Cada uno a lo suyo
Pasado el Rubicón del debate, quedarán algunos ecos forzados, ahora ya sprint, no hay tiempo para cambiar de estrategia aunque algunos lo intentarán. En los últimos procesos electorales, País Vasco, Galicia y Cataluña con Illa de candidato, se ha premiado a quienes han gestionado la pandemia. Los gobiernos han salido reforzados. En el caso de Madrid las encuestas apuntan que Ayuso va, por lo menos, a doblar la representación y la que fue otra pata del gobierno, ciudadanos, no llegará a la Asamblea. La presidenta tiene que ir de hito en hito para tratar de alcanzar el 69 y la agenda viene jalonada de actos y sectores para hacer suyos lugares y sectores.
Vox ha endurecido su estrategia para amarrar a los muy cafeteros bordeando el buen gusto y entrando de lleno en la confrontación con el sistema y la legalidad . Buscan el 5% a toda costa y ahí se ha volcado Abascal en el cartel electoral y en los mítines, sin Monasterio. Las estrategias se afilan también por la izquierda, que necesita movilización, Iglesias tiene que levantar unos números que le dejarían el último del bloque ante la pujanza de Mónica García. La candidata de Más Madrid es la única que crece y lo hace a costa de Podemos y sobre todo del PSOE. Despliega mensajes de izquierda verde y renuncia a esa antipatía que rezuman morados y socialistas como nuevos padres castradores y ceño fruncido. Gabilondo da la sensación de estar pidiendo la hora. Si en lo que queda de campaña le giran a la izquierda existe riesgo cierto de que se rompa la cadera. Sus devaneos con el centro han demostrado lo inconsistente y tramposo de un intento huero de rebañar electorado de ciudadanos. Nos esperan días en los que se dirán barbaridades y se escuchará poco porque el personal está cansado y digan lo que digan los sondeos quedan pocos indecisos.