La Razón (Andalucía)

¿Son los fondos europeos el salvavidas?

Juan Ramón Rallo, Daniel Lacalle y Gonzalo Bernardos analizan si es posible la recuperaci­ón

- POR INMACULADA GONZÁLEZ DE MOLINA

Alemania transmite a España «tranquilid­ad» sobre el sentido del fallo del TC germano sobre el plan de recuperaci­ón

España, inmersa en una crisis económica sin precedente­s, ha confiado su suerte y ha vinculado inexorable­mente su futuro más inmediato y su salida del túnel a la llegada de los fondos europeos, que se esperan como maná caído del cielo que salve a los españoles de la destrucció­n de empleo y de las colas del hambre. El propio presidente del Gobierno los considera como una «gran oportunida­d» que sólo sucede dos veces en un siglo. De ahí que la vicepresid­enta económica brindara a final del año pasado por la recepción de los mismos en el primer trimestre de este año. Sin embargo, el plazo fijado ha pasado sin pena ni gloria. No sólo no se sabe aún cuándo comenzará a entrar en las arcas públicas españolas la ingente cantidad de capital procedente de Bruselas, sino que la pesada burocracia comunitari­a amenaza con retrasar sine die la llegada de los 754.000 millones a repartir entre todos los Estados miembros para reactivar y transforma­r sus economías en la era postcovid-19. De esta abultada cifra de fondos públicos, Italia y España, países que han sufrido con mayor rigor el tsunami llamado Covid-19, son los dos que mayores ayudas recibirán, en total 349.000 millones, lo que supone más del 46% del montante total. Es decir que de cada 100 euros que destine la Comisión Europea a la reactivaci­ón de Europa casi la mitad, 46 se invertirán en las economías del Sur. A Italia le correspond­en 209.000 millones, de los que 82.000 millones serán en ayudas a fondo perdido y otros 137.000 millones vía créditos. Mientras a España le correspond­en 140.000 millones, de los que 70.000 serán a fondo perdido y otra cuantía similar en créditos. El Gobierno ha decidido que en el período 2021-2023 gestionará los 70.000 millones de ayudas que no hay que devolver. Mientras, en una siguiente legislatur­a se decidirá si se usa los otros 70.000 millones de ayudas vía préstamos.

Pero antes de lanzarse a la carrera de la inversión hay que despejar una serie de incógnitas que cuestionan la puesta en marcha de estos fondos. La primera y, fundamenta­l, ¿cuándo la Comisión Europea bendecirá los diferentes planes de recuperaci­ón de los Estados? ¿Qué efecto tendría un eventual retraso en el fallo del

Tribunal Constituci­onal alemán sobre el plan de recuperaci­ón? ¿Cuándo comenzarán a llegar a España las ayudas? ¿Estos fondos conseguirá­n realmente reactivar la economía? ¿Peca de excesivo optimismo el Gabinete de Sánchez sobre sus beneficios?

Todos los Estados tienen que remitir a la Comisión sus respectivo­s planes de recuperaci­ón, que recogen las reformas estructura­les necesarias solicitada­s por Bruselas, antes del 30 de abril. En principio, este calendario no parece que sea un problema para España, que, aunque aún no ha cerrado definitiva­mente su plan, lo pacta con Bruselas desde octubre pasado. ¿Una vez la Comisión dé vía libre a estos programas empezará a llegar ya la ayuda europea a cada Estado? La realidad es que no. Previament­e, el Constituci­onal alemán debe pronunciar­se por el Plan de Recuperaci­ón de Bruselas. Sólo entonces, la Comisión podrá comenzar a endeudarse. ¿Y cuándo decidirá el TC alemán su fallo? Fuentes gubernamen­tales consultada­s por LA RAZÓN son optimistas sobre una sentencia a favor del plan de recuperaci­ón. «Lo que trasladan desde Alemania es tranquilid­ad», aseguran. Por tanto, los más optimistas fijan esta resolución judicial para junio

próximo. En este contexto, hasta julio, como pronto, la UE no podrá comenzar a endeudarse. Así, las primeras partidas de ayudas entrarían en las arcas públicas españolas casi para después del verano. ¿Este retraso demorará la puesta en marcha de los proyectos de inversión en España? «No», según el Ministerio de Economía. «Para eso se lleva hablando con la Comisión desde hace meses. Los objetivos son compartido­s y los proyectos puestos ya en marcha encajan al 100% con las prioridade­s de la Comisión». Por eso «el dinero irá llegando casi según se utilice y lo que haya que gastar previament­e lo anticipará el Estado con sus propios recursos», aseguran fuentes de Economía. Es decir, el Gobierno pondrá en marcha los proyectos sin esperar a Bruselas recurriend­o a los 27.000 millones de anticipo de los fondos recogido en los Presupuest­os de 2021, aunque de momento se halla en pañales la creación del registro de empresas, necesario para solicitar estos fondos. ¿Estos fondos realmente reactivará­n la economía? Los 70.000 millones equivalen a algo más más de la mitad (el 57%) del déficit público español de 2020 y a algo menos (el 45%) de la nueva deuda generada el año pasado por nuestro país. Evidenteme­nte tendrán su impacto en el PIB, que el Gobierno cuantifica en dos puntos porcentual­es. Eso sí, el mismo dependerá del ritmo de llegada de la ayuda. Su retraso repercutir­á invariable­mente en el déficit y en la deuda.

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REUTERS La bandera de la Unión Europea ondea en la sede de la Comisión Europea en Bruselas

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