Una ministra para otro «efecto Illa»
Gabilondo anuncia a la ministra Reyes Maroto como su vicepresidenta, si gobierna
La campaña de Ángel Gabilondo está siendo un reflejo de la que llevó a cabo Salvador Illa en Cataluña. Más allá de que ambos candidatos reivindiquen la moderación frente a la confrontación, existen otras estrategias que se están desplegando de forma idéntica. Entre ellas, la de anunciar de manera anticipada quien ocupará la vicepresidencia económica antes de saber, si quiera, si se podrá gobernar. Una forma de desterrar cualquier elucubración sobre que esta gestión pueda quedar en manos de eventuales socios como Más Madrid o Podemos, pero también de imponer el «modelo Moncloa» y achicar el espacio propio del PSM en un futuro Ejecutivo.
Como hiciera Illa con Maurici Lucena (AENA), Gabilondo presentó ayer a la titular de Industria, Reyes Maroto, como su mano derecha económica en la Puerta del Sol. La ministra no integra las listas del PSOE para los comicios –algo que hubiera sido incompatible con su cartera en el Gobierno central–, pero se incorporaría posteriormente a un eventual ejecutivo socialista, si dieran los números para desalojar a Isabel Díaz Ayuso del gobierno, tras las elecciones.
Con este movimiento, los socialistas buscan insuflar a su candidatura el «efecto Moncloa» que hubieran obtenido en caso de que un ministro hubiera encabezado su lista electoral, algo que se descartó por falta de tiempo, y configurar así lo que se denomina, según fuentes socialistas, «lista de gobierno». Una lista paralela a la candidatura de quienes quieren que afronten la gestión el día después, con las garantías de salir elegidos, y sin necesidad de renunciar a sus cargos actuales de responsabilidad.
Sin embargo, este movimiento deja a Maroto en una situación precaria. Bien es cierto que su puesto en el Gabinete no se pondría en riesgo en la cita electoral, pero queda tocada, porque si Gabilondo no logra gobernar y la titular de Industria mantiene su cartera, se trasladará el mensaje de que Maroto está de salida y su labor no es imprescindible en el Ejecutivo central.