«Rusia tiene que saber que Ucrania no está sola»
El ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, asegura que «no se puede descartar una agresión rusa» en su país
La región de Donbás y Crimea siguen estando en el punto de mira de las tensiones entre Moscú y Kiev. El jefe de la diplomacia ucraniana se reunió el martes a través de conexión telemática con medios internacionales, entre los que se encontraba LA RAZÓN. Dmytro Kuleba aseguró que el diálogo es la prioridad en el conflicto que enfrenta a su país con el Kremlin. «La diplomacia es nuestra base, pero Rusia tiene que tener claro que Ucrania no está sola en esta disputa».
Esta semana el alto representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, declaró –sin especificar su fuente– que cerca de 150.000 militares rusos se encuentran en la frontera con Ucrania y apremió a Rusia a desistir de estos desplazamientos.
«Desde que Rusia ocupó ilegalmente Crimea y la zona de Donbás en el 2014 nadie se imaginaba que el Kremlin sería el primer país, desde la Segunda Guerra Mundial, en anexionarse ilegalmente parte del territorio de un Estado soberano. Los movimientos militares rusos de hoy en día son mayores que en 2014, no podemos excluir cualquier escenario. No se puede descartar una agresión rusa sobre territorio ucraniano», aseguró el ministro de Exteriores.
El Kremlin, por su parte, asegura que la militarización de la frontera de Ucrania es parte de un ejercicio militar sin precedentes que se llevará a cabo entre agosto y septiembre de este año. A pesar de ello, la Asociación para la Seguridad y la Cooperación (OSCE) con un equipo supervisor sobre el terreno contabilizó entre el 8 y el 21 de marzo de 2021, 1.260 violaciones del alto el fuego en el este de Ucrania.
Durante este período, la Misión Especial de Observación corroboró la existencia de tres civiles heridos, dos de ellos mortales. Esto eleva a cuatro el número total de víctimas civiles notificadas desde principios de 2021. Sobre el terreno, la OSCE es uno de los pocos avalistas que ayudan a paliar los efectos del conflicto a través de las «ventanas de silencio» –un alto el fuego específico y localizado–. En 2020, la misión facilitó alrededor de 1.500 «ventanas de silencio» para reparar infraestructuras críticas que proporcionan agua, electricidad, gas y comunicaciones a seis millones de personas que viven en la primera línea de contacto en la región de Donbás.
Respaldo de Estados Unidos
El ministro de Exteriores ucraniano aseguró que ya ha pedido a sus socios que discutan internamente de qué manera podrían ayudar a Ucrania en el peor escenario posible. Este mismo mes el presidente estadounidense, Joe Biden, expresó su deseo de celebrar una reunión con su homólogo homólogo ruso, Vladimir Putin, para tratar el conflicto ucraniano, no sin remarcar que su país tiene un «compromiso inquebrantable con la soberanía y la integridad territorial de Ucrania».
Sobre la negativa de Bruselas a aumentar las sanciones a ciudadanos o empresas rusos, Dmytro Kuleba confía en que en un futuro próximo este tema pueda volver a la mesa de discusión. El presidente francés, Emmanuel Macron, ha declarado su apoyo a marcar unos límites, que, de ser sobrepasados, podrían dar lugar a un nuevo paquete de sanciones contra Rusia.
«Las sanciones personales complican la vida y las operaciones comerciales de algunas empresas vinculadas al Gobierno ruso, pero hay que dar el salto a unas sanciones más duras. La historia nos ha demostrado que solo unas sanciones más fuertes