«Usted es la presidenta nini»
Marcaje sanitario a Ayuso y la puerta abierta a Ciudadanos
La experiencia en el hospital 12 de octubre trasladada a la televisión. Quizá con demasiado detalle en un intento de presentarse como la mejor gestora que dirigiría la crisis sanitaria, algo que le censuró la presidenta Isabel Díaz Ayuso. Mónica García lideró el debate sanitario, con datos e iniciativas directas para hacer frente al coronavirus; cambiar el plan de vacunación que a su juico es «un caos», ayudas directas para hosteleros y pymes y emprender un plan de desescalada de la mascarilla. Sobre el hospital Zendal, máxima arma arrojadiza por parte de Más Madrid, rebajó sus críticas sobre su cierre y prometió que lo reutilizará si gana las elecciones.
Entabló confrontación directa con la presidenta de la Comunidad de Madrid, y a partes iguales con la candidata de Vox, Rocío Monasterio. «No sé de qué podemos estar orgullosos» espetó en un primer envite a Ayuso en referencia a los datos de contagios y fallecimientos para después pasar a un bronco marcaje. La acusó de ser una presidenta que se dedicaba a «confrontar con Sánchez en la política nacional» y de que los madrileños han tenido la «presidenta nini» durante la pandemia. Reveló que es el «divorcio entre su política y la realidad que hemos vivido en hospitales y barrios lo que me hace tener cada vez más ímpetu para que usted no vuelva a la Puerta del Sol».
Aunque entró en la guerra de cifras que inició Pablo Iglesias, trató de diferenciarse de su principal rival a la izquierda pidiendo a todos los candidatos «dejar de molestar a los ciudadanos» y «bajar el tono y subir el nivel político». Aseguró que dará medidas para trabajar en la igualdad y propuso 16.000 docentes más, algo que, dijo, Ayuso prometió.
Sobre el escenario postelectoral tiende, de nuevo la mano a Ciudadanos, pero le pide que abandone la mano del PP. «Estamos dispuestos a hablar con cualquiera que quiera un gobierno decente y sin corrupción».
No fue previsora, pues era lógico que la presidenta madrileña eligiera el color de la Comunidad de Madrid para el debate. Repitió un casi idéntico modelo de dos piezas con una camiseta blanca y tacones.