«Cortés hoy no sería militar, sino un influencer impresionante»
Publica «Hernán Cortés», una biografía que hace un retrato justo y actualizado del conquistador con sus luces y sombras
Un Hernán Cortés sin maniqueísmos históricos ni políticos. Mira Caballos firma una biografía alejada de hagiografías heroicas y leyendas negras; un estudio que brinda el retrato del hombre, el soldado y el político con sus luces y sus sombras.
–¿Por qué esta obra ahora?
–Era imprescindible. Hernán Cortés está polarizado por una leyenda negra y otra blanca. Recientemente ha aparecido un libro que lo presenta como el hombre que salvó a los mexicanos del drama de los sacrificios. Y otro que lo analiza como un psicópata. Hay que abandonar lo «negrolegendario» y lo «rosalegendario». Mi objetivo era una biografía que lo situara como un hombre de su tiempo, pero que responda a las preguntas del hombre de hoy.
–¿Está falseada su figura?
–El problema es cuando metemos en medio ideología y nacionalismo. Una cosa es el Cortés de los historiadores, ya que, aunque con nuestras diferencias, todos llegamos a un acuerdo sobre él, y, otro, el Cortés que hay en la calle. Ahí su figura está muy politizada. En España y, sobre todo, en México, donde se enseña que España destruyó su país y la refinada civilización de los mexicas. No fue así. No destruyó México. Fue una guerra entre dos bandos, y en uno había un grupo de españoles. Les digo a los mexicanos que el drama del México actual no es Cortés, que creó el gran México virreinal, la capital del imperio hispánico y uno de sus mejores momentos. Su drama fue la pérdida de territorios entre 1846 y 1848, como Texas, que tiene los mayores recursos de petróleo de EE.UU. Se perdió en el siglo XIX, no por un conquistador español del XVI que, encima, levantó el México mestizo.
–Lo acusan de genocida.
–Hay que descartar el genocidio de la conquista de México. En mi libro narro el drama de la conquista. Hubo matanzas y deportaciones, como en las Antillas. Pero no genocidio. Las fuentes del siglo XVI dicen que las Indias no son nada sin los indios. Los
españoles no querían trabajar la tierra. Cortés y la mayoría de los conquistadores administraron el terror cuando lo consideraron para controlar territorios, pero en su justa medida. No querían despoblar. Las tierras no valían nada sin su población. Es importante que Cortés vuelva al terreno de la Historia. El historiador ha perdido la calle y hay que recuperarla otra vez. Debemos recuperar la opinión pública.
–¿Y sobre lo de pedir perdón?
–Es absurdo. La Historia no está para pedir perdón. Ni para que sintamos culpa ni para hacer un juicio permanente. Siempre tenemos sentado en el banquillo de los acusados a Cortés. La Historia está para explicarla. Decir este fue el drama y esta la gesta. Y aprender para crear un mundo mejor. Pero entre unos y otros nos la cargamos. De la carta de López Obrador al Rey nos quedamos con el titular. Yo la leí. Entera. Lo primero que dice es que Cortés está en el origen de la actual nación mexicana. Luego, que pidamos perdón. No estoy de acuerdo. En tercer lugar, asegura que ellos lo pedirán por el genocidio que cometieron contra la población indígena yucateca en el XIX, y lo cuarto, que somos pueblos hermanos y que hagamos un documento de lo que ocurrió para entendernos. ¿Quieren uno? Bien, pero deben ser de historiadores mexicanos y españoles. Y luego que lo podamos difundir en las escuelas para que sepan que los españoles no comemos carne cruda.
–¿Las virtudes de Cortés fueron diplomáticas?
–Fue su principal mérito. Cortés hoy no sería un militar, sino un político, un Youtuber, un influencer impresionante. Tenía una enorme habilidad para eso. Desarrollaba pactos, sabía aprovechar las rencillas apoyando a unos contra otros, pero siempre permanecía abierto al pacto. Incluso en guerra estaba dispuesto a hacer amigo al enemigo. Tenía arengas propias de un filósofo. De hecho, enrola a la hueste de Pánfilo de Narváez en la suya. Entre sus soldados había negros africanos, franceses, italianos, griegos.
–¿El legado de Cortés?
–Siempre pobló y fundó hospitales. Es el germen del actual México mestizo. Su legado sigue vivo por el mestizaje que él mismo inicia con la Malinche y su hijo, con los poblamientos de los territorios y la fundación de instituciones.
–¿Apenas había militares entre sus soldados?
–Es otro de los mitos cortesianos. La mayoría eran campesinos, hortelanos, cualquier cosa, menos militares. Gente de a pie, aventureros. El propio Cortés carecía de experiencia militar. Era sobre todo un político. Su primer combate fue en México. Era un diplomático inteligente, una persona con una enorme capacidad para sumar fuerzas.