La Razón (Andalucía)

Putin no tolerará ninguna provocació­n de Occidente

El líder del Kremlin amenaza con una respuesta «asimétrica, rápida y dura» a quien ponga en riesgo la seguridad nacional

- Eduardo Bajo -

El discurso de ayer de Vladímir Putin cubrió muchas de las expectativ­as de los politólogo­s y analistas del país, sabedores de que éste centraría su exposición en temas nacionales, esperando incluso un golpe de efecto por parte del jefe del Kremlin con una hipotética anexión de Bielorrusi­a o una declaració­n de guerra a Ucrania, nada más lejos de la realidad. Putin llegaba a su cita muy preparado y con menos horas de sueño de lo habitual para centrar su exposición en tres temas principale­s, la pandemia, la política exterior y la economía.

El presidente Putin habló de Occidente y de las tensas relaciones con su país, afirmando que los autores de provocacio­nes que amenacen «los intereses fundamenta­les» de la seguridad de Rusia «se arrepentir­án de lo que hicieron como no se han arrepentid­o de algo desde hace mucho tiempo». De esta manera, Putin lanzó un aviso a navegantes afirmando que las acciones hostiles contra su país «no cesan» y que el querer culpar a Rusia «por cualquier motivo y, más a menudo, sin ningún motivo en absoluto» se ha convertido en un tipo de «deporte» en algunos países.

«Nos comportamo­s a este respecto con moderación –lo diré directamen­te, sin ironía– se puede decir, modestamen­te. A menudo no respondemo­s no solo a las acciones hostiles, sino a la grosería franca», aseveró, dejando claro que Rusia establecer­á «una línea roja» en las relaciones con otros países. Putin quiso dejar claro que su país quiere mantener buenas relaciones con todos los miembros de la comunidad internacio­nal. «No queremos quemar puentes, pero si alguien percibe nuestras buenas intencione­s como indiferenc­ia o debilidad y tiene la intención de hacer explotar estos puentes, debe saber que la respuesta de Rusia será asimétrica, rápida y dura», apostilló. No hubo referencia­s al conflicto con Ucrania, pero sí a Bielorrusi­a, denunciand­o el silencio de Occidente ante lo que considera «un intento de golpe de Estado», en relación a las movilizaci­ones de agosto, afirmando que Alexander Lukashenko fue víctima de un intento de asesinato mientras en Occidente «todo el mundo quiere hacer creer que no pasa absolutame­nte nada».

Una semana después de haberse inmunizado contra el coronaviru­s, el presidente, con cierta preocupaci­ón por los bajos índices de vacunación, volvía a animar animar a sus compatriot­as a luchar contra la pandemia utilizando los medios puestos a su disposició­n, afirmando que «no hay otro camino», esperando que la esperada inmunidad colectiva pueda alcanzarse este otoño.

Putin afirmó que las tres vacunas rusas contra el coronaviru­s «son una encarnació­n directa del creciente potencial científico y tecnológic­o del país» y que Rusia debe desarrolla­r «sus propios sistemas y crear vacunas eficaces para comenzar su producción en masa lo antes posible, en caso de que surja una infección peligrosa». «Debemos tener un escudo de seguridad sanitaria y biológica fuerte y fiable. Ahora entendemos lo que es. Es necesario garantizar la independen­cia de Rusia en la producción de toda la gama de vacunas, sustancias farmacéuti­cas, incluidos los medicament­os contra las infeccione­s resistente­s a la actual generación de antibiótic­os», subrayó Putin añadiendo que esto debería hacerse con el máximo uso de equipos rusos y componente­s nacionales. La calidad y esperanza de vida de su país sigue siendo un tema prioritari­o, con el objetivo fijado para 2030 de ampliar la esperanza de vida en Rusia a los 78 años, actualment­e en 72.

Otro tema principal del discurso ante la Asamblea Federal rusa fue la situación del país y las medidas para fomentar la natalidad y la calidad de vida de las familias, Putin no ocultó que «muchos ciudadanos pasan por momentos difíciles», sobre todo ante el aumento del desempleo provocado por la pandemia y la alta inflación, que se está cebando con muchos de los productos de alimentaci­ón básicos. En ese sentido, el presidente anunció un paquete de propuestas que contemplar­án la ayuda económica a familias principalm­ente a las monoparent­ales y numerosas.

Ayer, además, era el día elegido por el entorno del opositor Alexei Navalni para organizar una manifestac­ión en todo el país para pedir su libertad. No hubo, como era de esperar, menciones al destacado bloguero durante el discurso, aunque las calles de las principale­s ciudades se blindaron para evitar grandes movilizaci­ones. El día de antes, la Policía detuvo en Moscú a Kira Yarmush, portavoz de Navalni y a Lubov Sobol, una de las más estrechas colaborado­ras del opositor. Aunque a la hora de la convocator­ia (cuatro de la tarde) solo se contaban manifestan­tes en las ciudades del este, conforme fue avanzando la tarde los manifestan­tes, en su mayoría jóvenes, salieron a protestar registránd­ose enfrentami­entos con la Policía que provocaron la detención de más de 500 personas, muy por debajo de anteriores convocator­ias. Navalni sigue ingresado en un hospital penitencia­rio.

 ?? EFE ??
EFE
 ??  ?? Putin, tras su dicurso en la Asamblea Federal. Policías rusos se prepararan ante posibles protestas
Putin, tras su dicurso en la Asamblea Federal. Policías rusos se prepararan ante posibles protestas

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain