Ha nacido una pareja
El papel de Nacho y Militao en estos tres partidos decisivos da al Madrid seguridad para lo que queda y para la próxima temporada
Una de las asociaciones que más buscan los entrenadores en el campo es la pareja de centrales, porque saben que es desde ahí desde donde se ganan los partidos. Son los de atrás los que mandan sobre el resto del equipo y de su buena coordinación depende que el resto juegue más atrasado o más adelantado, más junto o más separado. Y eso determina el desarrollo del encuentro.
Por eso, cuando se lesionó Ramos en el Real Madrid temblaron. Se rompía la pareja que hacía con Varane, una de las más sólidas y coordinadas del fútbol europeo. Eso podía desestabilizar a todo el equipo. Cada baja de Ramos dejaba una sensación de orfandad, que no siempre justificaban los datos. Pero su jerarquía en el equipo iba más allá de sus habilidades defensivas. El capitán era el que mandaba y el que reunía el espíritu del grupo.
Sin embargo, desde que en enero ya puede firmar con cualquier club y marcharse en junio sin necesidad de pagar traspaso sólo ha disputado 305 minutos. En total, dos partidos enteros, luego poco más de sesenta minutos contra el Elche y los mismos contra el Atalanta. En la fase decisiva de la competición no ha estado, pero tampoco se le ha echado de menos... Por el papel de Nacho. «Yo intento hacer mi trabajo lo mejor posible. Es la mejor temporada de mi carrera, con mucha confianza y ayudando al equipo para conseguir objetivos», aseguraba el canterano. Mostró su versión más concentrada sin los errores que le habían penalizado el curso pasado.
Sustituyó bien a Ramos y se complementó sin problemas con Varane. Pero cuando el francés se lesionó antes del primer choque contra el Liverpool de la Champions, los aficionados madridistas volvieron a sentir temblores fríos porque de nuevo se rompía la pareja defensiva, sin tiempo para entrenar en serio. Había que volver a construir una pareja sobre la marcha: Nacho y Militao, los suplentes.
La mezcla, sin embargo, no ha podido ser mejor en el momento más peligroso. Nacho se ha convertido en un líder. Quizá era lo que le faltaba porque cuando ha jugado, casi siempre ha sido junto a Ramos o Varane y la jerarquía de estos últimos es evidente. Sin ellos, es como si se hubiera soltado y al mando ha sido más contundente que nunca. Hasta once despejes hizo contra el Liverpool, el que más del Real Madrid en cualquier partido de este curso.
Es el líder, el que tira de su compañero atrás y el que pide que se le reconozca después de los encuentros: «Tanto Militao como yo, si estamos aquí es por algo. Tenemos condiciones de sobra para jugar partidos como el del Liverpool. Llevamos jugando juntos tres partidos de máxima exigencia y estoy contento por Militao, por mí y por el equipo», continuaba Nacho, el único jugador de la primera plantilla que lleva toda su vida en el Real Madrid y que en 2022 acaba contrato. Estos partidos pueden haber cambiado su futuro, pero también el de toda defensa de la próxima temporada. Ramos está por renovar; Varane por decidirse y Alaba por llegar.
Ahora se ha comprobado que Nacho puede estar al mando y que Militao es el central que se esperaba cuando se le fichó del Oporto: «He llegado aquí gracias a la dedicación y al trabajo. Sabemos que hay mucho jugadores muy buenos en cada puesto, pero hay que esperar una oportunidad. Es genial genial poder jugar estos partidos, pero hay que estar preparado y responder», aseguraba el brasileño después del choque contra el Liverpool, según la traducción de @ElTraductorZZ. Militao defendía, como había hecho Nacho, su valía: «Estamos demostrando en cada partido que podemos jugar aquí». Los dos centrales blancos son muy conscientes de cuál era su papel en el equipo, al menos hasta ahora, y que ambos necesitaban encadenar minutos y actuaciones convincentes para empezar a cambiar los prejuicios que se tenían de ellos.
A Nacho se le veía cómo un futbolista muy bueno siempre que mantuviera un papel secundario y a sus 31 años no había conseguido quitarse ese papel. Ha visto pasar centrales por delante de él y siempre ha aguantado en el equipo. Conoce,
Sin Varane ni Ramos, el canterano ha asumido el papel de líder y le sienta mucho mejor de lo que se creía
por su hermano Álex, que hay una vida en el Real Madrid y otra muy distinta fuera. Álex es un centrocampista con talento que se tuvo que marchar a buscarse la vida en otros equipos. Como les sucede a muchos futbolistas de la cantera, pasó por muchos, demasiados, y sólo en el Cádiz ha encontrado la estabilidad que buscaba. Nacho se quedó en busca de oportunidades y según las temporadas ha tenido más o menos. Pero nunca su papel había sido tan importante en los momentos en los que se está jugando todo. Papel importante... y decisivo.
De Militao había dudas porque había mostrado fragilidad cuando lo que se exige a los de atrás es que no duden. Militao parecía jugar como si tuviera que pedir permiso. Ya no. Ahora lo que pide es hueco para seguir jugando.