El jurado declara culpable al policía por la muerte de Floyd
El ex agente de Policía, Derek Chauvin, es condenado por homicidio en segundo grado y se enfrenta a una pena de 45 años de cárcel, por el caso que desató los mayores disturbios raciales en EE UU en medio siglo
Culpable. Derek Chauvin, el ex agente de policía acusado de la muerte del afroamericano George Floyd el pasado mes de mayo en Mineápolis (Minesota, EE UU), fue ayer declarado culpable de los tres cargos a los que se enfrentaba. Tras un día de deliberación, el jurado del caso Floyd alcanzó un veredicto. El fallo condena a Chauvin por asesinato en segundo grado, penado con hasta 40 años de cárcel; asesinato en tercer grado, con una condena máxima de 25 años, y homicidio en segundo grado, que acarrea hasta 10 años de privación de libertad. Como el ex policía no posee antecedentes penales, solo podría ser condenado a un máximo de 12 años y medio de prisión por cada uno de los primeros dos cargos y a 4 años de cárcel por el tercero. Chauvin se ha declarado inocente de todos los cargos durante el proceso, pero ha sido en vano. Los 12 miembros del jurado -seis blancos, cuatro afroamericanos y dos «multirraciales»- empezaron a deliberar este lunes después de los alegatos finales de la fiscalía y la defensa. Unas seis horas y media después, anunciaron que habían tomado una decisión unánime sobre la sentencia de Chauvin. De este veredicto también dependía el curso político de los próximos días. Y hasta la seguridad de las calles. La Casa Blanca, desde luego, sopesó el mensaje y las vías para transmitirlo. El fallo alivia tensiones.La presión ha creido en los últimos días para que el presidente, Joe Biden, tomese partido abiertamente. Una postura difícil, entre otras cosas, no menores, porque el veterano político siempre fue de los primeros en denunciar la facilidad con la que Donald Trump se entrometía en el trabajo de los tribunales. «Estoy rezando para que el veredicto sea el correcto. En mi opinión, es abrumador», indicó el presidente, sin aclarar si se refería a las pruebas contra Chauvin o al caso en sí. Sea como sea Biden habría habla
El Pentágono despliega la Guardia Nacional en las principales ciudades ante el temor de que el fallo reavivase los disturbios
do en las últimas horas con los miembros de la familia de Floyd, a los que habría transmitido sus mejores deseos. En declaraciones a la NBC un hermano de George, Philonise, explicó que Biden «solo estaba llamando» y que «sabe lo que es perder a un miembro de la familia y conoce el proceso por el que estamos pasando. Así que sólo nos estaba haciendo saber que estaba rezando por nosotros y que espera que todo saliera bien». Un mensaje humanitario, estrictamente compasivo, que de momento no obliga a grandes contorsiones. Aunque seguramente tampoco satisface a los aliados demócratas del sector de la llamada justicia social, que llevan meses pidiendo cambios estructurales en la Policía, a la que tachan de racista. Al cierre de esta edición, era posible, en cualquier caso, que una vez que hubiera un veredicto el presidente hablara a la nación. Pero las palabras posiblemente no sean suficientes. La portavoz del Gobierno, insistió en el respeto a las decisiones judiciales. La Casa Blanca «dejará que el jurado delibere y esperaremos a que salga el veredicto antes de decir más». Desde luego ayudan poco mensajes como el de la presidente del Congreso, Nancy Pelosi, que el lunes escribía que «hoy es un día solemne en el que se presentan los argumentos finales en el juicio por asesinato de George Floyd. Felicito a la familia Floyd por sus dignos llamamientos a la justicia, que se escucharon en todo el mundo. Recemos para que la verdad prevalezca y honre la memoria de Floyd». Ante una sentencia de alto voltaje político y social, el Pentágono había aprobado enviar la Guardia Nacional a varias ciudades, incluida Washington, por si fuera necesario para apoyar a los antidisturbios locales. La revista «Barras y Estrellas», por ejemplo, citó las declaraciones de Chelsi Johnson, portavoz de la Guardia Nacional de DC, que explicó que la capital verá numerosos «cierres de calles en múltiples intersecciones para brindar seguridad en y alrededor de las áreas peatonales». Mientras tanto el portavoz del Pentágono, John Kirby, confirmaba a principios de semana que todo está preparado en previsión de disturbios. Nadie olvida los sufridos durante semanas, cuando la muerte de Floyd propició una catarata de protestas en todo el país, las mayores desde 1968 y el asesinato de Martin Luther King Jr. También resuenan las palabras del fiscal, Steve Schleicher, que en sus argumentos finales sostuvo que «George Floyd murió boca abajo en la acera de la calle 38 y Chicago en Minneapolis. Nueve minutos y 29 segundos, nueve minutos y 29 segundos. Durante este tiempo, George Floyd luchó. Desesperado por respirar (...) Pero la fuerza fue demasiada. Estaba atrapado. Atrapado con el pavimento inflexible debajo de él, tan inflexible como los hombres que lo sujetaron».
Y como explicaba el «New York Times», las acusaciones contra la Policía, cuestionada por sus usos violentos, se acumulan desde hace meses. Sólo desde que arrancó el juicio, el pasado 29 de marzo, se cuentan ya 64 estadounidenses muertos a manos de la Policía. Un drama que no cesa.