Pasen y vean: Irene Lozano descubre que Ayuso es en realidad Puigdemont

Ahora que el Papa pide a la UE apoyo al circo, olvidando en su casi infinita generosidad que los leones se merendaban a los cristianos en el de Roma, nuestra pista central nos sigue deparando números asombrosos. Irene Lozano, la negra literaria más reconocida y premiada de España junto con el negro político y mantero que va con Iglesias, declara que «Díaz Ayuso está haciendo otro procés en Madrid», o sea, «que busca enfrentar a los madrileños con el resto de España». Ahí está el gran hallazgo y su alerta: Ayuso pretende convertir el 2 de Mayo en el 1 de Octubre Catalán. Por el Manzanares bajan aguas amarillas. El oso es un caganer disfrazado de plantígrado y el madroño asienta sus raíces en el árbol genealógico de los Pujol. El rompeolas de las Españas culmina en la Barceloneta.

Puigdemont es un travesti que en tiempos de campaña electoral se disfraza de actriz muda, o sea, de presidenta de la comunidad de Madrid, como Dustin Hoffman se transformaba en una actriz de telenovela en «Tootsie». La versatilidad de Puigdemont parece no tener fin: cuentan que también se metamorfosea en Laura Borràs para presidir el Parlament, aunque también hay quien afirma que la Borrás se transfigura en Puigdemont para cantar en el Liceo «El caballero de la rosa», tal que Julie Andrews en «Víctor o Victoria». Vayan ustedes a saber. O no vayan, que a lo mejor descubren con la ayuda de Irene Lozano que en realidad Puigdemont es queer, y puede ser expresidente de Cataluña o presidenta de la comunidad de Madrid dependiendo tan solo de su deseo. Y en este momento glorioso del transformismo, Iglesias se convierte en el Hombre Invisible y desaparece del cartel electoral de Podemos, que solo muestra una calle. Mensaje subliminal: ahora todo él es fachada, balcón y adorno verbenero. Pero no se descarta que Pablo comparezca en la Pradera de San Isidro marcándose un chotis con Paca la Piraña para dejar claro, como su Irene Montero manda, que Madrid es de todos, todas y todes. En la pista central del circo español todo puede transformarse en otra cosa, o parecerlo. Carmen Lomana ha dicho que su «Satisfyer» le parece un pingüino de goma. Ojo, Carmen, que a lo mejor es también Puigdemont.