«UNOS PIJOS HAN IDO A VALLECAS A INTENTAR PROVOCAR A LOS VECINOS»
PuesPues parece, señor Echenique, –perdón por lo de señor, que igual le suena muy pijo– que en Vallecas no todo el mundo es tan de izquierdas como desde su partido, de extrema izquierda, tratan de hacer creer al respetable público.
Igual, los «antifascistas» que el miércoles acataron fielmente las firmes e incontestables directrices emanadas desde el órgano más alto de su «politburó», no eran de Vallecas, y si lo eran, fueron muchos los que hicieron caso omiso de la orden, –algo intolerable para una línea de pensamiento como la suya y que no dudo, tendrá sus depuradas consecuencias– porque resulta que en este distrito no solamente votan los «antifascistas». Le sorprende, claro. Pues bien, agárrese los machos –siento lo de los machos, que le habrá sonado terriblemente heteropatriarcal– porque los, según su lengua acusadora, fascistas de derechas
–no sé si alguna vez se habrá detenido a pensar sobre si hay fascistas de izquierda, pero ya le digo que viendo y oyendo lo que de la izquierda brota, y no sólo por los altercados de Vallecas, los hay y gritan cosas como «¡A por ellos, como en Paracuellos!»– 19.028 acudieron a las urnas, excluyendo los votos de los partidos marginales de «derechas». Si además tenemos en cuenta que votaron 50.360 personas, resulta que, siento alterarle, Vallecas no es «Vallekas», ni sumando Villa y Puente. Note usted –claro, le rechina el tratamiento educado, ya sé que para su línea de pensamiento la educación es cosa de fascistas– el uso de la k, de la k que también está presente en «kale borroka», esa que tanto les hace sonreír, porque amedrentar a los que no votan «ezkerra» para que ni voten ni hablen, importar la «batasunización» a las calles de Madrid, como importaron los «escraches» –hasta que el advenimiento del Marquesado de Galapagar los hizo decaer– parece que les regocija. En fin, como no habrá entendido nada, se los dejo pelado cual melocotón: la calle no es de Podemos ni suya ni de los «fascistas antifascistas», como tampoco lo era de Fraga por muchos grises que pusiera.