Los militares desmienten a Iglesias: «No coordinó nada»
«Las desinfecciones que los militares han hecho en las residencias no se han coordinado nunca desde la Vicepresidencia del Gobierno». Así de tajantes respondían ayer desde las Fuerzas Armadas a las palabras del líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, en el debate del miércoles, en el que no dudó en afirmar que era la Vicepresidencia Vicepresidencia de Derechos Sociales –su cartera– la que «daba las indicaciones a la UME de cuáles eran las residencias que había que desinfectar». El candidato morado contestaba de esta manera a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien le recriminó que no visitara ningún geriátrico y su poca colaboración: «Solo la UME nos ayudó», le espetó la popular.
Con esa afirmación, el exvicepresidente buscaba llevarse el mérito de una labor clave en la lucha contra el coronavirus y que, sin embargo, se coordinaba desde el Mando de Operaciones (MOPS), que ha sido el cerebro de las operaciones «Balmis» y «Baluarte». De hecho, en ninguno de los protocolos que fue elaborando el Ministerio de Defensa para gestionar la labor de los militares en esta crisis se habla de una coordinación con la Vicepresidencia de Derechos Sociales y únicamente se hace referencia a las cuatro carteras competentes: Defensa, Interior, Sanidad y Transportes.
Y aunque el Ministerio de Defensa no ha querido pronunciarse sobre este hecho, fuentes militares consultadas por LA RAZÓN, tanto del Departamento que dirige Margarita Robles como las que han formado parte de ese despliegue sin precedentes, desmienten al candidato de Podemos. Tal y como apuntan, «los hechos hablan por sí solos» y recuerdan que no sólo se desplegó a la UME.
Según explican los uniformados, «no se ha coordinado nada desde la Vicepresidencia». «Los apoyos se han llevado siempre en coordinación con las comunidades a través de las delegaciones de Gobierno», a quienes los afectados trasladaban las solicitudes de ayuda. Estas se derivaban a los ministerios competentes, pero antes de ser autorizadas, el MOPS las valoraba para confirmar que eran capaces de llevarlas a cabo y así agilizar el proceso. De hecho, ponen como ejemplo al País Vasco, donde tardaron en desplegarse para desinfectar sus residencias hasta muy avanzada la pandemia «porque no lo solicitaban, aunque hiciera falta». «Todo se coordinaba a nivel territorial, según las peticiones que llegaban», recuerdan, y añaden que ellos decidían «qué residencia era prioritaria».