La Razón (Andalucía)

Cansados

- Ángela Vallvey

HastaHasta hace un año, al buscar en internet la palabra «cansancio», aparecían como primeros resultados «cansancio crónico» y «cansancio extremo». Es sabido que los resultados que ofrecen los buscadores colocan en primer lugar las expresione­s más solicitada­s por los usuarios. Así, aplicando el «big data», la mayoría de interesado­s por el tema «cansancio» estaban preocupado­s porque fuese «crónico» y «extremo». Ahora, sin embargo, al buscar «cansancio» aparece primero, como más demandada, la expresión «cansancio covid». Lo que significa, y no es extraño, que la mayor parte de consultant­es está inquieta por el cansancio derivado de la pandemia. Una situación espantosa que ha enfilado su segundo año. Una ciudadanía extenuada, llorando a más muertos que tras una guerra. Las personas que han sufrido covid tienen una sensación habitual de cansancio, lo que parece ser una alarmante secuela de la enfermedad. Pero es que también quienes no han padecido coronaviru­s están cansados. El cansancio paraliza, nos deja expuestos, nos hace débiles. Cansados, decaídos como estamos, ¿cómo haremos frente a la injusticia, si es que llama a nuestra puerta a horas intempesti­vas…? Porque hemos descubiert­o que vivimos en un paraíso socialdemó­crata, pero «fake», no en ese que nos vendían donde solo el lechero se atreve a apretar el timbre de madrugada… ¿De dónde sacaremos fuerzas para soportar posibles decisiones políticas arbitraria­s o injustas? Si nos vemos azotados por inesperada­s subidas de impuestos, diezmados como estamos por el paro, la enfermedad, la escasez y una galopante pobreza…, ¿adónde iremos a reclamar? ¿Quién se acordará ya de que vivíamos, tácitament­e, en una sociedad libre y abierta? ¿Quiénes se encargarán de reivindica­r aquellos supuestos derechos ciudadanos en un mundo postrado, que va aprehendie­ndo la costumbre del silencio doliente y la mansedumbr­e fatigada? Porque en las calles solo hacen ruido algunos partidos políticos, con sus huestes que, para llamar a votar, usan cachiporra­s y trozos de ladrillo en vez de campanilla­s. Mientras, los ciudadanos mayoritari­amente seguimos en casa agotados, «ad extirpanda» cívica, asumiendo que un mes más, un año más de encierro y de miedo, no son nada comparados con la eternidad que nos queda por delante.

«Hemos descubiert­o que vivimos en un paraíso socialdemó­crata, pero ‘‘fake’’»

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain