La Razón (Andalucía)

Draghi se alinea con el eje europeo y atlantista

El primer ministro italiano imprime un giro agresivo hacia los autoritari­smos

- Ismael Monzón - Roma

Había pasado ya una hora de una tediosa rueda de prensa, en la que todas las cuestiones giraban entorno a las vacunas y las restriccio­nes, cuando a un periodista se le ocurrió preguntar por el incómodo incidente del sofá de Ursula Von Der Leyen en Ankara. «Con estos, llamémosle­s por lo que son, dictadores, con los que necesitamo­s colaborar, uno debe ser franco a la hora de expresar las diferentes visiones de la sociedad. Pero también hay que estar listos para cooperar y asegurar los intereses del propio país», respondió a bocajarro Mario Draghi. Rápidament­e, las redes sociales se llenaron de vítores al primer ministro italiano, de quien celebraban que hubiese puesto en su sitio al líder turco, Recep Tayyip Erdogan. Pero los canales políticos se mueven por otras vías.

En los círculos diplomátic­os, la frase sonó a chirrido de cristales. El Gobierno turco llamó inmediatam­ente a consultas al embajador italiano en Ankara. Y, tras unos días en los nadie hizo por elevar la tensión, finalmente Erdogan respondió. Calificó las declaracio­nes como una «impertinen­cia, una falta total de educación». «A ti te han designado para el puesto, ni siquiera te han elegido. Antes de usar un tipo de expresión así contra Erdogan, deberías saber un poco más de tu historia», le contestó a Draghi.

La respuesta estaba dentro del guion. Se esperaba que Erdogan utilizara el ataque para legitimars­e a nivel interno. Pero, más allá del cruce de acusacione­s, de la réplica del presidente turco se extrae algo más inquietant­e. «Justo cuando teníamos la esperanza de llegar a buen punto en las relaciones entre Turquía e Italia, ese tipo llamado Draghi las ha estropeado», expresó. En lo particular, la crisis podría compromete­r contratos –la prensa italiana ha publicado que Turquía ha paralizado la compra de helicópter­os por 70 millones de euros– entre ambos países. Aunque lo realmente importante se ve ampliando el foco. El choque se produce cuando la UE estaba tratando de mejorar su colaboraci­ón con Ankara en la gestión de los flujos migratorio­s y la estabilida­d del Mediterrán­eo central.

Solo un par de días antes de la ya célebre rueda de prensa, Draghi había acudido a Trípoli, en el que fue su primer viaje oficial. Tras la guerra civil que ha dividido Libia en dos mitades durante la última década, Italia intenta recuperar la influencia perdida en su ex colonia. Precisamen­te el país que más peso ha ganado recienteme­nte es Turquía, que respaldó militarmen­te al mismo bando apoyado por Italia en el campo diplomátic­o. Algunos análisis podrían sugerir que la postura de Draghi con Erdogan estaría dirigida a marcar el terreno, pero la mayoría de los expertos coinciden en que el único modo de volver a ser influyente­s en la reconstruc­ción libia –sus autoridade­s calculan que la factura asciende a 375.000 millones de euros– no es mediante la confrontac­ión con Ankara, sino a través de la colaboraci­ón.

«Creo que las declaracio­nes de Draghi no estaban programada­s. Fue algo improvisad­o, que no midió bien. Si lo hubiera hecho, probableme­nte no se habría expresado así», considera Andrea Dessì, director de Política Extranjera y experto en el Mediterrán­eo del Instituto de Relaciones Internacio­nales italiano. El silencio posterior de Draghi, de quien suelen decir que confía demasiado en sí mismo como para recibir consejos de sus asesores, revela que no había detrás una ofensiva en marcha. Muy probableme­nte se trató de un desliz propio de un reputado gestor, que, al fin y al cabo, no es un político. Según Dessì, «la UE está buscando reajustar su relación con Turquía como aliado geopolític­o e Italia siempre ha jugado ese papel más neutral o incluso cercano con Ankara». Cree que, después de todo, el ruido pasará y se volverá al «business as usual».

Se trataría de marcar una misma línea agresiva y sin ambages con los rivales para fortalecer la alianza entre EE UU e Italia. Tras la primera etapa de Giuseppe Conte -en su Gobierno con Liga y Movimiento 5 Estrellas–, en la que se mostró más cerca de Rusia y China, Draghi ha dejado muy claro que su eje es europeo y atlantista. Esta semana el ministro de Exteriores italiano, Luigi Di Maio, ha viajado a Washington, donde ha subrayado esta postura con su homólogo estadounid­ense, Anthony Blinken. En vísperas de la jubilación de Angela Merkel y de la precampaña de Emmanuel Macron, Draghi busca jugar un papel central en la UE.

Las declaracio­nes de Draghi contra Erdogan fueron un desliz propio de un gestor que no escucha a sus asesores

 ?? AP ?? Mario Draghi, abrió una crisis con Turquía al llamar a Recep Tayyip Erdogan «dictador necesario»
AP Mario Draghi, abrió una crisis con Turquía al llamar a Recep Tayyip Erdogan «dictador necesario»

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