Objetivo ajustado: llegar al verano con el 50% de la población vacunada
La Junta recurrirá al TSJA para que avale sus restricciones, si decae el Estado de alarma
Las ganas prensadas durante meses auguran bullicios futuros en los que será fundamental estar inmunizado. El presidente del Gobierno andaluz, Juanma Moreno, se mostró ayer confiado en que, «si de una vez por todas» el Gobierno central encabezado por Pedro Sánchez «cumple», se podrá «llegar al verano con un 40 o 50% de vacunados». Así de «optimista» afirmó ser en el Parlamento regional, durante la sesión de control a su Ejecutivo, Ejecutivo, y a preguntas de Vox, cuyo portavoz en la Cámara, Alejandro Hernández, se interesó por los planes estivales de la Junta. Le recordó al máximo dirigente del Gobierno autonómico que su grupo ha pedido en reiteradas ocasiones un «plan b», por si falla la vacunación, y le afeó el que sigan apostando por prorrogar el Estado de alarma más allá del próximo 9 de mayo que permita continuar con las restricciones horarias, de movilidad y con el toque de queda, inconstitucional para su partido. Todo sin que se conozcan «los datos o los informes en los que se sustentan esas decisiones», dijo, y pese a que no han evitado «la expansión descontrolada» del virus. Hernández interrogó a Moreno sobre si realmente cree que la cuarta ola se ha generado por «la apertura de las terrazas de los bares» hasta las 22:30 y le lanzó que las limitaciones de aforo para los espectáculos al aire libre son «difíciles de entender», no sólo en el caso de los toros. El aludido le replicó admitiendo que no le gusta «restringir la libertad de movimiento de los ciudadanos», pero espetó al portavoz de Vox: «¿Usted tomaría una decisión política por encima de un criterio técnico avalado por personas que son conocedoras de la ciencia?». «¿Y si mueren personas?», enlazó.
El presidente regional defendió que su equipo intenta «de manera escrupulosa» cada día «guardar un fino equilibrio entre preservar la vida y la salud de los andaluces» y la «actividad económica» desde el «sentido común». En relación al Estado de alarma, antes de entrar al plenario Moreno advirtió de que las comunidades quedarán «desnudas» ante posibles rebrotes de la covid cuando decaiga. Recriminó a Sánchez que haya dejado «pasar un año» sin elaborar «una regulación básica» en materia sanitaria que ofrezca a los territorios los instrumentos adecuados para tomar «decisiones importantes». «Si quieren hacer una feria» en algún punto del mapa andaluz, «una romería» o «un gran botellón», no podrá «impedirlo», se quejó Moreno. En ese sentido, el Gobierno regional prevé consultar al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) la puesta en marcha de limitaciones, afecten al ámbito global de la comunidad o al de municipios concretos, para cubrirse las espaldas desde el punto de vista jurídico, si finalmente a partir del 10 de mayo desaparece el marco estatal del Estado de alarma. De hecho, ya se hizo cuando se puso fin al primero y el Alto Tribunal avaló el freno a la movilidad en varias localidades con elevada incidencia de coronavirus.
En su «cara a cara» con la líder de la oposición, Susana Díaz, ésta le reprochó los contactos con el laboratorio de la vacuna Sputnik rusa, no autorizada de momento por la Agencia Europea del Medicamento. Pero fue más allá. Acusó a la Junta de haber «maquillado» cifras. Según los socialistas, de acuerdo a lo reflejado en las estadísticas oficiales del instituto de cartografía autonómico, en Navidad se comunicaron «68.087 positivos», para rectificar y elevarlos más tarde a «92.518 contagios», 24.431 más; y lo mismo habría sucedido en Semana Santa, cuando se dio un primer dato de «25.538» y luego otro de «28.308 casos», 2.770 más. Tendones y músculos tensionados, el presidente de la Junta responsabilizó a la socialista de difundir «bulos» y le pidió que les eche «una mano» con la gestión de la pandemia, «pero no al cuello».