 18 de los andaluces) y no existió en la primera parte. La reacción llegó tarde, lo mismo que en otros encuentros como el del Getafe, en el que sí mereció el triunfo, pero el arreón final no le dio para conseguir el tanto de la victoria. Le cuesta llegar (contra el Alavés, por ejemplo, en la jornada anterior, también chutó menos, ocho veces por nueve de su oponente) y marcar: ningún gol al Sevilla, uno al Alavés, cero al Getafe, uno al Real Madrid... Y por ahí se le ha ido escapando la ventaja, porque aunque Oblak siga siendo Oblak, el portero no puede ser siempre el salvador. Sí lo fue contra el Villarreal, duelo que los rojiblancos vencieron por 0-2, pero en el que pasó lo contrario que contra el Getafe: el premio fue mucho comparado con el juego; o contra el Alavés, parando un penalti. El domingo también detuvo otra pena máxima a Ocampos, pero el tanto de Acuña era imparable.