SISTEMAS INTEGRALES PARA REDUCIR EL CONSUMO EN CASA
Thermochip instala soluciones sostenibles que minimizan el gasto energético hasta un 90% y no generan residuos
ElEl 40% del consumo energético final en la Unión Europea corresponde a los edificios. Esta factura energética se puede reducir con inmuebles más eficientes, tanto en sus materiales como en el propio método de construcción. Para ello es necesario proponer soluciones constructivas innovadoras y más sostenibles, sin emisión de residuos y sin consumo de agua, producidas a través de un proceso de fabricación con bajo impacto medioambiental. A eso precisamente dedica su esfuerzo Thermochip, una empresa pionera en la fabricación y comercialización de paneles sándwich. Sus más de 30 años de trayectoria la han convertido en referente en el sector de paneles multicapa. Con decenas de millones de metros instalados, Thermochip lidera el mercado de la cubierta inclinada, considerada la mejor solución para obras unifamiliares, plurifamiliares, o proyectos de gran envergadura, como la rehabilitación del mercado de Sant Jordi en Barcelona con más de 5.000 m2.
Pero desde 2019 Thermochip ofrece nuevos sistemas más allá de la cubierta inclinada para impulsar la construcción industrializada. Para ello cuenta con su gama Thermochip® Housing. «Este sistema constructivo integral para la envolvente de la edificación ofrece un cerramiento panelizado para cubiertas planas, fachadas y forjados, que se adapta a las necesidades de cada proyecto. Cumple, además, la normativa vigente del Código técnico de la edificación y los requerimientos del estándar Passivhaus», dicen desde la firma.
El sistema fomenta una construcción más sostenible al no generar residuos, y ser realizada en seco, y reduce los tiempos en aproximadamente un 70%. La digitalización y automatización de los procesos y la información técnica detallada de cada producto, mediante la metodología BIM, permite también un control de calidad minucioso que elimina la incertidumbre entre el proyecto y su ejecución, facilitando al mismo tiempo el trabajo de prescriptores y arquitectos.
El alto compromiso con la innovación y la calidad han permitido a Thermochip superar estrictos controles de calidad en su proceso de fabricación. Sus prestaciones han sido validadas por organismos y laboratorios de certificaciones oficiales como el ITeC, el laboratorio de Radiactividad de la Universidad de Cantabria, AFITI-LICOF, Tecnalia o Passive House Institute.
Ahora además recibe el reconocimiento de LA RAZÓN por su compromiso con la edificación sostenible: «Tenemos un compromiso con la eficiencia energética. Proponemos soluciones alternativas más sostenibles y eficientes a los sistemas tradicionales que permiten un ahorro de energía de hasta un 90% respecto a una vivienda convencional. Uno de los puntos clave del modelo de negocio de Thermochip es el desarrollo sostenible a todos los niveles de la organización, desde los recursos en la cadena productiva hasta la protección del medioambiente en su ámbito de influencia, con una cuidadosa selección de las materias primas y el uso racional del transporte. Además, en su proceso productivo no se consume un solo litro de agua y las emisiones de CO2 y residuos son casi nulas», comentan sus portavoces.
Como valor añadido en su servicio, Thermochip apuesta por acompañar a los clientes profesionales a través de su oficina técnica, ofreciendo un asesoramiento en las fases de diseño y ejecución de sus proyectos con sus especialistas, que aclaran cualquier duda en cuanto al cumplimiento normativo.
Actualmente Thermochip está ejecutando la estación de intermodal de Santiago de Compostela o la Escuela de Hostelería en Ibiza. «Es indispensable que el sector de la construcción pase por una transformación digital. A través de ella es posible potenciar la colaboración entre las partes implicadas en el desarrollo de un proyecto, mejorar la gestión y planificación de los recursos, y ejecutar con una mayor precisión. Todo ello contribuye a la satisfacción del cliente, gracias a una ejecución más rápida y eficiente. Otra tarea pendiente consiste en mejorar las condiciones de trabajo de la mano de obra, esto es posible impulsando la construcción en entornos offsite, con un mayor control y minimizar los riesgos. Para ello es imprescindible impulsar la formación», dicen desde la firma.